¿Tocar con el codo en las curvas como algo normal? Jamás habríamos pensado algo así hace años, pero el desarrollo del estilo de pilotaje en MotoGP nos hace preguntarnos dónde estará el límite.
12 de noviembre de 2017, Circuito de la Comunidad Valenciana. Marc Márquez ya nos había impresionado al desarrollar la habilidad de usar sus codos como punto de apoyo de la rueda delantera, pero aquel día en el momento más clave al que un piloto puede enfrentarse. Jugándose el título de MotoGP en la última carrera salvó con su codo izquierdo una caída, que en el 99,99% de los casos habría acabado dando con sus huesos en el asfalto.
Sus salvadas, desarrolladas por su capacidad (fuerza, técnica y elasticidad) ante la fragilidad de su Honda en la rueda delantera, ha hecho que Marc Márquez registre como “marca propia” el uso del codo en la mente de los aficionados. Pero, ¿Ha sido una creación propia? La respuesta es que no, aunque sin duda el desarrollo y la perfección alcanzada sí corren de su cuenta.
Seguramente algunos recordéis el nombre de Jean Philippe Ruggia, un adelantado a su tiempo. A finales de los años ’80 llegaría al Mundial, de la mano de Yamaha France con colores de la tabacalera Gauloises, un tímido piloto que en pista era muy agresivo. Jean Philippe Ruggia debutaría en 250cc en 1987, pero sería a partir del año siguiente cuando empezaría a llamar la atención de todos por lo peculiar de su estilo.
En tiempos en los que aún algún piloto con estilo clásico en la categoría del cuarto de litro, apenas tocaba con la rodilla en el suelo, el francés Ruggia empezó a tocar con el codo. Sin el agarre de los neumáticos actuales, ni con la electrónica que permite hacer cosas que antes eran imposibles, Jean Philippe entendió que ese era el camino para ir más rápido.
Tanto para sentir más la rueda delantera como para utilizar su cuerpo para que la moto girase mejor en curva. Fue un gran rival de Sito Pons o Joan Garriga en aquellos míticos 1988 y 1989, consiguiendo algunos podios aunque sin victorias. Ya se sabe, que al final los ganadores marcan las tendencias y la evolución del campeonato. Y por eso mismo entonces nadie siguió la de Ruggia, mientras que hoy todos los rivales de Marc Márquez tienden a imitar su manera de pilotar.
Ya pasó antes en la historia
La evolución en el pilotaje de motociclismo ha pasado más veces en la historia. Antes de que Marc Márquez perfeccionase el uso del codo y se viese como algo normal, también vivimos como los pilotos empezaron a sacar la pierna en las frenadas. Antes al llegar a la curva, los pilotos sacaban la rodilla pero nunca quitaban el pie de sus estriberas.
Dani Pedrosa y Valentino Rossi fueron los precursores, como si fuese un acto reflejo que les surgía de forma natural, para limitar la deriva de la moto durante las apuradas de frenada. De esa forma equilibrar su MotoGP a la vez que les daba mayor sensación de seguridad. Un factor importante es su coincidencia con el cambio de motos de 2 a 4 tiempos, donde el freno motor tiene una relevancia que antes no en las motos de 500cc.
Si nos vamos aún más atrás, hasta los años ’70, vivimos otro gran cambio en el pilotaje de una moto. En el estilo clásico entonces los pilotos hacían las curvas muy redondeadas, sin salirse apenas de su 500cc ni usar apenas el cuerpo. Tan sólo tumbaban la moto hasta el límite que le permitía el neumático. Entonces hubo un talento finlandés, Jarno Saarinen, que importando una técnica directamente de las carreras sobre hielo propias en su país, sacaba mucho el cuerpo y la rodilla al llegar a las curvas.
Kenny Roberts se fijó en él y desarrolló ese estilo para vencer. El finlandés no pudo al fallecer pronto en la Tragedia de Monza de 1973. Kenny no sólo sacaba la rodilla y echaba el cuerpo hacia el interior de la curva, sino que incluso empezó a tocar en el suelo con ella. En aquellos tiempos no había protecciones especiales en los monos, por lo que Roberts usaba cinta americana para protegerse y no acabar con un agujero.
Además Roberts, importó a la velocidad el estilo de condición del Dirt Track americano, haciendo derrapar a conciencia la moto en su rueda trasera. Un estilo que supuso un gran impacto en el Mundial, un paso adelante en la conducción. Como “rookie” venció los campeonatos de 500cc de 1978, 1979 y 1980, donde los pilotos con estilo clásico no tuvieron opciones. Era necesario para competir, el arte de la derrapada y ser agresivo a la hora de atacar las curvas, rodilla al suelo.
Derrapadas, rodilla al suelo, la pierna fuera, codo rozando el asfalto e incluso a veces el hombro, con el cuerpo lo más fuera de lo posible de la moto para hacerla girar. El motociclismo de competición parece totalmente distinto en la actualidad a lo que fue en sus inicios, el desarrollo tecnológico y la búsqueda de mejora continua de los pilotos han sido sus principales motivos. ¿Qué nos deparará el futuro?
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