Conoce los puntos más importantes a la hora de pasar las revisiones y los intervalos de tiempo para tener tu moto siempre a punto.
Llevar un mantenimiento adecuado de una moto es algo esencial para un funcionamiento óptimo. Los periodos establecidos por los fabricantes son la mejor guía para saber cada cuánto tenemos que pasar por el taller, ya que cada motor y marca puede fijar en ciertas ocasiones periodos distintos a los comunes.
Un scooter o moto de pequeña cilindrada llevará intervalos distintos a una moto de mayor cilindrada, pero no por ello serán mantenimientos más costosos. En esta pequeña guía desglosamos los puntos clave para mantener tu moto siempre al día y evitar pasar por el taller más de lo normal.
Periodos según el fabricante
Por regla general, los fabricantes establecen una revisión al año. Esta visita al taller pasa por un cambio de aceite, ya que al año es cuando empieza a perder propiedades, y una revisión básica del estado de la motocicleta. Para las motocicletas nuevas se establece también un primer chequeo a los 500 o 1.000 km, dependiendo de la cilindrada.
Si se hace un uso más intensivo de la moto, habrá que atender al número de kilómetros establecidos en el manual para visitar al taller. Normalmente, los periodos son 4.000 km para los scooters y de hasta 10.000 km para las motos de mayor cilindrada, aunque hay marcas que alargan estas revisiones hasta los 12.000 km.
Cadena y engrase
Otro punto clave a revisar es el estado de la cadena y el engrase. Un sistema mal engrasado puede llevar a un desgaste prematuro del sistema, con el consiguiente paso por el taller. Pasa lo mismo si no mantenemos una tensión adecuada de la cadena. En este punto es importante revisar también el estado de los eslabones y el plato, ya que a través de ellos podemos comprobar el estado general de la cadena.
La cadena, por norma general, es un elemento bastante resistente. Llevando un mantenimiento adecuado podemos posponer su sustitución hasta los 30.000 km aproximadamente. Conforme vayamos tensando la cadena, el testigo situado en el bastidor nos dará una pista del tiempo que nos queda para sustituir este elemento.
Neumáticos y frenos
Una de las partes fundamentales de la moto son los neumáticos. Antes de cada ruta, es importante revisar el estado y la presión, verificando que estamos en las condiciones óptimas para poder circular con ellos. La duración dependerá del tipo de neumáticos y del uso, pero por norma general su uso se puede alargar hasta los 6.000 km en la rueda trasera.
Los frenos son otra parte vital de la moto, pero en este caso la revisión se realizará comprobando el desgaste de la pastilla. Una pastilla con mucho desgaste puede dañar el disco, lo que conllevaría la sustitución completa del sistema. Si las pastillas llegan a la medida mínima en milímetros indicada por el fabricante, hay que cambiarlas para evitar males mayores.
Líquidos y otros elementos
El líquido refrigerante y el líquido de frenos son dos elementos que suelen sustituirse cada dos años, ya que mantienen sus propiedades durante más tiempo. Igualmente, es importante revisar de manera periódica los niveles, cada 1.000 km aproximadamente, verificando que no haya ninguna fuga.
Por último, y no por ello menos importante, habrá que revisar el estado de la batería, que se recomienda sustituir cada 4 años, así como el reglaje de válvulas, que por norma general es cada 40.000 km. Con estos sencillos pasos podremos evitar visitas inesperadas al taller y disfrutaremos durante muchos años de nuestras motos.
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