Cuando se es aficionado al mundo de las dos ruedas siempre aparecen esas reliquias o motos soñadas, pero ya muchas han sido abandonadas o accidentada, por lo que está la duda de saber si realmente es rentable o no comprar una moto en esas condiciones.
Lo primero a tener en cuenta y lo más recomentable es no comprar una moto que haya sido accidentada. Por lo general estas suelen tener fallos graves en sus piezas o componentes, desde un motor dañado hasta un chasis doblado que no permitirá ir con seguridad por la vía. Sin embargo, si se desea seguir con la compra es preciso tener en cuenta algunos datos para que esa moto soñada no termine convirtiéndose en una pesadilla.
Lo primero es conocer su historial de vida, a nivel legal de la moto. Esta tarea requiere indagar en el tiempo de uso, el tiempo que ha estado parado el motor, el número de kilometraje, estado de las ruedas, frenos y motor. Todo esto es importante a tener en cuenta a la hora de comprar.
Asimismo, es preciso conocer si la venta es directamente con el dueño o no. Muy importante consultar la matrícula de la moto y hacer una inspección a las series de la moto en el departamento de tránsito. Con ello, podremos descartar que sea una moto robada o con algún tipo de problema legal. Además también se podrá indagar en el historial del propietario. Luego es importante informarse bien con un conocido o alguien que haya tenido una moto similar para saber qué tipo de repuestos lleva o si las piezas más importantes están aún en venta ya que podrían estar descontinuadas (partes de caja, motor, rodamientos, etc).
El chasis, lo más importante a tener en cuenta
Más allá del motor es importante inspeccionar muy bien el chasis. Por lo general cuando una moto tuvo un accidente y el dueño decide no repararla es porque sufre algún fallo grave y por lo general siempre es a nivel del chasis. Si el chasis está muy golpeado o en muy mal estado lo mejor es alejarse de la negociación.
Si todo marcha bien y se desea continuar con la negociación, es bueno hacer una investigación de los precios de mercado y conocer qué tanto costará la reparación de la moto. Por mucho gusto que se le tenga al modelo, si a la futura compra se le suma un alto costo en recambios, lo más probable es que nos quedemos sin dinero para culminar la reparación, por lo que podría convertirse en una moto abandonada.
Finalmente, si todo ha ido bien y has comprado tu nueva moto de segunda mano, recuerda que debes hacerte con un buen casco, una buena chaqueta y unos guantes, para así viajar con total seguridad.
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