La Kawasaki Z H2 se presenta como la más radical, avanzada y potente de la gama Z.
La Kawasaki Z H2 es la última de una saga con mucha historia. Casi 50 años han pasado desde que la marca japonesa lanzara al mercado su modelo Z1 en el año 1972. Su motor, tenía una potencia sorprendente en la época: 82cv en un bloque de cuatro cilindros en línea y doble árbol de levas. Para el final de la década de los 70, Kawasaki había trabajado mucho en estos modelos, motivada sin duda por la aparición de motos como la Honda CB 750 o la CBX1000. Por ello, aumentó la cilindrada de aquellos primeros motores de 750cc para dar paso al bloque de litro, con el nombre de Z1000. También tuvo una versión café racer, la ZR1 y hasta una Z1300, con motor de 6 cilindros y 120 cv de potencia, transmitida al neumático trasero por cardan.
El apellido Z de Kawasaki tiene mucha historia.
En 2003, la Z1000 contemporánea volvía a nuestro mercado, con una estética Street Fighter, un bloque de 127 cv y aquellos dobles escapes por ambos lados tan alabados como criticados. Más tarde llegó la Z750, que ha sido sin duda un referente en el segmento naked. Poco a poco, y tras los éxitos cosechados con todos estos modelos, Kawasaki ha ido presentado numerosas motos con el apellido Z, que van desde el octavo de litro hasta la más potente y recién llegada, la Supernaked Z H2. La adaptación de la increíble tecnología que posee Kawasaki Heavy Industries, hace de la nueva Z H2 el buque insignia de su gama Z.
Toda la tecnología posible, aplicada en esta H2.
Al subir a la moto, lo primero que llama la atención es el manillar tipo “fat-bar”. Sin levantar las manos de él, es posible ajustar y cambiar la visualización del panel de instrumentos. Con la mano izquierda se manipula el control de crucero electrónico, así como otros ajustes del panel, mientras que con la mano derecha accedes al menú principal del cuadro. El panel de instrumentos muestra exhaustivamente todo tipo de información detallada mediante una pantalla TFT: desde gestionar el estado de funcionamiento diario de la moto hasta programar la conducción de un viaje de larga distancia.
La dotación electrónica permite un sinfín de asistencias inteligentes: control de tracción, sistema de ABS inteligente, gestión de curvas, tres modos de conducción, control de crucero, cambio rápido, anti-wheelie y un largo etcétera. Además, si te parece poca tecnología, esta Kawasaki viene equipada con una función de conectividad por Bluetooth que permite conectar un smartphone y mediante la aplicación de Kawasaki, descargarte y modificar parámetros de la moto de forma remota. Toda la iluminación de la moto, desde el faro hasta los intermitentes, el piloto trasero o la luz de la matrícula es de LED.
La parte ciclo está a la altura.
Lleva un sistema de frenos adaptado a sus increíbles prestaciones. En el tren delantero monta un par de pinzas Brembo m4. 32 monoblock, ancladas de manera radial con unos discos de freno de lobulados semiflotantes de 300 mm, mientras que en el tren posterior monta un sistema Nissin en disco lobulado de 250mm.
Hereda el basculante de la Ninja ZX10R, anclado a la parte posterior del motor de manera que aumenta la rigidez y disminuye su peso, realizando la función de parte transversal del chasis. Las suspensiones son de la firma Showa, con una horquilla invertida SSF-BP de 41 mm que tiene 3 vías de ajuste y un recorrido 120 mm acompañado de un amortiguador trasero horizontal Black-link, también regulable en extensión y precarga.
El chasis multitubular de acero es de nueva factura, siendo capaz de dominar la potencia del motor sobrealimentado, mediante una combinación de estabilidad a gran velocidad y maniobrabilidad a bajas velocidades o por carreteras lentas y reviradas. Su diseño compacto, ofrece rigidez torsional y flexibilidad lateral.
La entrega de potencia a cualquier velocidad está asegurada.
Este motor turboalimentado de Kawasaki es el mismo que lleva la H2, un tetracilíndrico en línea de 998cc que cuenta con la inefable ayuda de un sistema propio de sobrealimentación, desarrollado por la marca de Akhasi. Esta turbina tiene un diámetro de 69 mm y está compuesta de 12 palas, mecanizadas en un bloque de aluminio forjado de 5 ejes. Las prestaciones de este propulsor son de escándalo: 200cv con un par máximo de 137Nm a 8.500 rpm, siendo al mismo tiempo ligero y compacto. Combina la lubricación del compresor y del resto de motor en una sola bomba, además, no emplea intercooler para refrigerar el aire de admisión. Soporta hasta 2 bares de presión, canalizando el aire por un Ram-Air tres veces más grande que la cámara de admisión del motor. Como es lógico, ofrece una aceleración muy intensa, cosa que ningún motor atmosférico es capaz de ofrecer. Es importante señalar que la marca verde ha trabajado mucho en su sistema de escape, eliminando su cámara interior y fabricando un catalizador de mayor tamaño, consiguiendo así superar la restrictiva Euro 5.
Diseño de corte minimalista y SUGOMI.
El diseño de la Kawasaki Z H2 llama poderosamente la atención nada más verla. Su estética SUGOMI, que en la mitología japonesa representa la grandeza del aura o energía de una persona u objeto, ha sido la fuente de inspiración para Kawasaki. Sorprende la asimetría de su frontal debido a la toma del Ram-Air en la parte izquierda.
Esta Z H2 tiene un precio de 18.350€. Puede parecer mucho dinero, sin embargo, a tenor de los precios de sus principales competidoras, (véase los 25.490€ de la Ducati Street Fighter V4 o los 19.900€ de la KTM 1290 Super Duke R) la hacen la opción más económica de las Hypernaked actuales.
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