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AEA cuestiona la validez de las multas impuestas por los drones de la DGT

19 Ago. 19 | 16:00
drones dgt AEA
Foto: DGT

Automovilistas Europeos Asociados aplaude la utilización de drones para la vigilancia del tráfico pero duda de la validez de sus sanciones

Hace varios meses la Dirección General de Tráfico anunció la puesta en funcionamiento de once drones para la vigilancia de las carreteras, apoyando a los helicópteros Pegasus. Aunque en principio sólo iban a ser utilizados con fines de control y control del tráfico, recientemente la propia DGT avisó de que tres de ellos pasarían a sancionar a los conductores que fueran sorprendidos cometiendo algún tipo de infracción. Este primer test se está realizando en Canarias.

Automovilistas Europeos Asociados (AEA) aprueba la utilización de estos dispositivos de vigilancia. Sin embargo, ha puesto en duda la validez de las multas impuestas gracias a las imágenes captadas por los drones, «por no reunir las necesarias garantías jurídicas».

En el caso de los radares, el Centro Español de Metrología certifica los aparatos para verificar que sus mediciones son fiables y precisas. Es la garantía de que si uno de ellos nos detecta, la velocidad medida se ajusta a las normas y a los márgenes estipulados. Sin esa seguridad, una multa sería recurrible, y por supuesto, podría ser invalidada.

Estas certificaciones tienen una fecha límite de validez, al igual que la ITV de nuestra moto. Esto no significa ni que el radar sea inexacto al caducar la certificación, ni que la moto sea insegura, pero legalmente ya no ofrece garantía. Y en el aspecto jurídico, esta es una palabra fundamental a la hora de imponer sanciones.

Los drones no estarían certificados para sancionar

El organismo de defensa de conductores presidido por Mario Arnaldo afirma que «en este momento ningún dron está sometido a ningún control técnico que certifique su correcto funcionamiento conforme a la Ley de Metrología». Las pruebas a las que han sido sometidos los drones «sólo tienen carácter de ensayos voluntarios de equipos que no garantizan ni su buen funcionamiento ni la inalterabilidad de las imágenes».

Y es que como ocurre en el ámbito de la Justicia, las pruebas deben estar protegidas contra cualquier alteración desde su obtención hasta su utilización. En el caso de las multas, debe garantizarse que las imágenes y sus datos asociados son originales y no han podido sufrir ningún cambio.

Además, las infracciones deben ser «observadas por agentes de la autoridad». Según AEA, la DGT pretende equiparar las denuncias cuyas denuncias han sido observadas por estos a las «constatadas por empleados públicos de la Unidad de Medios Aéreos de la DGT (UMA)» e incluso las captadas «por medios técnicos automatizados». En opinión de AEA, «sólo gozarían de presunción de veracidad aquellas formuladas por observación directa de los agentes de la Guardia Civil y no por los funcionarios de la DGT, por cuanto son los únicos que tienen la condición de agentes de la autoridad encargados de la vigilancia del tráfico».

El precedente de los radares foto-rojo

No podemos olvidar que otros dispositivos novedosos cuyo objetivo era sancionar infracciones han seguido un tortuoso camino legal, tal y como los radares foto-rojo. Aunque multaron durante años a miles de conductores, carecían de certificación metrológica. La consecuente inseguridad jurídica, expresada en los tribunales a través de varias sentencias, ha conseguido que hoy en día estén en desuso.

Sin duda, la DGT irá resolviendo estos inconvenientes que acompañan a los drones en sus primeras pruebas. El organismo dirigido por Pere Navarro buscará soluciones para un método sumamente económico en comparación con el coste de hacer volar un helicóptero. Además, les permitirá hacer una vigilancia del tráfico en busca de otras infracciones, como las que ocurren en el interior de los vehículos. El uso del móvil y las distracciones en general ya se consideran la primera causa de accidentes, adelantando a la eternamente perseguida velocidad excesiva. Es cuestión de tiempo que un enjambre de drones nos controle desde el aire.

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