La conducción segura de una moto requiere de estrategias que limiten nuestras posibilidades de sufrir un accidente. Quiero compartir contigo la técnica UVA.
Cualquier persona que haya conducido una moto durante un cierto tiempo sabe que es un vehículo fantástico, divertido, ágil, económico, fácil de aparcar. Mucho más que un coche. Pero a cambio, corremos mayor riesgo, pues el más tonto de los accidentes, ya sea culpa nuestra o no, puede tener graves consecuencias. Sólo es una cuestión de suerte. En una moto, en cuanto pierdes el control o vas al suelo, no sabes lo que va a pasar. Por eso es tan importante hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitar cualquier situación de riesgo y que las ruedas sigan girando.
La conducción defensiva o proactiva
La conducción defensiva es el fundamento básico para volver a casa de una pieza. Se basa en el principio de que debemos desconfiar de todo lo que rodea a nuestra moto. Las condiciones de la vía, su trazado, la meteorología, situación de los elementos del tráfico, otros vehículos, peatones, cualquier cosa que pueda afectarnos en nuestro trayecto.
La conducción defensiva no permite descansos, debe estar siempre activa, siempre tenemos que estar atentos a todo, y lo que es más importante, tomar medidas correctoras, alterar nuestra conducción antes de que algo pueda ocurrir. Por eso digo que es una conducción proactiva, porque necesitamos reaccionar previamente ante algo imprevisto, pero a la vez previsible.
Cada motorista tiene su estilo al conducir
Después de muchos años encima de una moto, me di cuenta de que tenía mi propio estilo. Es algo que se puede ver, cada motorista tiene el suyo. Y no sólo en lo estético, sino por la forma de llevar la moto. En las maniobras, tomando las curvas, pegándote o dejando distancia con los coches de delante. Unos vamos más rápido y otros más despacio en las mismas circunstancias. Tumbamos más o menos la moto, o somos más bruscos al acelerar, frenar o coger las curvas. Cada uno conduce como puede, como sabe, o como es.
Mientras escribía Cómprame una moto, intentaba explicar a un motorista quinceañero cómo conducir una moto. Me di cuenta de que poco a poco me he ido convirtiendo en un motorista segurola. Y no pienses que voy como el chófer de «Paseando a Miss Daisy». Sencillamente, hay veces que se puede ir más ligero y otras veces no. Caí en la cuenta de que podía poner negro sobre blanco esta técnica para rodar seguro, y le puse nombre. En moto y en cualquier otro vehículo. La había estado utilizando y depurando durante años, pero lo hacía de forma instintiva, sin haber pensando en qué consistía. Sencillamente conduzco así. Y lo compartiré contigo: es la técnica UVA.
Leer el escenario
Algunos lo llaman «sexto sentido», intuición o quizás sólo sea fruto de la experiencia que te da conducir una moto durante años, pero llega un momento en el que desarrollas una habilidad para identificar focos de riesgo. Si te gusta la saga de «Terminator», seguro que recuerdas esas tomas subjetivas desde la mirada de Arnold Schwarzenegger en «Scan Mode», cuando trataba de encontrar y confirmar objetivos o amenazas, adornado con grafías y ruiditos electrónicos.
Pues bien, la idea es la misma. Necesitamos tener identificado todo aquello que pueda ser un problema en nuestro camino, como otros vehículos, peatones, bordillos, imperfecciones del asfalto, farolas, pinturas o marcas viales, guardarraíles, mobiliario urbano, también el trazado de la carretera, como el radio y el peralte de las curvas, intersecciones, semáforos… Y no sólo es importante lo que veamos, sino también lo que no detectemos visualmente. Es absolutamente necesario leer e interpretar el escenario para poder aplicar correctamente nuestra técnica. Nadie dijo que conducir de forma segura fuera fácil…
La técnica UVA
La técnica UVA define en todo momento tres parámetros: una Ubicación en la vía, una Velocidad a la que circular, y una Alternativa, es decir un as en la manga que sacar en caso necesario. Importante remarcar lo de «en todo momento». Siempre, en cualquier situación, ya sea en movimiento o no, un motorista debe preguntarse tres cuestiones y tener una respuesta: ¿Por qué estoy aquí y no en otro sitio? ¿Por qué voy a esta velocidad y no a otra? ¿Qué tengo preparado por si ocurre un imprevisto previsible?
Sigue informándote sobre motos y competición todos los días en Motosan.es, y no olvides pasarte de nuevo por aquí el próximo lunes, porque empezaremos a desgranar con detalle esta técnica que puede ayudarte a ser mejor conductor y a salir airoso de la mayoría de accidentes: la técnica UVA.
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