El pasado miércoles Pere Navarro presentó en el Congreso el proyecto de presupuestos de la DGT para el año que viene, que aumenta hasta los 822 millones de euros.
Dentro del ámbito del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021, el director de la DGT, Pere Navarro, presentó la propuesta de presupuestos de la DGT, que de ser aprobados sufrirían un aumento del 7,27% hasta alcanzar los 822 millones, los más altos de los últimos 9 años.
El director, con su estilo sincero y directo habitual, defendió los números de sus «Presupuestos de Seguridad Vial», dirigidos a 5 objetivos principales, como serán la vigilancia y el control para el cumplimiento de las normas de tráfico, continuar con la digitalización de los trámites administrativos, garantizar el servicio público de exámenes de permisos, potenciar la presencia internacional de la DGT, y por último, «el tema sanitario», que requiere mayor atención y esfuerzo a causa de la pandemia.
Aumentan gastos de personal , presencia internacional y por el coronavirus
Entre las partidas que aumentan, destacan la dirigida a personal, es decir, a los sueldos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, con un 17,8%, que además suman 108 nuevos agentes respecto de 2018. En palabras de Navarro, «a más agentes, más seguridad vial».
Sube también de forma importante la partida destinada a la digitalización para la tramitación electrónica de todo tipo de gestiones con la DGT, el refuerzo de su presencia en asociaciones internacionales como OCDE, TISPOL o el Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial. Sube el presupuesto para los gastos de productos sanitarios, de limpieza e higienización de todas las instalaciones y agentes para hacer frente al COVID-19, que sumarían 11,5 millones de euros.
Y por supuesto, crecerá el esfuerzo para desatascar los más de 750.000 exámenes pendientes de realizar. Con 802 examinadores actuales, la DGT quiere aumentar la plantilla en 90 el año que viene. Por último reseñar los 550.000 euros que irán dirigidos a asociaciones de víctimas de accidentes para «proyectos de Prevención, Concienciacion y Educación Vial», con una aportación que se incrementa en un 10%.
Con el estilo de política actual no vamos a ningún sitio
Tras la presentación de Navarro comenzó el sonrojante intercambio de palabras por parte de representantes de los diferentes partidos. Para los que llevamos tiempo investigando en aspectos de Seguridad Vial, resulta hasta cómico que las señorías que sustentan el gobierno no tengan más que parabienes para lo presentado, y para el resto sean unos presupuestos horribles.
Da igual quién mande en cada momento, siempre ha sido así. Pero las cosas no son blancas o negras. Si las cosas se trabajaran en la zona gris, avanzaríamos mucho más entre todos. Pero tampoco será este año. Aunque se comentaron algunas cuestiones interesantes.
Lo cierto es que el año pasado hubo 1.755 fallecidos y 8.600 heridos graves. Cifras estabilizadas pero que siguen aumentando en el caso de los colectivos vulnerables, entre ellos, los motoristas. A pesar del fuerte descenso en el tráfico respecto de 2019, las cifras siguen siendo preocupantes, y presumiblemente no se reducirán en la misma proporción.
«La DGT es un organismo recaudador»
Estas palabras, que me costará olvidar, las pronunció el propio Pere Navarro en su turno de réplica, y creo que suponen una clara declaración de intenciones… y limitaciones. A la lista de 1.300 radares en funcionamiento, se unirán 75 nuevos. También se adquirirán 28 drones más, que se sumarán a las 216 cámaras que vigilan el uso del cinturón y el teléfono móvil.
Llama la atención que si el año pasado se impusieron 4,6 millones de multas, se prevean aún más, 4,7 millones de denuncias en 2021, con unos ingresos menores, de 355 millones de euros, con una reducción de tráfico que probablemente se produzca a causa de la situación económica. Además, Navarro reconoció que habrá un recorte importante en el número de controles de alcoholemia que se realizarán, «porque hay que soplar, y en las actuales circunstancias soplar tiene su intríngulis».
En definitiva, habrá que ver qué tipo de multas se van a cursar para mantener «el músculo de la DGT». Puede que el director ya adelantara algo, al reconocer que «nos gustan muchas multas, pero no altas; muchas y que se paguen».
¿La Seguridad Vial no es algo más?
Por supuesto. A estas alturas no vamos a negar la efectividad de los radares y las sanciones. «Al rico le importa nada, pero a la persona normal la dejas crujida», lo que resulta un mecanismo muy efectivo para que el grueso de los conductores afloje y se reduzcan los accidentes en un punto concreto. Pero no todo puede fiarse a la educación por la vía del castigo.
Faltan dos aspectos importantes, la Educación, y por supuesto, la gestión adecuada para tener carreteras más seguras, cuestiones que quedan fuera de las competencias de la DGT. Y ahí hay un grave problema. No se puede resolver todo a golpe de vigilancia y sanción. Si la aportación para las asociaciones de víctimas se da por buena («probablemente el gasto más rentable») y a la vez, no se quiere «crear una cultura de la subvención», la solución tiene que ir dirigida al Ministerio de Educación, y establecer de una vez y para siempre la Seguridad Vial como una asignatura obligatoria en el colegio.
No es algo descabellado, aunque se tarden años en ver los resultados. La Seguridad Vial no es más que otra forma de convivencia, y siempre debe tener sitio en la agenda de nuestros hijos. También debe prestarse atención al correcto mantenimiento de nuestras calles y carreteras, que en el caso de estas últimas acumulan un déficit de más de 7.000 millones de euros sólo en el pavimento, según la Asociación Española de la Carretera.
#MisMultasSalvanVidas
Es evidente que hay mucho dinero por invertir en aspectos de Seguridad Vial no relacionados con la vigilancia y control, y el importe de las multas ingresadas debe acabar ahí. Es la mejor manera de terminar con ese mantra tan extendido socialmente sobre el afán recaudatorio. La DGT genera superávits cada año, y transfiere millones a la Administración General del Estado, unos 280 de media anuales entre 2014 y 2018. Un dineral que debería invertirse íntegramente en Seguridad Vial.
Si la DGT llega hasta donde llega con sus competencias, y hay otras muchas que le son ajenas pero tienen impacto sobre la Seguridad Vial, alguien tendrá que ponerse al mando y empezar a manejar los hilos con una visión más completa del problema. Casi 1.800 muertos al año parecen un buen motivo, ¿verdad?
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