Saltar al contenido
MOTOSAN | MOTOGP, MOTOCICLISMO Y COMPETICIÓN. "Life is Racing"

¿Tapones para oído en moto? Entre la alegalidad y la conveniencia

27 Jul. 20 | 16:00
Tapones para oído para uso en moto
Imagen: I.A.

Hemos probado los protectores auditivos Alpine MotoSafe Race, y con un resultado positivo.

El ruido que se produce por el aire cuando circulamos a altas velocidades es un inconveniente que va más allá de la incomodidad. No hace falta tampoco ir a una velocidad ilegal, pues en motos sin protección aerodinámica el flujo contra el casco puede ser capaz de generar un estruendo insufrible.

Aunque algunos moteros utilizan habitualmente tapones en sus rutas, son una pequeña proporción. Quien los ha probado, sabe que la percepción del sonido cambia mucho, y que es necesario adaptarse a la nueva situación. Yo mismo los he probado alguna vez y aunque conseguir reducir el ruido siempre se agradece, no me convencieron. Hasta que he encontrado unos muy concretos.

Problemas del ruido excesivo

Hay dos inconvenientes principales. El primero, y que tiene efecto a corto plazo, es que ese zumbido atronador puede generar un cansancio excesivo que nos lleve a cometer errores durante la conducción. También puede provocar dolores de cabeza. Son, sin duda, motivos que no nos permitirán estar al 100% de nuestras posibilidades, lo que siempre es indeseable sobre una moto. El segundo inconveniente, también grave, es que puede provocar sordera permanente. Es absurdo que en el ámbito de la seguridad laboral existan normativas que obliguen a los trabajadores a protegerse contra el ruido y en moto no podamos protegernos con material adecuado y específico.

¿Son legales los tapones?

El Reglamento General de Circulación no menciona explícitamente los tapones para oídos como elementos prohibidos, pero no se pueden utilizar dispositivos que reduzcan la capacidad auditiva, por lo que hay motoristas que han sido sancionados por utilizarlos. Si nos ponemos exquisitos, el casco es el primer elemento que nos hace perder esa capacidad, hasta el punto de que el ruido que se genera puede hacer que no oigas absolutamente nada de lo que pasa alrededor de tu moto.

Existen tapones de diverso uso, diseñados para actividades muy concretas, profesionales y también lúdicas como natación, o sencillamente para poder dormir en ambientes ruidosos. Estos tapones son los de uso más habitual, y que, al menos a mí, no consiguieron convencerme. La clave está en poder contar, como en todo, con equipamiento técnico, es decir, dispositivos diseñados y construidos para circular en moto, y que eviten esa «reducción de capacidad auditiva».

Caja con los tapones de la prueba
Foto: I.A.

El test previo

Cuando decidí probar unos tapones «de moto» y di con estos Alpine, hice una prueba previa sin ellos. Una ruta que incluía la vuelta a casa por autovía, fijándome en lo que oía o no. Presté especial atención a los vehículos que me adelantaban, o a los que adelantaba yo, y lo cierto es que no conseguía oirlos. En mi moto naked, todo el aire me da en la cara, y mi casco Shark probablemente no sea el mejor en este aspecto. Su diseño, incluyendo unos alerones en la parte trasera, parece que está más enfocado a evitar rebufos y sacudidas de la cabeza que a evitar el ruido, delegando esta función en el carenado de una moto más «R».

El resultado es que fui incapaz de percibir a los coches que aparecían en mi retrovisor. Sólo los oía cuando ya adelantado, sus parabrisas me echaban aún más aire sobre el casco. Y como mucho, podía percibir el ruido de los camiones que dejaba a mi derecha. Resumiendo, que acabé con la cabeza como un bombo y para nada, pues tuve que confiar en el sentido de la vista porque el del oído estaba totalmente anulado por el efecto atronador del aire. Así que una vez confirmado que en moto voy sordo «de serie», quise hacer la prueba equipándome con estos tapones.

Tapones específicos para uso en moto

Como te decía, ya he utilizado en el pasado tapones de uso general, pero esta vez me hice con unos Alpine Motosafe en su versión Race. Este fabricante holandés indica que estas protecciones reducen entre unos 15 o 20 decibelios todo el espectro de audición, pero sin eliminar completamente ningún rango auditivo. En otras palabras, que aunque en algunos rangos de frecuencias la reducción sea mayor o menor, lo que se consigue es reducir el volumen que perciben nuestros oídos, pero sin eliminar del todo ningún ruido o sonido. ¿Sería cierto?

Pues manos a la obra. Tapones en los oídos y carretera. Efectivamente, desde el momento en que arrancas la moto, percibes perfectamente el motor, el clanc del cambio, el lloriqueo de la transmisión. Pero a un volumen más reducido, lo que te obliga a adaptarte, a prestar más atención, a tratar de ser más sensible con cada sonido que te llega al oído.

Una vez puestos en carretera abierta te das cuenta de que todos los ruidos están ahí. No han desaparecido. Es lo mismo que ocurre (bajado de la moto) al escuchar música con auriculares a todo trapo, y decides bajar dos puntos el volumen. Al principio parece que te estás perdiendo algo, pero al cabo de unos minutos, vuelves a percibir y apreciar de nuevo todos los matices de la música, pero sin castigarte los oídos. Esa fue exactamente mi sensación. Y al volver a la autovía, a velocidades legales, podía seguir escuchando el aire contra el casco, y mi propio motor, aunque, como ya sospechaba, tenía que seguir confiando en los retrovisores.

Pero lo más importante, es que pude hacer unos buenos kilómetros sin la matraca machacándome el cerebro, circulando más descansado y concentrado en la conducción. Si además puedo llegar a viejo con buen oído, ¿qué más puedo pedir?

El dilema entre la posibilidad de sanción y una solución muy convincente

En mi caso, comprobado, es que el pack «moto-casco» ya me produce serios problemas de audición, y que me impide escuchar ruidos y sonidos que me convendría reconocer durante la conducción. ¿Me supone un inconveniente utilizar tapones? En absoluto, al contrario. De hecho, con los tapones y el casco puesto, pude mantener una conversación con mis compañeros a un volumen normal, lo que me parece un indicio de que funcionan muy bien, cumpliendo con lo que prometen: que permiten reducir la intensidad sin filtrar del todo los sonidos.

Si has leído el libro «Cómprame una moto» ya sabrás lo que pienso a este respecto. Cumplir las normas es siempre importante, pero lo es mucho más pensar, especialmente en uno mismo cuando se trata de seguridad, como cuando aceleras bruscamente para salir de un ángulo muerto. De entrada, no creo que como tal, los tapones estén prohibidos. Otra cuestión es que mi opinión no sirva para nada y la única que cobre importancia sea la del agente que te pare y clave sus ojos en tus orejas con malos deseos. Como en otras muchas ocasiones (ahí tenemos los intercomunicadores) la ley dice las cosas de una forma tan abierta que luego resulta que no dice nada en claro y queda al albedrío de cada uno, libreta en mano.

Sería positivo que las normativas fueran mucho más claras, y permitieran explícitamente o no, el uso de protecciones auditivas específicas, o que se exija una determinada homologación para garantizar unas características mínimas de seguridad. La tramitación de una modificación en la normativa es tan lenta y costosa, que lamentablemente el texto suele ser inespecífico, y los avances tecnológicos o los requisitos de seguridad siempre van a remolque, dejando en ocasiones a los conductores con el trasero (los oídos en este caso) al aire.

Esta ha sido mi experiencia, que he querido compartir contigo. Ahora, la decisión es tuya.

SUSCRÍBETE GRATIS a Motosan.es en la en la campanita, y DEJA TU OPINIÓN debajo en los comentarios.