La firma española Macbor continúa su desembarco en el territorio del A2 con la Macbor Eight Mile 500, una naked de corte neoretro y muy urbanita denominada Street.
Esta nueva STR 500, con su innegable estilo destaca ante todo por su diseño y prestaciones, pero también por su elevada calidad tanto en sus elementos mecánicos como en sus acabados. En toda la moto se puede apreciar la vocación y el trabajo realizado para conseguir un producto atractivo, confortable, prestacional y adaptado a las necesidades de unos usuarios que precisan la moto como medio de transporte, pero también como un juguete para el ocio. Meterse en un segmento como este, con gran variedad de productos en el mercado, requiere estar convencido de su validez. La Macbor Eight Mile STR 500 es una buena prueba de ello.
Se trata de una moto multifuncional que recuerda, aunque modernizada al máximo, las motos de la década de los ochenta, las denominadas Road, y que se caracterizaban porque servían para todo: te llevaban por la ciudad, podías viajar por cualquier tipo de carretera y, si se terciaba, te metías en una pista o camino rural sin mayores problemas.
Su chasis noble en sus reacciones soporta el mismo propulsor que la Macbor Montana XR5, la Honda CB 500 o VOGE 500 AC: el conocido bicilíndrico de 471cc, fabricado por Loncin. Este motor, desarrolla 47CV a 8.500 rpm y 43Nm a 6.500 rpm y trabaja muy bien en bajos y medios, permitiendo rodar con suavidad y sin vibraciones, salvo que lo llevemos al límite. También es destacable su buena retención y su bonito sonido en bajas y medias revoluciones.
La modernidad, que la hay, la encontramos en el basculante monobrazo, en la iluminación full led y en la pantalla a color LCD en la que encontramos toda la información que deseemos; velocímetro, cuentakilómetros, cuentarrevoluciones, indicador de marcha engranada, nivel de combustible, temperatura de motor, modo del ABS así como diferentes testigos de aviso… pero sí le voy a poner un par de pegas. La primera, que con la luz incidiendo sobre él, no se aprecian bien los elementos del cuadro. La segunda “pega” es que aunque es muy completo, sí le falta un indicador de hora. Si bien no es algo estrictamente necesario en un panel de instrumentos, sí viene bien saber si llegas tarde a tu cita o al trabajo.
Pero, en contraposición, la iluminación (por cierto, Full LED) de esta moto. Os puedo decir que las luces largas de esta moto son una auténtica pasada. Todos sabemos que la iluminación de una moto es un elemento en el que muchos fabricantes se tienen que poner las pilas porque, aunque en parte es normal, ciertas motos no ofrecen la iluminación necesaria para conducir de noche sin riesgos. Pues las largas de esta Macbor es de lo mejor en iluminación que he llevado yo en una moto (y ya he probado algunas…).
La ergonomía es otro apartado que recibió mucho énfasis durante el desarrollo de la Macbor Eight Mile 500. El asiento fue diseñado con una gran libertad de movimiento en mente, tanto sentado como de pie, con un acolchado que ofrece una gran comodidad en viajes más largos, algo que también se ha tenido en cuenta, es la posición de los reposapiés, que son de aluminio. El pedal de freno o la palanca de cambios, también de aluminio, están montados sobre cojinetes de agujas para garantizar un movimiento suave.
Es, sin duda, un motor con un gran rendimiento que nos permitirá disfrutar de lo lindo en cualquier situación. Es una moto que perfectamente puede satisfacer las necesidades propias de tu transporte diario y urbano, así como también para una utilización en el ámbito del ocio. Su motor ofrece una potencia más que aceptable tanto sobre asfalto como fuera de él.
Por ciudad, su agilidad se hace patente y si le añadimos una altura al suelo apta para cualquier talla, se confirma como una buena opción para cualquiera que quiera adentrarse dentro del mundo de las motos de mayor tamaño.
Su consumo, en torno a los 4L a los 100km, es bastante contenido, y junto a su depósito de 18L, obtenemos autonomías que se aproximan a los 450km, más que interesante.
En cuanto a los frenos, doble disco delantero lobulado de 298 mm con pinzas flotantes Nissin de doble pistón y disco trasero de 240 mm con pinza Nissin. La maneta del freno delantero es regulable y el ABS cuenta con tres modos seleccionables (ABS ON, ABS OFF y desconectado sólo para la rueda trasera), para mayor seguridad sobre cualquier tipo de terreno.
Esta STR ofrece un plus de personalidad, de diferenciación. Sus llantas de radios y sus dos cortos escapes laterales le dan un aire “ochentero” que no pasa inadvertido; unos detalles a los que hay que añadir un depósito atractivo por su sencillez, un asiento confortable tanto para el piloto como para el acompañante y la carencia de inútiles plásticos. Motos Bordoy, su artífice y distribuidor, ha sabido combinar estilo, diseño y efectividad.
Equipamiento: Casco Givi, Chaqueta By City, Guantes By City, Botas Dainese.
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