Hoy ha sido un día repleto de presentaciones en MotoGP, y en WorldSBK no podían quedarse atrás con el evento del Kawasaki Racing Team en su sede de Barcelona.
Una nueva temporada del Mundial de Superbikes está a punto de comenzar a finales de este mes, y será bastante interesante por la competitiva parrilla que tiene este año el campeonato. En ella estarán dos pilotos punteros en las motos del KRT: Jonathan Rea, cinco veces campeón de WorldSBK, y su nuevo compañero de equipo Alex Lowes, vistiendo de verde tras correr con Honda, Suzuki y Yamaha en la clase reina.
Durante los test de pretemporada se ha visto cómo Jonathan Rea seguía liderando a los mandos de su Kawasaki ZX-10RR, aunque la lluvia no le permitió rodar mucho ni en Aragón ni en Jerez. Por su parte, Alex Lowes todavía tiene que conocer la moto a la perfección, pero las primeras impresiones desde fuera son bastante positivas para el piloto británico en su debut con la moto #22 de KRT.
Un nuevo desafío para el campeón
Si el título de 2019 fue importante, el de 2020 comenzará en Phillip Island con toda expectación por ver cómo lo hacen pilotos que ya demostraron de lo que son capaces, como el propio Rea, o Álvaro Bautista -que le sacó los dientes la pasada campaña-. Pero también será importante ver cómo llegan a la primera carrera Scott Redding (campeón británico de Superbikes) u otros muy prometedores como Toprak Razgatlioglu o Loris Baz.
Alex Lowes era junto a Marcel Duinker el primer invitado a subir al escenario, donde transmitía sus sensaciones al ser parte del Kawasaki Racing Team. “Ha sido fantástico. Trabajando en el paddock de WorldSBK en los últimos 5 años, si quieres unirte a un equipo es a este. Los últimos 3 meses han sido geniales, incluso mejor de lo que esperaba trabajando con Marcel [Duinker] y con todo el equipo, mis nuevos mecánicos y miembros. Ha sido genial, y una transición muy suave”, comentaba el ex piloto de Yamaha.
Por otro lado, Jonathan Rea mantenía su objetivo de cada año: luchar por vencer el campeonato cueste lo que cueste. “El año pasado fue el más duro. Pero todos los años son duros porque llegas y te enfrentas a distintos retos. El año pasado, una vez que conseguí cambiar la mentalidad para aceptar esos retos de los primeros rivales pude mantenerme centrado en el objetivo. Con el equipo seguimos trabajando y al final lo hicimos”, aseguraba el norirlandés acerca del 2019. En cuanto al presente, es cierto que dijo que “sería genial” a las 100 victorias esta temporada además de reafirmar su meta de la sexta corona en WorldSBK.
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