Dos grandes pilotos con personalidades abiertas y sonrientes que mantenían una buena relación, reconocida por ambas partes. A partir de 2003 empezaron a rivalizar por el título de MotoGP y pronto todo se enturbió. ¿Recordáis cuando y por qué? Ocurrió en Catar y de noche precisamente.
El sábado de carreras en el Losail amanecía caliente, por motivos ajenos a estar en medio del desierto, se disputaría con mucha tensión el primer Gran Premio de Catar de la historia. Valentino Rossi, en su primera temporada en Yamaha tras haber dejado Honda, fue sancionado con 6 segundos sobre su tiempo del entrenamiento clasificatorio.
Se veía obligado a abandonar la tercera fila para colocarse al final de la parrilla. Algo que podría darle alas de nuevo a su rival, Sete Gibernau, en la lucha por un título con tanto significado. Rossi había cambiado de fábrica para demostrar que el piloto aún era más importante que la moto en el motociclismo.
La sanción le había caído al 46 por saltarse los reglamentos de la Federación Internacional de Motociclismo. Algunos de sus mecánicos habían estado de noche limpiando la parrilla, justamente en el lugar donde en un principio le tocaría salir al día siguiente. Para mejorar la tracción quemaron neumático con un scooter, incluso echaron acetona.
Varias personas, entre ellos Juan Martínez (actual comentarista en Movistar MotoGP y entonces jefe técnico de Gibernau), los pillaron. No sólo lo hicieron ellos, el equipo de Biaggi también. HRC puso una reclamación formal por lo ocurrido y los dos italianos fueron sancionados antes de la carrera, debiendo ir al fondo de la parrilla.
La sanción le sentó como un tiro a Valentino Rossi que a partir de entonces tachó de su agenda de amigos a Sete y así lo declaraba:
“Gibernau es el que ha mandado esta operación de espionaje y no es la primera vez que lo hace. Ha mandado a su jefe de mecánicos, Juan Martínez, que si es alguien en el paddock es gracias a mí, porque me hacía las suspensiones”
En carrera Rossi salió muy enrabietado e intentó la remontada. En la primera vuelta ya estaba noveno mientras que Gibernau estaba en cabeza con Carlos Checa. En la quinta vuelta Valentino ya estaba cuarto pero entonces pisó la hierba en la salida de la penúltima curva y acabó por los suelos, viéndose obligado a abandonar la carrera. Gibernau se hizo con el triunfo y volvía a meterse en la pelea por la corona.
Tras ese día Valentino Rossi dijo que Sete Gibernau no volvería a ganar nunca más y lo cierto es que aquella fue su última victoria.
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