Valentino Rossi lució en el Gran Premio de Italia 2008 uno de los cascos más recordados de su carrera deportiva. En él se podía ver la cara del propio Rossi con la expresión que pone al llegar a la conocida frenada de San Donato, en Mugello.
“Cuando veo a Dios sé que es el momento de frenar”, decía Kevin Schwantz. ¿Y qué cara pones al ver a Dios? Pues no debe ser otra que la que Valentino Rossi lució en su casco hace una década en el circuito de Mugello. Pasar de 340 kilómetros por hora a 90 te sube las cejas y te abre los ojos y la boca. O al menos, es lo que le provoca a Il Dottore.
Su diseñador principal, Aldo Drudi, le preguntó en aquel momento por sus sensaciones al correr en el trazado italiano. El piloto solo pudo contestar poniendo una cara que desde entonces ha quedado guardada en la memoria de todos los que siguen el campeonato del mundo de motociclismo. Aquel casco en tonos azules, combinados con el amarillo del sol y la luna, se ha convertido en el más famoso de todos los que Valentino Rossi ha lucido en Mugello.
Como manda la tradición, Rossi presentó su casco en la última sesión de entrenamientos libres, la del sábado. Tras un gran fin de semana, volvió a ganar. Salió desde la pole y, tras perder posiciones, se colocó en cabeza en la tercera vuelta. Acabó venciendo con autoridad por delante de Casey Stoner y Dani Pedrosa. Pero 2008 sería el año de la última gran victoria del italiano en el circuito de su tierra.
Rossi lleva nueve años sin ganar en Mugello
Fue la séptima victoria consecutiva de Il Dottore en su Italia natal. También la última hasta la fecha, pues lleva nueve temporadas consecutivas sin subir a lo más alto del podio en Mugello. Y es que el motociclismo es tan caprichoso que ha frenado en seco al mismo que caricaturizó su velocidad.
