Un protagonista muy importante en la historia del campeonato, el británico Mike Hailwood, nueve veces campeón del mundo.
Estamos ante uno de los pilotos más talentosos que jamás haya participado en el Mundial de Grandes Premios. Nueve títulos adornan su palmarés, cuatro de ellos en la categoría reina, pero teniendo en cuenta un detalle: se retiró a los 27 años, dejando la sensación de que habría ganado mucho más si hubiese decidido continuar. Un caso de “abandono precoz” parecido al vivido con Casey Stoner en MotoGP esta década.
Hailwood era un piloto todo terreno, capaz de adaptarse antes que nadie a cualquier tipo de moto, cilindrada o competición. Por eso se ganó el apodo de “Mike the Bike”. Participó en el Mundial entre 1958 y 1967, compitiendo al menos cada año… ¡En tres categorías a la vez! Hubo algún año como en 1961, 1962 o 1966 en los que participó en cuatro categorías, algo totalmente inimaginable hoy en día.
Algunos fines de semana llegaba incluso a ganar tres carreras de un mismo Gran Premio, lo logró hasta en cinco veces. Sólo otro piloto ha conseguido esta hazaña del “triplete” de victorias en una sola cita mundialista, Jim Redman, que lo hizo una sola vez. Su gran rival fue Giacomo Agostini, otro de los grandes en el Olimpo y el gran beneficiado de su pronta retirada, como él mismo reconoció una vez: “Mi gran rival fue Mike Hailwood, para ganarle debías tener el día perfecto, la moto perfecta y rendir más del 100 por 100”
Y es que Hailwood no sólo era determinante en los circuitos más seguros, sino en los más peligrosos como la Isla de Man, donde conseguiría hasta 14 triunfos a lo largo de su carrera deportiva. De hecho su debut Mundialista fue en la Isla, en 1958 cuando contaba para el campeonato, acabando en el podio de la categoría de 250cc. Entre 1958 y 1960 participó en el Mundial de 125cc, 250cc, 350cc y 500cc, con distintas marcas como NSU, Norton, Mondial, Ducati o AJS. Así conseguiría sus primeras victorias y podios, llamando la atención del Conde Agusta para contratarle.
En 1961 compaginó las categorías de 350cc y 500cc con MV Agusta, con las de 125cc y 250cc con Honda. ¿Sería demasiado? Para nada. Así conseguiría el primer título para Honda en 250cc y el subcampeonato en 500cc. A partir de 1962 se centraría más en las categorías de 350cc y 500cc con MV Agusta, aunque participase en otras categorías por placer con una MZ habitualmente.
Desde ese 1962 hasta 1965 conseguiría sus cuatro títulos de 500cc, venciendo todas las carreras en las que tomó parte. Su pilotaje y su mecánica estaban por encima del resto. Entonces sucedió que llegó Agostini y durante 1965 fueron compañeros de box en MV Agusta. Hailwood entonces decide aceptar la oferta de Honda para en 1966, intentar llevar a la marca japonesa a lo más alto en el Mundial.
Mientras que en 250cc y en 350cc se encontró con una moto competitiva, Hailwood tuvo que enfrentarse con una difícil 500cc para enfrentarse a Agostini y MV Agusta. “Nadie en la fábrica tenía la menor idea de lo mala que era aquella Honda “4” porque nadie había ido deprisa con ella” – reconoció una vez. Tenía el mejor motor, algo que forma parte del ADN de Honda, pero una moto frágil y compleja.
Durante 1966 y 1967 Hailwood se lleva los títulos de 250cc (frente a Read) y 350cc (frente a Agostini) pero queda subcampeón en 500cc, compaginando tres categorías con máximas aspiraciones. En su última temporada (1967), empató a puntos en 500cc con Agostini/MV Agusta y también igualó a victorias, decidiéndose el campeonato a favor del italiano por tener un segundo lugar más. Además, Hailwood perdió esa corona que le hubiera encumbrado por un fallo mecánico en la caja de cambios de su Honda, en la última carrera disputada en Monza.
Hailwood se fue a Japón para empezar a trabajar en la moto de 1968 cuando la cúpula de Honda le informó: habían decidido retirarse del Mundial. Entonces le ofrecieron 50.000 libras de la época para que no volviese a competir en motos, guardándose la opción de volver a pilotar juntos si la marca japonesa decidía volver. Hailwood aceptó porque a sus 27 años y tras ganarlo todo en el Mundial, veía el momento perfecto para dedicarse al automovilismo.
“Mike the Bike” tomó parte en 50 Grandes Premios de Formula 1, consiguiendo dos podios. Allí es más recordado por su valentía al salvar la vida del piloto Clay Regazzoni. Sí, el que sale en la película de “Rush” como compañero de un joven Nikki Lauda. Durante el Gran Premio de Sudáfrica ’73, vio el coche de Regazzoni en llamas y Hailwood decidió detener su vehículo para sacarlo del coche, arriesgando su propia vida.
En motociclismo aún le quedaría una hazaña que le encumbraría como una de las más grandes leyendas de nuestro deporte. Tal vez el más grande que menos gente conoce en la actualidad, al nivel de otros como Agostini o Rossi. Tras haber dejado el motociclismo en 1967, aparecía en la Isla de Man en 1978, más de una década después para competir a sus 38 años.
Con mucho menos pelo y un llamativo bigote, participó en la categoría Fórmula TT a mandos de una Ducati 900SS, derrotando a Phil Read, su antiguo rival, que participada con Honda. Al año siguiente, esta vez con una Suzuki, volvería a ganar en la categoría 500cc Senior TT, lo que supuso su decimocuarta y última victoria en la Isla de Man.
9 Títulos Mundiales en Grandes Premios (4 de 500cc), 76 victorias, ganando hasta tres carreras en un mismo día, compitiendo hasta en cuatro categorías en un año. Su retirada prematura con 27 años sólo impidió ser el más grande de la historia. Para mí está en lo más alto junto a Agostini, Rossi y Márquez en la historia de nuestro deporte.
Lamentablemente, dos años después de su total retirada de la competición, mientras iba con sus hijos Michelle y David en el coche, se vio involucrado en un accidente sin tener culpa alguna. El gran “Mike the Bike” que tantas veces había burlado la muerte yendo al límite en moto, la encontraba en un accidente de tráfico. También perdió la vida su hija, aunque no su hijo.
Todos nos vamos algún día, pero Hailwood vivió y nos dejó como una auténtica leyenda, partiendo antes de tiempo tras haber logrado cosas que nadie más ha podido hacer, en el Mundial que hoy en día conocemos como MotoGP. “For the love of the sport, right, Mike?” Somos muchos los que amamos este deporte por pilotos como tú.
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