Hoy nos centramos en el motociclismo femenino con una protagonista, la piloto alemana Katja Poensgen que participó en el Mundial de 250cc con el cambio de siglo.
El motociclismo femenino sigue buscando su lugar dentro de MotoGP, de hecho durante esta temporada que ha finalizado, sólo María Herrera ha participado en la novedosa categoría de Moto-E. En Moto3, Moto2 y por supuesto MotoGP, ni una sola mujer en la competición, demostrando que algo ocurre que debería cambiar. Aunque no será para 2020 donde no contaremos con ninguna fémina.
Mientras que en otros deportes como el tenis, las mujeres tienen un estatus, dinero y campeonas constantemente, en el motociclismo sólo nos encontramos un caso de éxito en toda la historia. La reciente de Ana Carrasco al proclamarse campeona del mundo de Supersport 300 en 2018. Este año no ha podido renovar la corona pero la ha defendido con honor, acabando tercera.
Desde Motosan analizamos a fondo los detalles de la situación del motociclismo femenino, con diferentes opiniones y soluciones para que las mujeres piloto pudieran competir con apoyo económico, mientras tanto sólo podemos repasar a esas chicas sobresalientes, que en el Mundial de Grandes Premios aún no han subido al podio, pero han conseguido puntuar. Una de ellas, la protagonista del #Faltan de hoy.
Katja Poensgen participó en 250cc en la temporada 2001, llamando mucho la atención. Aunque los resultados no le acompañaron, con un 14º lugar en Mugello como mejor posición. Al terminar aquel año confirmó que no participaría la temporada siguiente por no contar con el apoyo económico, partiendo hacia el campeonato alemán de Superstock con una Suzuki GSX-R 1000.
Tuvo que despedirse del campeonato pero no se cerraba la puerta para regresar al Mundial, entonces decía: “Correré en el Campeonato de Superstock IDM con una Suzuki, pero no quiero firmar ningún contrato con un equipo porque quiero estar disponible si llega la oportunidad de regresar a los Grandes Premios. Mi objetivo es llegar a correr en la categoría de MotoGP”
Tras un año fuera del Mundial, para 2003 la carismática piloto regresaba al campeonato con una Honda de 250cc y las esperanzas renovadas por conseguir resultados. Su estado de forma era óptimo y declaraba antes de empezar: “He comido un poco de puding de Navidad la semana pasada pero me mantengo en buena forma y sigo mi programa de entrenamiento físico, con mucha piscina, `footing´ y trabajo en el gimnasio. Empecé este programa el pasado verano, ya pensando en mi regreso a los GP, y he trabajado duro, por tanto estoy más que preparada para mi primer test”
Lamentablemente la alemana no consiguió adaptarse bien a la moto y sufrió algunas caídas fuertes que le produjeron lesiones. Sólo pudo tomar la salida en 10 carreras y no puntuó aquel 2003, quedándose sin sitio de nuevo para la temporada siguiente. Su carrera como piloto en MotoGP había acabado, aunque participase en otras disciplinas y copas durante años.
En 2004 la vimos por el paddock del Mundial aunque ha haciendo otras funciones, a sus 27 años en el Gran Premio de casa, Sachsenring, realizó una colaboración como comentarista en la televisión alemana. Puede que os parezca que sus resultados no fueron brillantes, sólo dos puntos en su carrera deportiva, pero no hay que olvidar que fue la primera mujer que sumó puntos en la categoría de 250cc en toda la historia. Sin duda el motociclismo femenino tiene muchas cotas aún para conquistar y hace falta un cambio en lo establecido.
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