El piloto mallorquín explica en El Mundo cómo vivió la noticia de la marcha de Suzuki del Mundial de MotoGP.
Joan Mir no ha tenido un fin de semana fácil en Le Mans. Desde la confirmación de que Suzuki se va del Mundial hasta la suma de su segundo cero de la temporada. El mallorquín ha explicado en El Mundo que está ahora mismo en una situación extrema al no tener hueco para el 2023. También da a entender que su carácter tranquilo sobre la moto es algo más que favorable. Sobre ello, su futuro, el Mundial del 2020 y su vida personal habla en una entrevista distendida.
Un Mir que no suele usar mucho las redes sociales. Como deportista profesional, no incide mucho en mostrar lo que hace y lo que no, algo que se explica porque prefiere mantener al margen lo personal con lo profesional. “No es algo que haya planeado, pero es así. Valoro mucho mi tiempo, mi intimidad, mi familia. A otros pilotos les gusta exponer todo lo que hacen y ganan más seguidores con eso que con sus resultados. A mí no. Supongo que es también mi carácter. Quién me sigue lo hace por lo que hago con la moto y ya está. No lo sospechaba para nada. La noticia fue dura, muy ‘heavy’. Primero nos lo dijeron a nosotros y, luego, al resto del equipo en una reunión a la que nos quedamos. Fue un bajón. Lo primero en lo que pensé fue en los trabajadores”.
El futuro, lejos de Suzuki y la complicada tarea de seguir motivado en 2022. “Estoy en el mercado, esa es la realidad. Gracias a Dios tengo ofertas. Estaba para firmar y ahora mi manager tiene trabajo. Lógicamente me gustaría tener todo arreglado cuanto antes mejor. Es difícil de gestionar. De alguna manera, la motivación es acabar lo mejor que se pueda, a ver si podemos luchar por el título. Puede ser que haya un bajón en el equipo, sería lo normal, aunque creo que todos queremos terminar bien este proyecto tan especial”.
Lo que Mir tiene claro es que, independientemente de dónde esté en 2023, su claro objetivo es ser de nuevo Campeón del Mundo. El mallorquín, además, deja muy claro que el Mundial del 2020 tiene un valor incalculable. “Sé que soy capaz de ganar más y estaría muy bien ganar en un año normal. Pero el Mundial de 2020 tiene mucho valor para mí. Entiendo la pregunta, pero es que es un título que se ganó por inteligencia, por regularidad, por atacar cuando se tenía que ganar. Fue un año muy atípico, pero cada vez que lo pienso le doy más mérito, no menos”.
Aún así, el 2020 fue un año inolvidable. “Cuando se habla de mi Mundial se valoran cosas, pero nunca se dice que gané con una Suzuki, que llevaba 20 años sin ganar, por ejemplo. Me disgusta porque no se me da mérito. Tengo 24 años, de momento llevo dos Mundiales y sigo luchando por más. Espero que en un futuro se valore de otra manera”.
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