El piloto mallorquín ha conseguido un excelente resultado en el Circuit de Barcelona, con remontada incluida y dejando atrás las malas sensaciones.
Joan Mir se ha reencontrado con su mejor versión. Hace unos años el piloto de Suzuki ya acostumbró a todo el mundo a ser capaz de remontar muchas posiciones. Normalmente el mallorquín nunca ha sido un gran piloto de sábados, pero siempre ha equilibrado dicha carrera con buenas carreras. Este fin de semana le estaba saliendo todo mal, al hilo de Mugello. En el Gran Premio de Catalunya salía muy atrás, en decimoséptima posición. Finalmente, ha terminado cuatro.
Todo empezó con una salida excepcional. “Sí, la primera vuelta y la primera parte de la carrera fue muy buena. Hoy reunimos buena información que usaremos para las pruebas de mañana. El comienzo fue excelente y también pude hacer algunos buenos adelantamientos al principio. Vuelta tras vuelta la situación fue empeorando y resurgieron los problemas para parar la moto. Fuimos lo suficientemente buenos para obtener una quinta posición, pero con el error de Aleix logramos hacer el cuarto. Lo siento por él pero aprenderá de este error, ya le ha pasado a muchos pilotos. Debe estar orgulloso de la carrera que hizo”.
El propio Joan Mir reconoce que sobre todo el sábado tuvo muchos problemas. “Sabía el problema que teníamos y era muy difícil manejar los neumáticos nuevos. Pero en ritmo, estábamos muy cerca de los líderes, nos faltaba la vuelta rápida y la capacidad de adelantar, sobre todo en la parte final. Comenzar 17 y terminar cuarto, diría que es un buen resultado. El podio hubiera sido aún mejor pero hoy nos faltaba algo”. Precisamente, unos problemas que mañana en el test que harán los equipos de MotoGP en Montmeló intentarán resolver. “El mañana será muy importante; tenemos algunos problemas que resolver. Conseguimos sumar algunos puntos aquí y ahora tenemos que poder quedarnos con los de delante y estar en el podio constantemente”.
Uno de los temas recurrentes tras la carrera es lo ocurrido con Aleix Espargaró, algo que a cualquiera le puede pasar. “En la última vuelta miré mi salpicadero, pero cuando vas a 300 por hora hay que estar concentrado. En un momento pensé que había acabado o que su Aprilia tenía un problema, luego vi que Zarco estaba empujando y entendí lo que estaba pasando. Es difícil de explicar, pero cuando conduces una MotoGP, das 25 vueltas al límite, es fácil cometer un error. Seguro que Aleix no lo vuelve a hacer”.
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