Dixon habla tras el accidente y emite un mensaje de tranquilidad.
Durante la última sesión de entrenamientos libres de Moto2 en el circuito de Losail, Qatar, el piloto Jake Dixon sufrió un accidente que lo dejó hospitalizado. El incidente ocurrió el pasado sábado cuando Dixon salió disparado de su moto Kalex en la curva 13, pasando violentamente por encima del manillar. A pesar de la gravedad del incidente, Dixon emergió del caos por sus propios medios, un testamento a su coraje y determinación. Sin embargo, la alegría de su supervivencia se vio ensombrecida por el diagnóstico médico: una lesión en los pulmones, una consecuencia dolorosa del impacto.
La noticia de su lesión llevó consigo una nueva realidad: la imposibilidad de regresar a casa de inmediato. Dixon compartió sus pensamientos sobre la situación, ofreciendo una mirada franca a su experiencia: “Después de un accidente tan grande en Qatar no me permitieron volar a casa porque tenía algunas cosas mal debido a un accidente tan grande y un impacto tan grande. Lo principal es que mi pulmón no estaba en condiciones de volar”.
A pesar de la adversidad, Dixon encontró consuelo en el cuidado recibido por el personal médico en Qatar, así como en el apoyo de la comunidad de MotoGP en su conjunto. Sus palabras de agradecimiento resonaron con la sinceridad de alguien que reconoce la importancia de la solidaridad en tiempos difíciles: “Quiero agradecer a todos los involucrados, al personal médico aquí en Qatar, a todo el personal médico de Dorna y a todos los involucrados en MotoGP por llevarme al hospital de manera segura y realizarme todos los escaneos correctos y asegurarme de que estoy en buenas condiciones”.
Jake Dixon provides an update to his condition
safe and speedy recovery Jake🩷
📹 @jakedixonracing pic.twitter.com/ja35aB9PRx
— MotoGP on TNT Sports (@motogpontnt) March 14, 2024
Sin embargo, su gratitud se extendió aún más, hacia aquellos que lo habían apoyado en un nivel más personal durante este período de prueba. Dixon reconoció el papel fundamental de su equipo y su gerencia, especialmente en el cuidado de su esposa en un momento de angustia: “Gracias a mi equipo, obviamente, y a mi gerencia, que me ayudó no solo a mí, sino también a mi esposa porque ella estaba allí sola y yo, en ese momento, no estaba cooperando adecuadamente”.
A medida que los días pasaban y se programaban más exámenes médicos para el domingo, Dixon mantuvo viva la esperanza de un regreso pronto. Su viaje hacia la recuperación era un recordatorio de la resiliencia del espíritu humano y la capacidad de encontrar luz en los momentos más oscuros. Aunque el camino hacia la recuperación era incierto, Jake Dixon se aferraba a la promesa de un futuro brillante mientras seguía adelante, listo para enfrentar los desafíos que le esperaban en el horizonte.
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