Beryl Swain se convirtió en 1962 en la primera mujer en competir en el Mundial de Motociclismo.
En la actualidad, el motociclismo femenino está creciendo cada vez más desde cualquier puesto de trabajo relacionado con este deporte, ya sea como pilotos, mecánicas, ingenieras, responsables de prensa… pero todo empezó con Baryl Swain, quien fue la primera valiente en participar en el Mundial de Motociclismo de forma individual. No fue la primera mujer que se dejó ver por el TT, ya que tenemos ejemplos como el de Inge Stoll en 1954, que fue compañera en sidecares de Jacques Drion.
Beryl era secretaria, pero también tenía una gran pasión por las motos, mundo en el que se introdujo tras casarse con Eddie Swain, propietario de un taller de motos. Ella era considerada una mujer adelantada a su tiempo, y lo demostró.
Su debut, el debut de todas las mujeres en el Mundial, se produjo en uno de los eventos más míticos y a la vez peligrosos del deporte de las dos ruedas que ya no se encuentra dentro del calendario mundialista, el TT de la Isla de Man. Allí no solo se convirtió en la primera piloto en correr en el Mundial, sino que también fue la primera mujer que terminaba una carrera en este certamen. Beryl Swain fue vigésimo segunda en una parrilla de veinticinco pilotos, pero su participación fue criticada por diversos sectores, entre ellos la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), que hasta le llegó a retirar la licencia de piloto porque en aquella época se consideraba que el motociclismo era un deporte demasiado peligroso y las mujeres no podían participar en algo de estas características.
La piloto británica corría en la categoría de 50 centímetros cúbicos, ya había corrido en otros circuitos como Brands Hatch o Snetterton previo salto al Mundial, y quería seguir participando en competición pero, a pesar de los apoyos que tuvo para continuar con las motos, nunca volvieron a aceptarle la licencia.
Beryl Swain falleció en mayo de 2007, fue una mujer que peleó por una causa común y por su particular sueño de ser piloto, y aunque tuvo que colgar el mono sin poder ver recompensados sus esfuerzos a corto plazo, diez años después de su retirada todo cambió, y las mujeres volvieron a estar presentes en el TT Isla de Man. Desde ese momento año a año aumentan las mujeres que quieren dedicarse al motociclismo y los logros que se están consiguiendo son admirables, como la victoria de Ana Carrasco en el Mundial de Supersport 300, pero aún sigue quedando mucho por hacer.