El piloto lamenta la falta de rendimiento en los primeros compases de carrera y apunta a un problema recurrente.
Álex Rins ha hecho autocrítica tras un fin de semana especialmente complicado en el GP de Aragón. El piloto catalán ha reconocido que el patrón que arrastra desde varias carreras vuelve a repetirse: sufre al inicio, pero logra rodar muy rápido en las vueltas finales, algo que le genera frustración y muchas dudas. Rins fue contundente al afirmar que no se trata de un problema de puesta a punto, ya que la base de su moto se mantiene estable carrera tras carrera. Señaló a nuestra compañera Alba Casares, que las altas temperaturas y la falta de agarre fueron factores determinantes, y avisó de que este mismo escenario podría repetirse en Montmeló. Además, adelantó que el lunes probarán novedades aerodinámicas y componentes técnicos para intentar revertir esta tendencia.
Rins analizó con frustración el comportamiento de su moto a lo largo del fin de semana. «Ha sido un fin de semana complicado, la verdad. Por las mañanas siempre íbamos algo mejor que por las tardes. Lo único que la sprint y la carrera larga han sido por las tardes cuando más calor hacía, pero tenemos que encontrar algo. No es normal que pasadas las 12 vueltas sea capaz de rodar en 47 bajos, haciendo mi vuelta rápida, la penúltima vuelta en 47 .0. Y al principio no era capaz de ir más rápido de 48, a 1 segundo de diferencia.»
El piloto insiste en que el problema no está en la puesta a punto, sino en un patrón que se repite carrera tras carrera. «La pregunta es: ¿qué pasaría si pudiera rodar igual de rápido al principio que al final? No sé. Tienen tienen que trabajar porque es cada carrera, en Silverstone también pasó. Al principio sufrimos mucho y al final fuimos capaces de rodar muy rápido. Y ha vuelto a suceder aquí. Entonces no creo que sea una cosa de puesta a punto. Sí que es cierto que el año pasado cada sesión cambiábamos la moto para arriba, para abajo, abierta o cerrada. Este año tenemos ya una buena puesta a punto. La moto la tocamos muy poco, pero esto es frustrante. Es frustrante porque da igual, aún saliendo quintos, si saliera en primera fila me pasaría lo mismo.»
«Sabíamos que íbamos a sufrir»
Rins asumió que el bajo agarre y las altas temperaturas jugaron en su contra y advierte que el problema se repetirá. «Ya sabíamos que íbamos a sufrir. Es un circuito con poco agarre. Entonces cuando hace calor hay poco agarre y sufrimos más. En Montmeló, nos volverá a pasar lo mismo. Pero es lo que hay.»
Pese a las dificultades, se sorprendió del ritmo alcanzado en las últimas vueltas. «Hemos rodado muy rápido. Y yo, cuando a un cierto punto de carrera he visto el dashboard y he visto que está haciendo 47.4, 47.3 me he quedado flipando. No esperaba ir tan rápido al final.»
Rins afronta el test del lunes con varias novedades técnicas por evaluar. «El lunes tenemos cositas a probar, aerodinámica nueva. Tenemos que probar otra vez un basculante que trajeron en Silverstone. Volvimos a probar aquí, pero lo quitamos, volvimos al estándar y cositas de electrónica.»
Para finalizar, destacó el apoyo del público y tuvo un gesto de agradecimiento con los aficionados. «Había muchísima gente en el circuito. Me he parado ahí, en el final de la recta de atrás a lanzar los guantes de agradecimiento. La verdad es que mola.»
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