El piloto italiano, que esta temporada empieza su aventura con Aprilia, no está teniendo el inicio de temporada deseado. A pesar de las dificultades, el que fuera piloto de Ducati y de Suzuki se muestra contento con sus progresos y no se arrepiente de haber fichado por la marca italiana.
La temporada 2019 se está caracterizando por tener luces y sombras en su parrilla, pilotos que están brillando con fuerza como Álex Rins o, por contra, otros que están decepcionando. Es el caso de Zarco con la KTM, Jorge Lorenzo con la Honda o el de Andrea Iannone con la Aprilia. Este último acumula solo seis puntos tras las tres primeras carreras, siendo superado regularmente por su compañero de equipo, Aleix Espargaró y con un duodécimo puesto como mejor resultado hasta la fecha.
El paso de Suzuki a Aprilia, visto por muchos como un paso atrás en su trayectoria deportiva o incluso como una última oportunidad no está teniendo el inicio deseado para Andrea Iannone. Sin embargo, el piloto italiano reconoce en declaraciones a GPOne que está satisfecho con el trabajo que están haciendo, así como con el ambiente que ha encontrado en la fábrica de Noale. “Creo que yo necesitaba a Aprilia y Aprilia me necesitaba a mí. Me están prestando mucha atención y me siento cómodo a pesar de los resultados”, afirma el piloto de Aprilia.
Iannone va más allá relatando su situación dentro del equipo, y reconoce que a pesar de haber sufrido mucho a nivel de resultados –en Termas de Río Hondo fue el último tanto el sábado como el domingo–, su mentalidad sigue siendo positiva. “Podría estar de mal humor tras el resultado en Argentina, pero estoy feliz y en paz”, reconoce el italiano. “Estoy tranquilo –sigue Iannone– porque conozco los problemas que hemos encontrado. Muchos se deben a la inexperiencia de mi equipo. En MotoGP, hay mucho que entender para manejar todos los aspectos. Una modificación del basculante, por ejemplo, requiere modificaciones adicionales de la electrónica. Debemos mantener todo bajo control”.
Tareas de piloto probador
Si algo ha caracterizado la figura de Andrea Iannone durante su trayectoria en MotoGP es que siempre ha piloto motos que, en mayor o menor medida, ya estaban preparadas para ser competitivas. La Ducati en 2016 o la Suzuki durante los dos últimos años ya eran motos preparadas para lograr buenos resultados. Sin embargo, ahora, en Aprilia, la situación es distinta. La RS-GP es una moto en contínuo desarrollo, lo que hace que cada salida a la pista no se limite a buscar un buen tiempo, sino en extraer información importante para intentar mejorar la moto. A este respecto, Iannone afronta con entereza el reto “Trato de hacer ambas cosas. Nuestro principal problema en la carrera es que también debemos trabajar en el desarrollo de la bicicleta. Si queremos progresar, debemos aprovechar todo el tiempo que tengamos, incluso durante el fin de semana de carreras. Si estuviéramos más cerca de los mejores, podríamos hacer un trabajo diferente. Pero nuestra situación actual nos permite tomar más riesgos”, concluye The Maniac.
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