El COVID-19 ha obligado a modificar gran parte del calendario de MotoGP previsto. Sin embargo, ¿cómo puede afectar el cambio de fechas a los pilotos?
La palabra coronavirus se ha convertido en la gran preocupación en todo el mundo. Este nuevo brote de virus ha obligado a parar el mundo, cancelándose eventos, fiestas y también dejando de lado el deporte, entre ello el mundial de MotoGP. Hace algunas semanas estaba previsto que la temporada diese el pistoletazo de salida en el circuito de Losail en Qatar. Sin embargo, la rápida propagación del virus obligó a las instituciones qataríes a cancelar todos los vuelos procedentes de las ciudades con mayor número de casos, entre ellos Italia.
Los peores presagios
Finalmente, lo que parecía ser algo pasajero se ha acabado convirtiendo en un grave problema a nivel mundial que, por desgracia, ha obligado a parar el mundo para poder combatir lo que ya ha sido denominado pandemia del COVID-19. A pesar de ello, los máximos dirigentes del mundial de MotoGP ya trabajan para ajustar el nuevo calendario cuando termine todo esto. Unos cambios que podrían cambiar todos los planes de futuro de los pilotos.
Un ajuste que, también, puede ser decisivo a la hora de saber qué pilotos podrán o no estar luchando por las posiciones delanteras pues, como Valentino Rossi afirmó en el pasado Gran Premio de Valencia, tan solo una semana de diferencia a la hora de disputarse la carrera puede ser decisivo para la climatología, los neumáticos y, por consiguiente el rendimiento de cada piloto.
“En los últimos años hemos tenido invierno en este Gran Premio“, explicaba Rossi en una rueda de prensa durante el Gran Premio de Valencia del año pasado. “El año pasado llovió de jueves a domingo y pese a que este año fue en seco, por la noche tuvimos cinco grados. Quizás sea más inteligente competir en València antes de la gira asiática y terminar el año en Sepang a cuarenta grados“.
Un cambio que puede ser determinante
Sin embargo, los últimos acontecimientos han hecho que las peores previsiones de ‘Il Dottore’ se cumplan pues, con los ajustes que se han tenido que llevar a cabo, el Gran Premio de Valencia pasaría a disputarse el 29 de noviembre, dos semanas más tarde de lo previsto. Una fecha que, como ya se demostró en el pasado, puede dejar tras de sí una carrera en lluvia. Decisiva en la mayoría de casos ya que, estas carreras suelen ser beneficiosas para el actual Campeón del Mundo de MotoGP, Marc Márquez. Y, para muchos otros pilotos de la parrilla una lotería.
Por otro lado, una bajada de las temperaturas puede ser vital en cuanto a los neumáticos se refiere. En muchas ocasiones se ha visto como los pilotos sufren a la hora de calentar los neumáticos o, por el contrario, sobrecalentarlos. Uno de los determinantes que también pueden ser importantes a la hora de cambiar el calendario de MotoGP. En el caso de que las carreras previstas en mayo, es decir, Jerez, Le Mans y Mugello no pudiesen celebrarse, sería posible alargar el calendario hasta navidades, algo insólito. Pero que, sin embargo, puede dejar escenarios que pasarán a la historia.
Además, uno de los temas que más preocupan a los pilotos de MotoGP viene determinado por el parón veraniego. En caso de que, el mundial diese comienzo en junio o julio, los pilotos tendrán que disputar prácticamente todo el calendario que sea posible sin apenas descanso. La presión sometida más la falta de descanso puede ser determinante para saber que pilotos aguantan los últimos ataques en el final de temporada. Un juego físico pero también psicológico que dejará un solo vencedor.
Más MOTOS cada día en MOTOSAN.ES, ¿Te SUSCRIBISTE ya en la CAMPANITA? ¡Es GRATIS!
