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Wayne Rainey, “Mister Perfecto”

1 Ene. 24 | 14:30
Faltan Rainey MotoGP
Foto M. Mothes

Wayne Rainey. Era difícil encontrar algo que no hiciese bien, rozando la perfección con constancia en casi todas las facetas.

Wayne Rainey nació en Downey (California) el 23 de octubre de 1960. Tricampeón del mundo de 500cc es muy recordado por sus duelos contra Kevin Schwantz sobre su Yamaha YZR, colores Marlboro. Curiosamente, uno de sus mayores rivales fue quien le apoyó y le mostró el camino a seguir, Eddie Lawson. En 1982, Lawson pidió a Kawasaki que lo fichara como piloto número 2 para el equipo oficial en el AMA SBK.

Rainey sería tercero en 1982 y en 1983, ya con Lawson en el Mundial de 500cc, se haría con el título americano. En 1984 Kawasaki dejaba el campeonato y se le habría la oportunidad de ir al Mundial dentro del nuevo equipo que un recién retirado, Kenny Roberts, estaba montando con Yamaha en 250cc. La cosa empezaba bien, al conseguir la victoria en las 100 Millas de Daytona tras un emocionante duelo contra Sito Pons, que acabaría cayendo.

La temporada no salió como esperaba por diversos factores. Circuitos desconocidos, un equipo y piloto sin experiencia, hicieron que acabase octavo en el campeonato y con sólo un éxito a reseñar, su primer podio, curiosamente en el circuito de Misano, el circuito que vería el final de su carrera deportiva años después. Tras la decepción Rainey regresaba a casa, al AMA SBK, esta vez con Honda para 1985.

En 1987 se encontraría de frente con Kevin Schwantz y Suzuki, disputándose el campeonato americano. El #34 ganó más carreras, pero Rainey fue más regular para conseguir su segunda corona del AMA, antes del salto definitivo al Mundial de 500cc. Ahí empezó su gran rivalidad que luego se trasladaría al Mundial. “Desde los entrenamientos, la cuestión con Schwantz consistía en no dejar dormir tranquilo al otro la noche antes de correr”.

Su debut en 1988 fue de nivel, siendo regular en los puestos delanteros con salidas que aún son recordadas. A final de año había conseguido más puntos que Schwantz, había terminado en tercer lugar tras su amigo Lawson y el australiano Gardner. Además de ganar su primer Gran Premio en Donington Park. En 1989 viviríamos el duelo Rainey/Dunlop/Yamaha contra su amigo Lawson, con neumáticos Michelin sobre Honda. Aquel año Schwantz ganó más carreras, pero el título estuvo entre Rainey y Lawson, cayendo del lado de este último tras una caída clave de Wayne en Anderstorp.

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El equipo de Roberts, donde militaba Rainey, se potenciaba en 1990. Marlboro dejaba a Agostini y se iba con Roberts. Por otro lado Yamaha, le otorgaba la oficialidad a la vez que contrataban a Lawson, para competir al lado de Rainey. Los neumáticos serían Michelin en vez de Dunlop. La pronta lesión de Lawson, dejó en bandeja el liderazgo del equipo a Rainey, que conseguiría su primer título de 500cc.

La regularidad en el podio del californiano era increíble, pieza clave para luchar por el título. A día de hoy aún está entre los TOP con un 77,11% de podios en las carreras disputadas en la categoría reina. Sólo para que sirva de referencia, Marc Márquez tiene a finales de 2019 un 74,80% o Rossi un 57,89%. Se le podían ganar carreras pero para quitarle el título a Rainey, había que estar siempre ahí delante, rozando la perfección. “Es mejor no fallar nunca que triunfar nueve veces y fallar una vez” – Reconoció una vez.

Sus vertiginosas salidas con neumáticos fríos y su regularidad eran sus puntos fuertes. Con la cabeza muy bien amueblada, conseguía el equilibrio entre la determinación por un buen resultado y mantenerse encima de la moto sin cometer errores. Rainey repetiría la corona de 500cc en 1991 y en 1992, donde aparte de merecerlo tuvo la “suerte del campeón” tan necesaria que le faltó a Schwantz y Doohan.

En 1993 Yamaha dio un paso atrás y Rainey se veía en dificultades para enfrentarse a Schwantz, que al fin tenía una Suzuki equilibrada. A falta de cinco carreras para acabar la temporada, estaba a 23 puntos de Schwantz, pero Doohan tira al #34 y lo lesiona en Donington Park. Rainey recupera el liderato tras Brno, aprovechando la ocasión. Con tres pruebas por delante en circuitos favorables a su estilo como Misano, Laguna Seca y Jarama, parece tener controlado el cuarto título consecutivo de 500cc. La suerte le sonreía una vez más, pero estaba a punto de cambiar del golpe.

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Lamentablemente su carrera deportiva se acabó de forma brusca con una lesión. Lideraba la carrera de Misano ’93 cuando sufrió un violento “highside” en la curva uno, con tan mala suerte que mientras daba vueltas por la graba sintió un dolor muy fuerte en su espalda. Pronto descubrió que no podía mover las piernas por una lesión medular. Había perdido el título y nunca podría volver a competir contra Kevin Schwantz, quedando postrado para siempre en una silla de ruedas.

Aquel fue un duro golpe para el campeonato, pero Rainey una vez más demostró su inteligencia para asumir bien su nueva situación. Años después regresó para montar su equipo de 500cc con Yamaha, donde tuvo pilotos como Harada o Capirossi, con el que ganó en Eastern Creek ’96. En la actualidad en el presidente de MotoAmérica, el campeonato de motos más importante en Estados Unidos.

Rainey salía siempre a ganar el Mundial, sabiendo hacer podio cuando la situación lo requería. Y como dijo una vez, él salió a jugar seis veces en 500cc, tres veces ganó y tres perdió, por eso tres coronas alumbran su palmarés entre uno de los mejores de la historia. Schwantz podrá decir que ganó una carrera más que Rainey, pero “Mister Perfecto” ganó más títulos que finalmente es lo que más vale.

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