En una conexión en directo con ‘El Hormiguero’, Marc Márquez contaba como está viviendo el confinamiento en su casa de Cervera con su hermano.
Estar confinado en casa es una situación complicada para todo el mundo, sin embargo, para un ocho veces campeón del mundo como Marc Márquez todavía lo es más. Por el momento, el inicio del mundial es una cuestión a resolver y mientras tanto, los pilotos tienen que intentar seguir con su rutina de entrenamiento y preparación previa a la primera carrera del año, por el momento, el Gran Premio de Alemania, el 21 de junio.
La convivencia de los hermanos Márquez
Todo esta situación, además, se complica si con la persona con la que compartes las 24 horas del día es tu hermano y compañero de equipo. Un momento que parecen estar viviendo los hermanos Márquez quienes afirman pelearse, pero con algunas normas inquebrantables. “No se puede llegar a las manos, objetos blandos sí pero no manos. Se va el calmante en el muslo y en el hombro, pero ya está (risas). Llega una edad que ya duele, de pequeño sí pero ya no“.
Sin embargo, entre pelea y pelea también hay hueco para trabajar en el inicio de temporada. Ya se pudieron ver los primeros piques como compañeros de equipo en la primera carrera virtual del año donde el pequeño de los hermanos resultó vencedor. A pesar de la veteranía de su hermano con la Honda, parece que para Álex la cosa es muy sencilla cuando se pilota a través de los mandos de la PlayStation.
“Somos compañeros de equipo, pasando la cuarentena en casa, pues ya ves. Si uno entrena, el otro tiene que hacer una flexión más (risas)”. Sobre la segunda carrera virtual: “Este fin de semana tenemos otra y te aseguro que va a volver a ganar. La Playstation es para gente que tiene mucho tiempo libre. Nunca se me ha dado muy bien, me defiendo pero mi hermano se le da muy bien. En el asfalto es otra cosa. Cuando mi hermano me gana en el juego le digo: ‘dedícate a eso’”, comentaba entre risas. A pesar de ello, reconoce que la rivalidad siempre se queda en la pista y que fuera de ella son un equipo. “De pequeños competíamos en todo, ahora la dejamos en la pista y fuera de ella nos ayudamos mutuamente“.
Una situación inestable
Durante la cuarentena hay mucho tiempo para aprender hobbies nuevos o mejorar los ya presentes. Sin duda, este sería el caso de Marc Márquez y la cocina pues, como reconocía el ’93’, la cocina no es lo suyo. “Podría sobrevivir con algo a la plancha o pasta hervida. Leo los minutos que debe de estar la pasta en el agua“, seguían las risas. Aunque también ha tenido tiempo para limpiar. “He limpiado más estos días que en toda mi vida. Cansa más, es hacer deporte también“, bromeaba.
Por el momento, la cuestión a resolver es cuando podremos ver de nuevo las motos rugir. Sin embargo, esta posibilidad parece cada vez más lejana. “Tenemos la misma información que un aficionado. Mugello y Cataluña también se posponen. A parte de lo deportivo espero que vuelva la normalidad en la vida normal“. Un estado que descoloca la rutina y concentración de los pilotos del mundial. “Hará tres semanas, desde que empecé la cuarentena. Hacemos deporte en casa, bicicleta estática. Un mantenimiento porque no sabemos que va a pasar ni cuándo va a acabar“.
A pesar de ello, este parón está sirviendo al piloto de Cervera para poder recuperarse de su lesión de hombro. “Con el hombro sigo dale que te pego. Llegué a los primeros entrenamientos muy tocado. El año pasado la operación era más complicada pero salió más rodado. En esta se tocó un nervio y todo el deltoides, no se paralizó completamente pero le costó arrancar, pero ahora va mejor. Han salido cuatro meses duros pero se está recuperando bien“.
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