Tony Arbolino decide confiar su futuro a Albert Valera.
Recientemente, se ha dado a conocer un cambio trascendental en la gestión de uno de los talentos emergentes del campeonato mundial de MotoGP. Carlo Pernat, una figura icónica en el mundo de las dos ruedas, cuya experiencia y perspicacia lo han convertido en una autoridad respetada en el paddock, ya no ocupará el puesto de manager de Tony Arbolino, un joven piloto cuyo potencial ha generado expectativas emocionantes en la comunidad motociclista. El piloto ha decidido confiar la gestión de sus asuntos a Albert Valera, un veterano en el mundo del motociclismo que anteriormente fue el representante de Jorge Lorenzo y que ahora ejerce como manager de Jorge Martín.
El anuncio de esta separación, aunque se ha producido de manera serena y sin estridencias, ha resonado en los círculos del deporte, despertando la curiosidad y la especulación sobre los motivos detrás de esta decisión. En sus propias palabras, Pernat explicó: «Es algo que Tony y yo estamos de acuerdo desde hace tiempo . Él ha trasladado su residencia a Andorra. Allí están Jorge Martín y casi todos los corredores de los que Albert Valera es manager y está claro que ahora todo será mucho más sencillo para él, incluso en la organización del día a día de un corredor: traslados, entrenamientos, sesiones de fisioterapia etc…«. Esta declaración, aparentemente simple, sugiere una serie de consideraciones logísticas que podrían haber influido en el cambio de dirección en la gestión de Arbolino.
Me centraré en Bastianini y luego empezaré a pensar en la jubilación
Sin embargo, más allá de las circunstancias prácticas, la transición parece estar impregnada de un espíritu de entendimiento mutuo y respeto entre todas las partes involucradas. Pernat, al abordar el tema, hizo hincapié en que no hay lugar para la discordia o el conflicto en esta situación: «Ni siquiera los definiría como caminos diferentes, es simplemente un camino alternativo». Estas palabras transmiten una sensación de calma y madurez en la gestión de una transición que, aunque significativa, se ha llevado a cabo con delicadeza y consideración.
Además, en medio de este cambio en su carrera, Pernat compartió una reflexión sincera sobre su propio futuro en el deporte que tanto ama. Con una franqueza conmovedora, reveló: «Estoy empezando a cansarme. Llevo toda mi vida viviendo esta vida – explicó de nuevo – Me gusta y no creo que pudiera o hubiera podido hacer otra cosa, pero tenemos que ser realistas. Tony es un gran talento y tiene al menos otros diez años de carrera por delante: ¿debería seguirlo hasta que tenga 86 años? No es creíble». Estas palabras, cargadas de honestidad y vulnerabilidad, sugieren los desafíos físicos y emocionales que enfrenta un veterano de la industria, después de décadas dedicadas a impulsar las carreras de algunos de los mejores pilotos del mundo.
Pero incluso mientras contempla el horizonte de su propia jubilación, Pernat reafirmó su compromiso con otro de sus protegidos, el talentoso piloto Enea Bastianini. Al destacar sus planes futuros, declaró: «Además del acuerdo por la parte de patrocinio de Arbolino, me centraré en Enea Bastianini y luego empezaré a pensar en la jubilación. Es un piloto con mucho talento y claramente hay quienes están interesados, pero la verdad, en este momento, Enea quiere Ducati. No una Ducati, sino exactamente la que ya tiene». Estas palabras reflejan la dedicación inquebrantable de Pernat hacia los pilotos bajo su cuidado, demostrando que su pasión por el deporte sigue ardiendo con intensidad, a pesar de los desafíos que pueda enfrentar en el camino.
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