Fabio Quartararo concedió una entrevista en exclusiva a Motorsport en la que analizó su inicio de temporada. Además, el piloto ha reconocido cuál ha sido el cambio que ahora le permite liderar la clasificación.
A pesar de que su inicio de año no fue el más prometedor, Fabio Quartararo lidera la clasificación de MotoGP, 22 puntos por delante de Aleix Espargaró y 66 por delante de Pecco Bagnaia. La Yamaha sigue siendo la moto más lenta de toda la parrilla, pero aún así, el francés está consiguiendo sacar el máximo rendimiento de su moto para luchar por revalidar el título. Poco o nada tiene que ver el Quartararo actual con el que se veía a principios de año, quejándose de la falta de potencia de la M1 y con la duda de la renovación rondando su cabeza.
Ahora, con cuatro podios y dos victorias en las últimas cinco carreras, la historia es bien distinta. Sin embargo, el principal cambio está en la actitud del propio piloto. “Desde febrero hasta ahora no ha cambiado nada. Lo que cambió es que, al principio de este Mundial, mentalmente no estaba concentrado“, ha reconocido el piloto a Motorsport.
El hecho de que Yamaha no le hubiese dado ese extra de potencia que venía reclamando desde finales de la temporada anterior le desconcentró en las pruebas iniciales. “Veía que Yamaha no había evolucionado, el cabreo se enquistó en mi cabeza y me bloqueó. Estaba un poco atrapado, porque en 18 meses de evolución, la moto no ganó ni un kilómetro por hora de punta. Lo pasé mal porque, en un año, pasé de adelantar a Alex Rins en la recta a ver cómo me arrancaba las pegatinas”, ha dicho.
Sin embargo, el piloto no tiene reparos a la hora de asumir su parte de ‘culpa’ en el inicio de temporada. “En Qatar y en Argentina lo hubiera podido hacer mucho mejor. Pero a partir de Austin acepté lo que había, que la moto corría menos y que no había mejorado. Me propuse obtener el mejor resultado posible con lo que tenía. En Austin terminé el séptimo, luchando con Marc, y eso para mí ya fue un buen resultado. Luego llegó la victoria en Portimão. Y me dije: ‘Para de hablar de velocidad punta y concéntrate en lo que tienes que hacer, en ir lo más rápido posible, y después veremos hasta dónde llegamos'”, afirma.
Quartararo ya trabajó con un psicólogo deportivo que le ayudaba a gestionar este tipo de situaciones. Así, el francés pudo hacer frente a ese ‘bloqueo’ y comenzar a trabajar para conseguir resultados. “Este cambio lo hice completamente solo. Trabajé con un psicólogo hace tiempo, y aprendí muchísimo. Aprendí que no tiene sentido estar enfadado por algo que no vas a poder cambiar. Para mi imagen personal era peor, para trabajar en el box, también, y aún más porque el enfado no te ayuda a lograr buenos resultados“, ha reconocido el piloto de Yamaha.
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