La ley que regula las garantías ha sido modificada para dar al comprador una mayor seguridad, aumentando de dos a tres años la garantía oficial
Desde el pasado 1 de enero de 2022, los consumidores españoles cuentan con un año más de garantía en sus motos. Hasta ahora, la garantía era de 2 años, pero con la nueva ley del ministro de Consumo, Alberto Garzón, tendrán un año más. La ley que recoge esta ampliación es la Ley General de Defensa de los consumidores y Usuarios. Esto no tendrá efectos retroactivos, es decir, si un producto se compra el 31 de diciembre de 2021 tendrá garantía de 2 años. Esta normativa, que incluye más cambios, es una de las muchas reformas que está llevando a cabo el Gobierno, y esta en concreto es la reforma de la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios que da cumplimiento a la Directiva europea 2019/771.
Tres años de garantía obligatoria
La garantía obligatoria pasará a ser de tres años en lugar de los dos años actuales. Además, no tendrá límite de kilometraje siempre y cuando el error se deba a un defecto de origen. En este punto es importante señalar que el fabricante solo está obligado a ofrecerla si el propietario realiza las revisiones obligatorias en los talleres oficiales de la marca. De este modo, si no pasas la revisión oficial de la marca, podrían anularte la garantía sin posibilidad de reclamación. Seguramente esta ampliación vendrá acompañada de una subida de precios, porque según los fabricantes: “deberán afrontar un coste extra con esta nueva ley”. Al final, erradicar tanto la obsolescencia programada como la baja calidad de los materiales va a suponer un sobrecoste que, como siempre, pagará el consumidor.
Más cambios en la ley de garantías
El segundo gran cambio de la nueva ley es que los fabricantes deberán tener piezas de repuesto por ley hasta 10 años (en lugar de los 5 actuales) después de que deje de fabricarse la moto. Todo esto, según el ministro Garzón, es en aras de alargar la vida de los productos, maximizando prácticas ecológicas para agotar la vida útil de un producto.
Ahora, se amplía de 3 a 5 años el plazo de prescripción que tenemos los consumidores para ejercer nuestros derechos de reclamación cuando el producto presenta algún defecto. También, se amplía de 6 meses a 2 años el plazo para que el comprador denuncie defectos en lo que ha comprado sin necesidad de tener que probarlo. Tendrá que ser el el vendedor el que tenga que demostrar que ese producto sí que cumplía las prestaciones.
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