Casi la mitad de las muertes en tráfico, según los expertos en esta materia, se producen antes de los diez minutos, y aumenta hasta el 75% antes de que se cumpla una hora del accidente
Ningún accidente ocurre por una sola causa. Son un cúmulo de circunstancias y errores que habitualmente pasan desapercibidos pero que si un mal día se combinan tu suerte está echada. Y en ciudad, donde debemos compartir el espacio con otros vehículos y peatones, es necesaria una atención constante y no despistarnos ni un momento.
En España, los motoristas son una comunidad muy vulnerable en carretera. Cada semana se llenan periódicos y telediarios de accidentes de tráfico en el que están involucrados algún que otro motorista. En el año 2019, 1.755 personas fallecieron en España en accidentes de tráfico. De todos ellos, el 53% fueron fallecimientos de aquellos grupos más vulnerables; motoristas, peatones y ciclistas. Sin embargo, no hay que irse tan lejos, en el pasado año 2020, a pesar de las dificultades de movimiento, 189 moteros y moteras (incluyendo a 16 en ciclomotor) perdieron su vida encima de su vehículo. En 2021, las cifras siguen asustando: 145 motoristas han fallecido en vías interurbanas (134 motocicleta y 11 ciclomotor). La mayor parte de las muertes, según la Dirección General de Tráfico (DGT) se produce en fin de semana. Además, se espera que la cifra pueda aumentar, ya que el número de moteros crece cada día.
La hora dorada: una hora entre la vida y la muerte
Cuando se habla de accidentes de carretera, se llama Hora de Oro al tiempo que transcurre desde que el accidente tiene lugar hasta que llegan las asistencias sanitarias. Realmente cada minuto puede contar de cara a salvar vidas o reducir la gravedad de las lesiones, por eso la hora dorada en un accidente realmente abarca lo que ocurre en esos 60 minutos. Si la asistencia ha podido llegar antes, y empezar el tratamiento o recuperación de los heridos, ese tiempo ganado jugará un papel esencial a favor de las víctimas. Tengamos en cuenta que la mayor parte de fallecimientos por accidente ocurren dentro de los diez minutos posteriores al siniestro, y otra buena parte antes de esa hora.
Actualmente se ha mejorado mucho en la asistencia en accidentes gracias a los avances en servicios tecnológicos y en comunicaciones. De hecho, el concepto de hora dorada DGT apareció hace algo más de 50 años cuando se impulsó el uso de helicópteros para asistir y evacuar a las víctimas de accidentes. Hoy en día, gracias a que casi todo el mundo tiene móvil y hay cobertura generalizada, suelen pasar muy pocos minutos desde que hay un accidente hasta que se avisa a las asistencias… que llegarán lo antes posible, pero ésa ya es otra cuestión. Aun así, hay una forma de ganar algo de tiempo en esos primeros instantes: gracias al uso de la mejor tecnología aplicada a salvar vidas como es el caso del dispositivo eCall KOMOBI.
KOMOBI LIFE, un ángel de la guarda para el motorista
Los eCall, obligatorios en los coches (pero no en las motos) desde abril de 2018 en toda la Unión Europea, son precisamente un móvil instalado en el coche y conectado a varios sensores. En caso de golpe inusualmente fuerte, desaceleración o vuelco (u otra situación anómala), se activa automáticamente para hacer lo antes posible esa llamada al 112 (emergencias en toda la UE) y acelerar el proceso.
Al no ser obligatorios, en caso de un accidente de moto seguimos dependiendo de los móviles de terceras personas, testigos del accidente, o del nuestro propio si estamos en condiciones de usarlo. Por eso es tan importante disponer de uno de estos sistemas como el KOMOBI LIFE.
¿Cómo funciona KOMOBI LIFE?
El procedimiento estándar de KOMOBI LIFE es muy sencillo, y está centrado en dos claves fundamentales: fiabilidad y agilidad de maniobra. Un motorista sale a disfrutar de una ruta y, lamentablemente, tiene un accidente. En ese preciso momento, KOMOBI LIFE detecta que ha sido un accidente real gracias a las diferentes comprobaciones automáticas y validadas por la compañía. Entonces, realiza una llamada y aviso al motero para confirmar que está bien o determinar que no ha sido nada grave. Si en los tres primeros minutos de la llamada el motorista contesta a la notificación o la llamada realizada, se cancela de forma inmediata la emergencia y todo sigue su curso normal. Esto sería la mejor noticia posible.
Pero si, por desgracia, ocurre lo indeseado, y el usuario no contesta a la llamada, el servicio de monitorización de KOMOBI LIFE llama al 112 para explicar la situación y manejarla en tiempo real junto a los profesionales de emergencia, dando los máximos datos posibles, así como facilitar la localización exacta del accidente. A la vez se avisa a los contactos de emergencias para que conozcan la situación del motorista y puedan estar informados de cada paso en tiempo real de todo lo que acontece.
Los avances tecnológicos están en constante desarrollo y crecimiento. Hay marcas que apuestan por mejorar la vida de las personas y por hacer de este mundo un lugar más seguro y protegido. Desde KOMOBI no dejarán de seguir innovando y trabajando hasta conseguir que cualquier motorista, y su familia, pueda disfrutar de la carretera (con precaución) con libertad plena.
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