A pesar de que los motores de 2T ya llevan tiempo con el “acta de defunción firmada”, parece que todavía hay fabricantes que quieren tentar a la suerte. Es el caso del fabricante Vins
En casi todos los segmentos donde estaba presente el 2T, está siendo sustituido por el cuatro tiempos, el cual, ya tiene también un futurible sustituto, el motor eléctrico. Es cierto que hay algunas excepciones, aunque siempre fabricadas en series muy limitadas, como la Suter MMX500, pero en definitiva, el motor de 2T es cosa del pasado.
Uno de los motivos para dejar de lado el 2T tenía que ver con sus emisiones, muy elevadas y contaminantes, por el simple hecho de quemar aceite junto a la gasolina. Se experimentó bastante con sistemas de inyección para estos motores, pero nada acabó por llegar a buen puerto, aunque sí que hubo modelos a la venta, equipados con motores de inyección 2T.
Vins Duecinquanta
La Vins Duecinquanta se lanzó ya hace tiempo, en Italia. Una moto de 250cc de 2T con motor V Twin de inyección directa que recuerda de alguna manera a las motos japonesas de los años 80 y 90. Hay dos versiones: la Strada para carretera y una versión exclusiva para circular en circuito. Homologada ahora para la Euro5, tiene un peso en seco de tan sólo 105 kg, y una potencia de 74cv a 11.700 rpm. ¡Poca broma!
Es curioso ver como un dos tiempos, humeante y quemando aceite, es capaz de superar una normativa especialmente tan restrictiva. El secreto está en el sistema de inyección y en la gestión electrónica, con la que se controla exhaustivamente el consumo de aceite.
El propulsor de la Vins Duecinquanta está basado en el V2 de origen Suzuki, que montaba la RGV250 y después, la Aprilia RS250. Vins analizó y estudió detenidamente el motor, adoptando el mismo diseño, pero desarrollando un propulsor propio (en realidad, es un diseño en colaboración con Langen Technology), con caja de cambios tipo casette diseñada por la propia Vins. Dicho motor es un 250, con diámetro de 54 milímetros y carrera de 54,5 milímetros, equipado con válvula de escape y un sistema de inyección de combustible que permite alcanzar los 75 CV a 11.700 revoluciones.
La inyección ha sido la clave para superar la Euro5
Entre las curiosidades, el inyector está situado encima de la admisión (por láminas de carbono) y la lubricación está controlada por cuatro bombas de aceite controladas electrónicamente Delort. La relación de mezcla la determina la gestión electrónica, tomando como punto de referencia diferentes datos llegados desde el acelerador o el cigüeñal. El aceite se proporciona en un rango de 0,1 – 0,5%, logrando un consumo muy bajo, alrededor de un litro de cada 8.200 kilómetros. Principal motivo por el que ha sido capaz de superar la Euro5.
Respecto al resto de características de la moto, merece la pena destacar su chasis de fibra de carbono, los escasos 28 kilos que pesa el motor al completo o el peso declarado de la Vins Duecinquanta, que se queda en 105 kilos. Un caramelito que, por supuesto, no es nada barato..
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