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El de cuando Álex Crivillé al fin ganó a Mick Doohan

25 Dic. 22 | 17:30
Doohan Crivillé
Foto Repsol Media

Mick Doohan parecía imbatible con su Honda. Desde que Rainey se retirara y Schwantz empezara a hacerlo poco a poco desde finales de aquel dramático 1993, el australiano no tenía rival. Tuvo que ser un joven compañero, que el patrocinador español exigía por nacionalidad según él pensaba, quien le apretase las clavijas.

El Mundial de MotoGP visita cada temporada el Red Bull Ring de Austria, denominado anteriormente A1 Ring, el escenario donde Álex Crivillé en 1996 consiguió vencer a su “jefe de filas” Mick Doohan por primera vez desde que compartían box. El inicio aquella temporada de uno de los duelos más recordados entre la afición española.

Doohan pasó un auténtico calvario tras su grave lesión en Assen ’92. Por una pésima intervención quirúrgica estuvieron a punto de tener que amputarle la pierna. Mientras que el resto de los mortales hubiésemos enviado las motos a paseo, su mayor motivación durante esos duros momentos fue recuperarse lo antes posible para volver a subirse a su NSR 500cc. Tenía una gran ventaja de puntos sobre Rainey y Schwantz y debía defenderla para lograr su primer título.

Justamente ese fin de semana un español vencía por primera vez en la categoría reina, Álex Crivillé. Ese año no tuvo final feliz para Doohan que perdería la corona en la última cita en Sudáfrica ante Rainey. Aunque puntuó, no fue lo suficiente con su maltrecha pierna. Posteriormente reconoció que tal vez si hubiese sido campeón, se habría retirado, pero al no lograrlo sintió una gran rabia que le motivó a seguir luchando por alcanzar su sueño.

Doohan se aburrió hasta que Crivillé mejoró

Doohan
Foto motogp.com

A partir de 1994, una vez ya recuperado, llegaba su momento. Aquella temporada fue diferente ya sin Rainey, lesionado de médula espinal en Misano ’93, y con un Schwantz con problemas físicos e inestabilidad mental tras lo que le había ocurrido a su gran rival. Doohan se dio su primer “paseo” en 500cc y casi podríamos quitar las comillas porque le sacó a Cadalora, subcampeón entonces, la friolera de 143 puntos… ¡Casi 6 carreras de ventaja! En una temporada que se disputó a 14 citas. No había color, estaban el australiano y después el resto.

Tal fue su dominio que en 1995 se aburrió, escapado sufrió errores de última vuelta impropios de él como en Suzuka, o caídas yendo escapado como en las pruebas de Jerez y Nurburgring. Eso hizo que incluso su compatriota Beattie, en Suzuki, le adelantara en la clasificación mediada la temporada. Reconoció que la falta de concentración era por exceso de confianza y aburrimiento en carrera, le faltaban rivales. Eso cambiaría para el australiano en 1996 cuando Álex Crivillé, que llegó a HRC en 1994, diese el paso definitivo para ser un rival directo. Algo que él no esperaba para nada.

El primer duelo en la cumbre llegó en Jerez ’96 cuando parecía que por primera vez Crivillé ganaría a Doohan y aunque en los libros de historia no reza así, moralmente el de Seva sintió entonces que podía ganar y que sobre todo mereció hacerlo. Como recordaréis, en la última vuelta sufrimos el bochornoso espectáculo de la invasión de pista por parte del público en la zona de “Nieto-Peluqui”. Entonces Crivillé, que abría pista con medio segundo de ventaja sobre Doohan, tuvo que cortar gas haciendo que el australiano aprovechase para cogerle el rebufo y en la última curva hacerle un interior.

Jerez ’96. Doohan celebrando su polémica victoria. Foto Repsol Media.

Álex no quería perder algo que era suyo e intentó aguantar por fuera donde ya no se podía, saliendo por orejas y dando al traste con una carrera casi perfecta. El español pidió que se invalidase la última vuelta por lo ocurrido y que contase la penúltima, pero HRC no estuvo de acuerdo y eligió a favor de su piloto número 1, Doohan, que había ganado la carrera. En este caso, estar bajo la misma estructura de su rival más directo le perjudicó. Honda no apoyó lo más justo para favorecer a su segundo piloto.

El tema siguió caliente entre ellos las siguientes citas. En Mugello otro duelo que el australiano ganó por 7 décimas. En Paul Ricard, tras varios adelantamientos, el australiano se marchó y le metió más de 11 segundos. En Assen más de lo mismo. La cosa era de dos pero el resultado siempre era el mismo, victoria de Doohan con Crivillé segundo. En Alemania ganó Cadalora, pero Álex también quedó por detrás de su teórico jefe de filas. En Donington Park de nuevo se repitió la historia con otro doblete en el que Doohan siempre ganaba. Cinco carreras consecutivas en el podio pero el de Seva no podía ganar, hasta que llegó el ahora conocido como Red Bull Ring de Austria.

Y al final Crivillé consiguió ganar a Doohan

Crivillé
Foto Repsol Media

Crivillé aguantó toda la carrera a rebufo de Doohan, al que le gustaba llevar el mando, para intentarlo en la última vuelta. Hizo el movimiento pero se coló de frenada, parecía repetirse la historia cuando de repente surgió lo inesperado. Doohan no iba sobrado, iba al límite y en la última de las tres frenadas fuertes consecutivas del rápido circuito de Spielberg, se colaría haciendo que su rival volviese a rebufo para un último intento.

Las gomas del australiano estaban prácticamente en la lona y tras salir de la chicane para entrar en el último sector, tuvo un susto en aceleración y Crivillé aprovechó para ponerse delante. Doohan no era de los que se conformaran y en la penúltima curva, de inmediato, intentaría recuperar la posición. Adelantaba pero… ¡Se pasaba de frenada! Crivillé lo había conseguido, había ganado al fin de tú a tú al número 1 de Honda.

Tras el duelo llegaron las declaraciones de Crivillé muy contento, aunque parecía aún no haberlo asumido por la expresión de su cara, “Muy satisfecho, muy contento porque he ganado una carrera después de tantas veces acabar segundo y lo de Jerez. Entonces poder ganar ahora una carrera en las circunstancias que estamos, en un circuito neutro para los dos, vamos que no puedo pedir más. Yo sabía que podía ganar, que tenía que hacerlo muy bien y que Doohan bajaría algo al final, que tenía que echarle todo lo que sabía y un poco más. Se ha sumado la suerte, he tirado y hemos ganado. Tengo que seguir así pero al menos moralmente estoy mucho mejor y sé que puedo ganarle”

Crivillé Doohan Abe
Rueda de prensa de Austria ’96. Crivillé junto a Doohan y Abe. Foto Repsol Media.

Cuando a Doohan le preguntaban por la impresionante última vuelta, él respondió con mala cara y resignación: “¿Para quién? Para mí no, porque he reducido varias marchas llegando a la parte de atrás y se me ha ido hacia los lados un par de ocasiones, no podía mantenerme recto. Eso le ha dado la oportunidad a Álex de acercarse lo suficiente. He estado ahí durante toda la carrera y no he podido ganar. No puedo quitarle mérito, lleva todo el año intentándolo y hoy lo ha conseguido. Le he dado la enhorabuena”

El pique entre ambos se recrudecería, más aún cuando en la siguiente cita Crivillé en Brno le venciera por dos milésimas, pero bueno, eso fue otra historia… Un duelo desde dentro en HRC, en uno de los mejores equipos de la historia.

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