Con dos protagonistas que coincidieron en pista, el neozelandés Crosby y el holandés Van Dulmen.
El Mundial está lleno de protagonistas que nunca ganaron un título Mundial o que incluso nunca ganaron una carrera o visitaron el podio, nombres que se pierden en el infinito de datos de la historia del “libro rojo” donde se recogen las estadísticas del campeonato de MotoGP, pero que a pesar de todo son recordados por muchos aficionados.
Graeme Crosby tuvo una breve pero intensa carrera en los Grandes Premios. En 1974 empezó a correr en competiciones locales al otro lado del mundo, pero en 1976 dio un salto a conseguir buenos resultados en el campeonato australiano de SBK. En 1980, decide seguir progresando y se traslada a vivir a Europa, donde el motociclismo mundial disputaba sus carreras más importantes.
En 1980 gana en la Isla de Man en la categoría Senior, al mismo tiempo que decide debutar en el Mundial de 500cc con una clara evolución a lo largo de la temporada. Con su Suzuki acabó logrando su mejor resultado en la última cita, disputado en Nurburgring. Una temporada redonda en la que también ganó en las 8 Horas de Suzuka con Wes Cooley de compañero en el equipo Suzuki Yoshimura. Sus mejor estado de forma le llegaba en plena madurez, a sus 32 años.
En 1981 decide repetir en la categoría de 500cc donde consigue tres “pole position” y cuatro podios para acabar en quinta posición. Su tercera y última temporada en el Mundial llegaría en 1982 donde pese a sus lesiones, logró cinco podios y un meritorio subcampeonato del mundo. Nunca logró ganar una carrera pero dejó su sello, retirándose entonces del campeonato. Una vez más demostró su versatilidad porque compaginó estos logros, con las prestigiosas victorias en las 200 Millas de Daytona y en las 200 Millas de Imola.
A finales de los ’70, los pilotos holandeses desembarcaron en la categoría de 500cc. Junto con recordados nombres como Wil Hartog y Jack Middelburg, también llegó Boet Van Dulmen, piloto privado durante muchos años. Su carrera deportiva se desarrolló desde 1974 hasta 1986 donde consiguió cuatro podios y una victoria, en el circuito de Imatra durante el Gran Premio de Finlandia ’79.
Aquel 1979 supuso sin duda su mejor año en el Mundial. Aparte de la victoria en Imatra, por delante de nombres como Mamola, Sheene o Roberts, había conseguido una tercera posición en la anterior cita, también escandinava, disputada en el circuito de Anderstorp con motivo del Gran Premio de Suecia. Tras ser 6º en la clasificación final dejó Suzuki para recalar en Yamaha.
Con la marca de los diapasones también tuvo una importante temporada en 1981, consiguiendo los otros dos podios que adornan su palmarés. Repetía en Suecia pero antes había logrado uno muy especial para él, en Assen ante su público acabó en segunda posición tras el que sería campeón del Mundo de 500cc aquel año, Marco Lucchinelli.
Aunque desde 1982 a 1986 nunca volvió a subirse al cajón, fue un habitual entre los 10 primeros, un nombre clásico en el Mundial, que como muchos otros que nunca fueron campeones, no debemos olvidar. Graeme Crosby y Boet Van Dulmen, ambos con 71 años en la actualidad, seguro que como aficionados siguen disfrutando de MotoGP.
Más MOTOS cada día en MOTOSAN.ES ?, ¿Te SUSCRIBISTE ya en la CAMPANITA ?? ¡Es GRATIS!