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La traición de Phillip Island

28 Mar. 20 | 22:06
Foto repsolmedia.com. Cardús, persiguiendo su sueño en 1990.

La temporada 1990 en 250cc tuvo una intensa lucha por el campeonato entre Cardús y Kocinski, cuyo desenlace final fue en la última carrera, Phillip Island. Final polémico en el que Carlos Cardús acusó de traición de su técnico George Vukmanovich.

La temporada de 1990 en la categoría de los 250cc ya se intuía que iba a ser cosa de varios pilotos. El vigente bicampeón Sito Pons se pasaba a los 500cc. Así que el título estaba bastante abierto, a priori, lo disputarían  Zeelemberg, Bradl, Sarron, Roth y el propio Cardús con Honda y Cadalora y el joven Kocinski con Yamaha.

Los protagonistas

John Kocinski. Su rendimiento, con  22 años y en su primera temporada completa, era una incógnita. Nuevo en el campeonato, de la mano de Roberts, sólo había disputado dos carreras el año anterior como wild card, aunque ambas se habían saldado con dos victorias (Japón y USA). Su adaptación a Europa y su desconocimiento de la mayoría de las pistas podía jugar en su contra. Venía de ganar el AMA de 250cc el año anterior y era una de las promesas del motociclismo americano, siempre encuadrado en Yamaha. Para muchos y a pesar de todo, el favorito al título.

Carlos Cardús, ya con 30 años, llevaba algunos años en el mundial hasta que en 1989 decide montar su equipo propio con Repsol de patrocinador. El año anterior corrió con la Honda contra Sito, Cornu y Roth con las NSR y Cadalora, Ruggia y Garriga con las Yamaha. Hizo la cuarta posición final. Para 1990, sigue con Repsol y Honda le confía la NSR, sin la cual era prácticamente imposible pensar en ganar. Y Carlos ficha a George Vukmanovich como técnico, con el mundial como objetivo.

George Vukmanovich, californiano, era (y es) un técnico de prestigio. Antes de irse con Cardús, estuvo en el equipo Suzuki Heron y luego con Honda y Freddie Spencer, donde  ganó 3 mundiales (uno en 1983 y dos en 1985). También estuvo con Mamola en Cagiva, de donde se lo trajo Cardús. Después de estar con Cardús, se incorporá al equipo Honda de Kanemoto y Cadalora (1991 y 1992) donde ganó dos mundiales  y con Max Biaggi en 1997 (vuelve a ganar). Más adelante dejó el mundial, se afincó en España y siguió ganando campeonatos de España. Pero en 1990, era un excelente fichaje para las aspiraciones de Cardús. Indudablemente, Vukmanovich era apuesta ganadora y la NSR de Carlos no podía estar en mejores manos.

Carlos Cardús
Foto: Carlos Cardús (Facebook). Equipo 1990. Vukmanovich es el segundo por la derecha.

Se inicia la temporada

La temporada de 1990 presenta una novedad: se abandona el cronometraje manual y se pasa al electrónico. Además Alex Crivillé debuta en los 250 cc como compañero de equipo de Cadalora en el Yamaha Agostini. En cuanto a Cardús, se preparó a conciencia. Incluso se pasó un mes en los USA en casa de Eddie Lawson haciendo pretemporada y preparación para el mundial (cross y derrapes). “A mi gustaría ser campeón del mundo y mi equipo quiere ser campeón del mundo. Pero no es nada fácil”.

Desde las primeras carreras, ya se ve que el campeonato es cosa de tres pilotos: Cadalora (Yamaha Agostini), Kocinski (Yamaha Roberts) y Cardús (Honda Repsol)En la primera parte de la temporada, Kocinski se destaca en el primer puesto de la clasificación general. Roth tuvo el desgraciado accidente que le apartó de la competición, Zeelemberg se mantuvo muy irregular, Sarron desaparecido, Bradl lesionado y Cadalora con roturas y caídas dejan sólo a Cardús ante Kocinski.

Pero cómo él mismo Cardús reconoció “seguí luchando en cada carrera y llegó un momento en que me encontraba realmente bien física y mentalmente, como nunca me había encontrado”. Pero la relación entre Cardús y el americano iba empeorando. Despés de su magnífica victoria en Brno, Cardús declaró: “Cuando crucé la meta descargué mi euforia haciéndole una “butifarra”, algo que quizá no estuvo bien, pero la tensión a esas alturas de la temporada con el título en juego deterioró nuestra relación por muchas de sus declaraciones a la prensa y ese gesto escenificó hasta qué punto estábamos enfrentados. Él solía sacarme el dedo y yo le hice el corte de mangas.

La segunda parte de la temporada favoreció un poco más a Cardús, que corría las carreras con mucha cabeza y se empezó a mostrar como un más que probable campeón del mundo. Cardús se coloca lider a falta de cuatro carreras para finalizar el mundial. Sin contar con la última carrera, Cadalora había vencido en tres GGPP, Cardús en cuatro y Kocinski en seis. Pero Cardús estaba siendo más regular y llegó con 5 puntos de ventaja sobre el americano y 15 sobre el italiano a la última carrera del año: Phillip Island.

Una temporada en la que los demás pilotos de Honda no tuvieron ningún reparo en quitarle puntos a Cardús y negarle cualquier tipo de ayuda durante los últimos grandes premios. Cosa relativamente normal, ya que todas las NSR pertenecían a diferentes equipos y a Honda le resultaba complicada establecer órdenes de equipo.

De hecho, todos los pilotos de NSR trataban de quedar por delante de las otras NSR, como forma de asegurarse la Honda “pata negra” al año siguiente. Si la perdían, se deberían de conformar con la RS carreras clientes, con lo cual desaparecían las aspiraciones de luchar por las visctorias y el mundial. Como mucho, en la última carrera, algunos pilotos dijeron que si podían ayudar a Carlos, lo harían. Pero nadie mostró ninguna intención de ayudar, incluso en la carrera definitiva.

Carlos Cardús
Foto: Carlos Cardús (Facebook) El duelo finalmente se decantó del lado americano.

La batalla de Phillip Island

La semana anterior al Gran Premio, el equipo de Cardús había estado entrenendo en Philip Island. Fueron unos entrenamientos muy provechosos para Cardús, que rodó a ritmo de record todos los entrenos, sin ningún problema.

En Yamaha también hubo movimientos: Kocinski le pidió a Rainey, encuadrado en su mismo equipo pero en 500cc  si podía bajar de categoría para ayudarle. Rainey, con buen criterio se negó. En todo caso, el circuito australiano era un circuito mucho más favorable a Honda. Kocinski ya lo comentó, “Me duele que el título se decida en un circuito donde sólo cuentan los motores. Si fuera un trazado sinuoso, donde la labor del piloto es más importante, un circuito de verdad, estaría más esperanzado”. Poco se imaginaba el americano el resultado final.

Todo parecía estar preparado para el triunfo del catalán en el campeonato la siguiente semana. A Cardús le bastaba ser segundo si ganaba el americano. Sólo una avería o la presión le podían privar del ansiado título. Además, Erv Kabemoto, del equipo Honda de 500cc estaba asesorando a Vukmanovich. ¿Qué podía fallar?

Ya en entrenos oficiales, la Honda de Cardús no parecía ir tan bién como en los libres. Kocinski se hace con la pole y Cardús no puede hacer nada mejor que un 7º puesto en parrilla. Con Bradl, Cornu y Zeelemberg de Honda por delante.

Con estos malos presagios arranca la carrera y ya se ve que desde las primeras vueltas que Cardús y su Honda no pueden seguir al americano, que se iba junto con Bradl. Y por detrás, llegan Cadalora y Beattie (wildcard australiano que  Honda colocó en la parrilla para quedar por delante del americano)  y adelantan a Carlos, que se mantiene entre la 4ª y la 5ª posición. Imposible pensar en el título, a menos que Bradl quedara por delante del americano, cosa que no ocurrió. A dos vueltas del final se acaba todo, la palanca de cambios se desafloja y Cardús se retira. Se acaba el sueño de ser campeón.

Lo más triste del asunto es que Cardús no se había retirado en toda la temporada. Australia fue su primer abandono y por culpa de una pieza que nunca falla: un reenvío de cambio no es algo que se rompa ni se desafloje, de ahí que la teoría del sabotaje no fuese imposible de creer.

¿Presión? Puede ser, pero Cardús se mantuvo sólido y seguro toda la temporada y su objetivo en Australia era quedar segundo tras el americano. Según la versión de Cardús, la moto no estuvo a la altura habitual. ¿Qué pudo pasar?

Carlos Cardús
Foto repsolmedia.com. Cardus y Vukmanovich, juntos y bajo el foco.

La teoría del sabotaje

Cardús lo tuvo siempre claro y durante años ha mantenido la teoría del sabotajeAquel fue un Gran Premio muy extraño, pasaron cosas muy raras. La semana anterior al GP había estado entrenando en Phillip Island y hacía tiempos récord con soltura. Durante los entrenamientos, la moto no corría y el día de la carrera todavía iba peor. El colmo fue cuando se soltó una tuerca del reenvío del cambio. Gente allegada me dijo posteriormente que habían visto a Vukmanovich manipulando ese reenvío en la misma parrilla de salida…” .

Cardús sostiene, además, que TVE tiene las imágenes del presunto sabotaje: y los periodistas de TVE me confiaron que tenían las imágenes… que tienen grabado las imágenes en las que se ve a mi mecánico, Vukmanovich, manipular el reenvio de la palanca de cambio“.

Detrás de todo esto estaba, según la versión de Cardús, el reparto que Honda hacía de sus privilegiadas NSR, sin las cuales no se podía ganar el campeonato: y todo esto lo hizo porque (Vukmanovich) ya había firmado con el equipo de Luca Caladora y si yo ganaba, la Honda NSR oficial me la quedaba yo y si no lo hacía, iba para Luca. Me saboteó para que no ganara y así él estar en el equipo oficial con Caladora”.

Los hechos posteriores confirman que Vukmanovich ficha por Cadalora y la NSR de Carlos pasa a Cadalora:  “Luego me enteré que Vukmanovich había adquirido el compromiso de montar un equipo con Luca Cadalora y motos Honda. Siempre he pensado que me hizo sabotaje“. Pero, obviamente, es la opinión de Carlos Cardús.

De todas maneras, esas imágenes de TVE no se han llegado a ver, así que todo este triste suceso para la carrera de Cardús y la teoría del sabotaje no se han podido probar. Todo queda a la opinión de los interesados. Ellos mejor que nadie sabrán lo que pasó, pero pruebas o evidencias de sabotaje no se han publicado.

De todas maneras, Vukmanovich nunca tuvo palabras amables o de consuelo para Cardús, que manifestó que  “aunque no se hubiera retirado, Cardús no habría ganado el mundial. No sabía aguantar la presión, los nervios le podían. El subcampeonato fué malo, pero siempre es mejor que quedar tercero”. Y más adelante, expresó su opinión sobre carlos Cardús “Estaba loco”.

Los años siguientes hasta el final: Run for Freedom

Después del mazazo de la temporada 90, Cardús sigue con Honda, pero ya con la RS carreras cliente de nuevo. Dos temporadas en la que no obtuvo ninguna victoria pero fue capaz de hacer tercero en el mundial del 91, tras Cadalora y Bradl, pero delante de Zeelemberg y Shimizu, también con Honda. 1992 ya fue mucho peor, se quedó casi sin patrocinador y tomo la decisión de retirarse…

Carlos Cardús
Foto: Carlos Cardús (Facebook) 1993, la última temporada, con la NSR

Hasta que se embarcó en 1993 un proyecto que pudo salir bien… pero que finalmente salió mal. Honda le vuelve a confiar 2 Honda NSR “pata negra“, pero Cardús no consigue patrocinadores. A través de Amnistía Int´l se lanza al mundial pagando de su bolsillo, con la esperanza de que apareciesen patrocinadores. La NSR de Cardús corría de blanco con el slogan Run for Freedom. Cardús se gastó 170 millones de pesetas de la época en mantener el proyecto, pero a mitad de temporada abandona viendo que no llegaban los patrocinadores y que se iba a dejar todo su patrimonio en financiar la temporada, deja de correr definitivamente. Sus NSR pasaron a Luis D´Antin el resto de la temporada.

En cuanto a Kocinski, sin ninguna duda fue un justo ganador del mundial: 7 victorias y 8 poles le dieron su primer y único mundial. Al año siguiente Roberts lo subió de categoría para ser compañero del intratable Rainey. Piloto talentoso, pero muy nervioso y con frecuentes salidas de tono, estuvo dos años en Yamaha, luego pasó a Suzuki (250 cc) un año y finalmente a Cagiva, donde igualó su mejor resultado en 500 cc:  3º en el mundial, igual que con la Yamaha 500cc en el 92.

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