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El día en que Melandri quiso tirar a Alzamora

11 Mar. 19 | 20:00
alzamora campeon 1999 125cc pablo nieto
Foto motogp.com

Recordamos el incidente entre Emilio Alzamora y Marco Melandri en el Gran Premio de Argentina de 1999, que acabó con el ilerdense proclamándose campeón del mundo de 125cc.

Seguro que muchos aficionados a MotoGP asocian el nombre de Emilio Alzamora al hombre de confianza de Marc Márquez. El descubridor del vigente campeón del mundo, el hombre que le llevó al Mundial, le ayudó a crecer y lidera un grupo humano marcado por la humildad y el trabajo día a día. Sin embargo, Alzamora también tuvo su trozo de gloria como piloto del Mundial. Fue en 1999, en la categoría de 125cc, y en Argentina, aunque no en el mismo trazado que visitará el campeonato la próxima semana.

La temporada 1999 del octavo de litro fue atípica. Sólo habían pasado dos años desde que un ciclón llamado Valentino Rossi arrasara por la cilindrada, sin dejar rastro de la habitual igualdad que marcaba a las motos de 125cc. El campeón de 1998, Kazuto Sakata, se mantenía en la categoría, pero en un equipo menos competitivo, y el subcampeón, Tomomi Manako, probaba suerte en 250cc. Por tanto, la nómina de favoritos era mucho mayor que en otros años.

El dominador del primer tramo de la temporada fue el japonés Masao Azuma, ganador de las tres primeras carreras -y cinco de las ocho primeras-, llegando al ecuador del curso con 20 puntos de ventaja sobre Alzamora, que se mantenía en la pelea gracias a su increíble regularidad. Melandri, tercero en 1998 y una de las grandes promesas del motociclismo mundial en ese momento, había tenido un inicio muy complicado y estaba a 82 puntos del liderato tras el Gran Premio de Gran Bretaña, disputado el 4 de julio.

Sin embargo, la segunda parte del año tuvo muy poco que ver con la primera: Melandri comenzó a encadenar victorias sin parar y Azuma entró en una inexplicable mala racha, que le hizo no volver al podio en el resto de la temporada. Alzamora, sin conseguir un triunfo en todo el curso, se mantuvo firme, fiel a su estilo y sin hacer ruido, para llegar con opciones de ganar el campeonato a la fase decisiva del año. De esta forma, los tres llegaban con opciones a la última carrera, en Argentina: Alzamora lideraba el Mundial, con seis puntos sobre Melandri y 17 sobre Azuma, que necesitaba un milagro para salir campeón.

Las cuentas eran claras: a Alzamora le valía con ser segundo para ser campeón, pese a no ganar ninguna carrera en todo el año. El inicio de la prueba dejó KO a Azuma, que pese a salir en la pole, no pasó de la primera vuelta. Todo quedaba en un cara a cara entre Alzamora y Melandri. El italiano, más rápido y explosivo, salió como un tiro en busca de la victoria. Emilio, por su parte, quedaba atrapado en un grupo incómodo del que no se puso desembarazar hasta bien avanzada la carrera. A falta de pocas vueltas, Alzamora estaba lejos del líder Melandri, pero disponía de un importante colchón sobre el tercero, que era Locatelli.

Foto motogp.com

Fue entonces cuando Melandri se percató de que la victoria en Argentina no era suficiente para ganar el campeonato. Marco, que tenía entonces 17 años, decidió aminorar la marcha y esperar a su rival por la corona. En la última vuelta, el lento ritmo de Melandri provocó que Alzamora le alcanzase, y allí comenzaron las irregularidades en el pilotaje del italiano. Cambios bruscos de dirección, frenadas sin sentido y búsqueda desesperada del contacto fueron algunas de las tácticas de Melandri para evitar que el piloto catalán lograse el segundo puesto.

Alzamora, incrédulo ante la actitud de su rival, adelantó inmediatamente al italiano, pero éste le devolvió cada golpe, buscando siempre algo más. Sin embargo, el entonces pupilo de Ángel Nieto se mantuvo frío hasta la línea de meta, acabó segundo y se proclamó campeón del mundo sin ganar una sola carrera en todo 1999. “Aún no me creó que sea campeón“, reconocía en sus primeras declaraciones, en las que también atizó a su rival: “Tampoco entiendo todavía lo que quería hacer Melandri. No se ha comportado como un profesional“.

Es un niño que no es consciente de todo lo que está en juego al hacer esas cosas encima de una moto“, afirmaba Massimo Matteoni, ingeniero de pista de Alzamora, en la misma tarde en la que el piloto de Lleida tocaba el cielo en Buenos Aires. “No hay derecho que se permita a un piloto hacer las cosas que ha hecho Melandri“, comentaba Ángel Nieto, director del equipo en el que competía Alzamora. Por suerte, ese día en Argentina se cumplió aquello de ‘los buenos siempre ganan’ y Alzamora, que luego tuvo una trayectoria mucho más discreta que Melandri -campeón de 250cc en 2002 y ganador de cinco carreras en MotoGP- se llevó el título.

Melandri, en 1999. Foto: motogp.com

A la desesperada, Melandri quiso frenar y esperarme, para hacer algo para que yo no quedara segundo. Yo creo que hubo algo de confusión por parte de él y del equipo. Cuando lo veo, sé que no está muy claro lo que quiere hacer y decido pasarlo, porque va muy lento. En ese momento, yo no sabía muy bien qué pasaba, pensaba que su moto tenía algún problema. Pero luego me pasó en la recta haciendo cambios de dirección, lo volví a pasar y luego intentó… bueno, no sé lo que tenía en la cabeza, tirarme supongo“, admitió en una entrevista a TVE en 2009, cuando la cadena emitió un reportaje sobre aquella carrera.

Aquel día Alzamora hizo historia, ganando un título sin alzarse con el triunfo en ninguna carrera, cerrando un año histórico para el motociclismo español, que una semana antes celebraba el histórico título de Crivillé en 500cc. Curiosamente, al año siguiente Alzamora ganó dos carreras en 125cc -decidió defender la corona, algo poco frecuente actualmente- pero no tuvo opciones de ganar el campeonato. A Melandri, en cambio, le costó deshacerse de la etiqueta de tramposo que le acompañó durante muchos años, para acabar ganando un título de 250cc en 2002 y ser subcampeón de MotoGP en 2005. El italiano, lejos de las apariencias de niño de 1999, sigue en activo más de 20 años después de su sucia jugada en Argentina, disputando el Mundial de SBK, en el que ocupa una posición destacada con Yamaha.