El pequeño de los Márquez repasa su actualidad en una entrevista concedida a la revista francesa Moto Journal, en la que admite que le gustaría formar equipo con su hermano en MotoGP.
A poco más de un mes para que arranque el Mundial de motociclismo en Qatar, muchas de las miradas estarán puestas, una vez más, en Álex Márquez. El piloto catalán, de 22 años, afronta su quinta temporada en Moto2, todas ellas enrolado en el equipo Estrella Galicia 0,0 Marc VDS, y, con los capos de la categoría en 2018 ascendidos a MotoGP, Márquez queda como uno de los favoritos al trono.
De hecho, su rendimiento en la post-temporada fue óptimo, llevándose el tercer crono de los tests oficiales que se disputaron del 23 al 25 de noviembre en Jerez. Sólo Luca Marini y Sam Lowes rodaron más rápido que el de Cervera, que estrena compañero de equipo, pues a partir de este curso compatirá box con su gran amigo Xavi Vierge.
Márquez está obligado a ganar el título. No sólo por agrandar su palmarés personal, sino también por conseguir su sueño de llegar a MotoGP, una categoría de la que ya estuvo cerca el pasado curso -hubo algunos contactos con Yamaha, pero su apellido no ayudó en este caso- y lograr el título de Moto2 suele ser garantía de buen manillar, o al menos buen contrato -como es el caso de Bagnaia, que no tiene una moto oficial en 2019 pero sí un contrato de fábrica con Ducati-.
Esta semana, el pequeño de los Márquez ha concedido una entrevista a la revista francesa Moto Journal en la que asegura que, pese a que el futuro de MotoGP sigue lejano, “sería genial compartir equipo con Marc Márquez“. El ’73’ cree que sería una dinámica que funcionaría: “Sería un equipo con dos pilotos que trabajarían de la misma manera“. No obstante, aún lo ve lejano: “Primero hay que llegar a MotoGP y luego ya veremos”, concreta Márquez.
Preguntado por las constantes comparaciones con su hermano, Álex no le da mucha importancia: “A la gente le gusta comparar y es normal. Pero en este caso, es imposible. Marc es una leyenda del motociclismo. Lo ha ganado todo“, expresa el catalán, que añade: “Aún le quedan muchos años de victorias, pues mantiene intacta su pasión y ambición”. Y es que mientras Álex no ha conseguido aún luchar por el título de Moto2, Marc ya acumula cinco títulos en MotoGP: “Es mi hermano y es normal que nos comparen. Pero somos pilotos y personas totalmente diferentes“, establece Márquez.
De hecho, Álex Márquez ya sabe lo que es pilotar una MotoGP, aunque de ello ya hace cuatro años: “Fue en la resaca de mi título de Moto3, en noviembre de 2014. Rodé junto a mi hermano y vi las sensaciones que te da una MotoGP. El grip con los neumáticos es increíble. Normalmente, el primer comentario que hacen los pilotos de Moto2 al probar una MotoGP es que todo es más fácil. Sólo te tienes que concentrar en explotar el grip de los neumáticos y sacar el máximo partido de los frenos. Está claro que alcanzar un buen nivel es difícil, pero creo que menos que en Moto2″, relata Álex.
Con respecto a la temporada 2019, el piloto del Marc VDS tiene claro el objetivo: “La intención debe ser ganar el título. Sabemos qué errores cometimos en 2018. Tenemos experiencia y además han llegado nuevos miembros al equipo, y eso es como una bomba de oxígeno. Eso hará que todos saquemos algo más”, explica Márquez, que también tiene buenas sensaciones tras los primeros tests con la nueva moto: “La primera impresión ha sido buena. Hemos comprendido muchas cosas y parece que todo progresa bien. A día de hoy estoy contento, especialmente en el área de la electrónica“.
La actividad en pista para los pilotos de Moto2, tras dos meses de parón invernal, se retomará el próximo 20 de febrero, cuando los pilotos de la categoría intermedia disfruten de tres jornadas de tests en Jerez. Después, a principios de marzo, llegará otra tanda en Qatar, justo una semana antes de que arranque el campeonato.
