Hace un año, justo antes de empezar la primera carrera de 2017, Maverick Viñales parecía el hombre a batir tras haber dominado completamente la pretemporada. Parecía una roca, haciéndose con las dos primeras victorias… ¿Qué ha pasado para que antes del #QatarGP 2018 haya cambiado tanto la situación?
No está viviendo una situación fácil ya que Viñales tiene entre ceja y ceja ser campeón de MotoGP y cuando no se encuentra bien se le nota a leguas. Hoy ha acabado fuera del “TOP 10” y lo peor de todo, de nuevo con malas sensaciones, sin ritmo, lo que hace que optar a la corona parezca una quimera con el alto nivel que hay.
“Es como en el test. Entonces fue muy difícil, con lo que no esperaba nada mejor. Hay que desarrollar mejor la moto. No me sentí bien sobre la moto. Llevo bastante tiempo sin sentirme a gusto. Fueron los mismos problemas que en el test. Sinceramente, en ninguna área me sentí bien. Hay que seguir trabajando e intentar levantarnos”
El Anti – Marc Márquez
Yamaha lo fichó el año pasado para sustituir a Jorge Lorenzo para así tener al otro gran joven talento de la misma generación que Marc Márquez. Toda iba como la seda ya que con la moto de 2017 Maverick podía hacer un gran paso por curva y a su vez ser agresivo con la moto en las frenadas. Una pretemporada de ensueño y unas primeras carreras a la altura de alguien que quiere hacerse con la corona de MotoGP.
Viñales era líder tras Le Mans, con tres victorias de las cinco pruebas disputadas, pero entonces llegó un cambio clave, la mayoría de los pilotos en la Safety Commission votaron a favor de que Michelin endureciera la carcasa del neumático. Curiosamente dicho cambio fue promovido por su compañero, Valentino Rossi, apoyado por Marc Márquez y secundado por el resto. Lorenzo y el propio Viñales se opusieron sin éxito, quedando claro qué pilotos tienen mayor peso específico dentro del paddock, independientemente de lo que ocurra en pista. La realidad fue que dicho cambio fue muy favorable para Dovizioso y para Marc Márquez, que a partir de entonces empezaron su cara a cara. Viñales sólo podía nadar y guardar la ropa, sin poder volver a ganar una carrera en el resto del año.
La moto que había dominado en manos de Viñales perdió el rumbo y mediado el año probaron un nuevo chasis más del gusto de Valentino, que desde pretemporada había estado diciendo que la moto había evolucionado en el camino equivocado. Mientras tanto los pilotos oficiales tenían que ver que Johann Zarco, piloto satélite con la moto de 2016, les mojaba la oreja una y otra vez.
Un año después
La realidad es que el año pasado Maverick Viñales era el gran favorito junto a Marc Márquez y este año no está en la quiniela salvo sorpresa. No siente la misma confianza en las frenadas y tiene problemas de tracción en la salida de las curvas. Están usando el chasis de 2016, con pequeñas variaciones, mostrando el claro paso atrás de Yamaha tras andar perdidos hasta Valencia. Y están usando la misma carcasa más dura con la que nunca ha ganado desde que Michelin la introdujo en Mugello. No es “su moto”, no es la Yamaha M1 con la que impresionó a todos y con la que de verdad podía enfrentarse al campeón de MotoGP. Su situación es difícil y él está triste. Para remate, en lo referido a electrónica siguen un paso detrás de Ducati y Honda, clave con la actual igualdad.
O cambia mucho el tema o pese al gran talento que atesora, con tantos candidatos con todo en su sitio, Viñales está fuera de la lucha por el título… ¡Y ni siquiera hemos empezado la temporada! Él debe seguir dando lo máximo sin caer en la desesperación, Yamaha debe escucharle al 100% igual que lo hace con Valentino. Lo mejor de todo es que en MotoGP todo puede ocurrir, así que tendremos que estar atentos para seguir de cerca sus evoluciones.
