Natacha Alfageme es actualmente reportera en DAZN, la plataforma que surgió en 2019 sobre todo en España e Italia y que retransmitiría los grandes premios después de la era Movistar. Con 6 años de experiencia en MotoGP, Natacha Alfageme empezó su andadura en televisión en Movistar labrando su camino en el paddock y en la élite del periodismo de motor. Ella, como contará en la entrevista, trabaja mano a mano con Izaskun Ruiz, otra de las mujeres ejemplo para toda chica que quiera dedicarse a esto.
P. ¿Cómo te interesaste en entrar en el mundo del motociclismo? ¿Recuerdas a qué edad fue? R. Tendría 15-16 años cuando me empezaron a gustar las motos, que yo no las seguía ni en mi casa se seguían. Lo que pasa es que en el instituto, con la chica con la que me sentaba en clase y que somos súper buenas amigas, era una friki de Valentino. Era en la época en la que Valentino ganaba todo, entonces cada lunes era: “¿Has visto la carrera?”. Iba a su casa a pasar el fin de semana y había que ver las motos; venía ella a la mía y el domingo había que ver las motos. A fuerza de eso empecé a verlas y me empezaron a gustar las motos, me lo contagió todo.
Lo de trabajar aquí, sí que quería hacerlo, porque llegó un momento en el que a mí me gustaba mucho MotoGP, pero es de estas cosas que ves como utopías… “A mí me gustaría pero ni es fácil, ni hay muchas chicas”… Pero es verdad que me metió mucho más en el mundo del motor en general. Porque luego decidí especializarme más y lo que un día era impensable, de repente me llegó, mandé el currículum cuando vi que Movistar estaba preparando un canal. No esperaba llegar tan pronto a MotoGP, esperaba llegar algún día porque es verdad que una cosa es lo que empiezas con 16 años o 17 y otra cosa cuando ya estás metida en el mundo laboral haciendo las prácticas que ya veía que había más chicás, más mujeres… ya no era tan raro verlo. Por eso dices “algún día llegaré”, pero no tan pronto porque yo llegué a MotoGP con 27 años. Entonces fue esa más que nada la sorpresa.
P. ¿Puedes contarnos un poco sobre tu trabajo en el paddock? R. Ahora por ejemplo soy reportera del directo aparte de redactora también. En la redacción entre Gran Premio y Gran Premio hacemos las reuniones y preparamos los contenidos del siguiente GP: cómo se va a enfocar, si hay alguna noticia importante que sepas, porque si luego pasa lo de Jorge Lorenzo en Valencia no sirve nada y hay que ceñirse al directo. Y luego en circuito estoy en pit lane, hago entrevistas, estoy junto a Izaskun. Hacer algún reportaje, grabamos… aunque de eso se suele encargar más Santi por horarios, un poco cubrir lo que vaya pasando en directo y estar ahí para hacer preguntas o dar la imagen.
P. ¿De qué forma influye este trabajo en el que hay que dedicar tantas horas viajando y en los circuitos? ¿Cómo lo viviste al principio cuando empezaste a trabajar en esto? R. Cuando empecé a trabajar solo viajaba a los grandes premios españoles para hacer un programa especial. Entonces, viajaba un GP cada cuatro o así, que para empezar está muy bien porque estaba un mes en casa y de repente me voy a un fin de semana al circuito. A mí me gusta muchísimo viajar y me gusta mucho ir al circuito y el trabajo en el circuito es más entretenido, el directo me gusta mucho… Entonces es distinto a estar sentado delante del ordenador montando piezas.
Es verdad que te pierdes muchas cosas, para mí es lo más duro. Yo, por ejemplo, que tengo mi familia en Zamora, voy menos de lo que me gustaría porque el fin de semana que tienes libre te da pereza coger otro avión para ir a casa. Luego te pierdes cosas como yo que me perdí la boda de mi mejor amiga porque coincidía con un Gran Premio. Eso es algo que yo me lo tengo en cuenta porque me hubiera encantado verlo. Pero ha habido compañeros que les ha pillado el fallecimiento de un familiar de viaje y es muy complicado gestionar eso. Pero bueno, al final es un modo de vida. Ahora que llevamos tantos meses sin viajar, yo no hice el triplete en 2019 y llevo sin coger un avión desde Misano o Silverstone y ya lo echo de menos. Al final te acostumbras a estar poco tiempo en casa, a los aviones, a los hoteles, a pasar tanto tiempo con los compañeros… Y es muy bonito, a mí me encanta.
P. ¿Cómo fue adaptarse a un deporte que antes era considerado ‘un deporte de hombres’ y que cada vez está teniendo más visibilidad femenina? ¿Has notado cambios respecto a esto en los últimos años? R. Adaptarme fue fácil porque el equipo en el que trabajo es genial. Hemos sido muchas chicas desde el principio y eso la verdad es que es de agradecer. ¿Si hay más mujeres? Sí, se nota que está cambiando. Cada vez somos más, cada vez hay más mujeres en roles muy diferentes porque antes al principio veías mujeres solo como paddock girls, después periodistas. Ahora, sin embargo, hay fotógrafas, periodistas, jefas de prensa, jefas de equipo, en todos los departamentos de marketing, pilotos, ingenieras, telemétricas… Al final ya en todos los papeles del paddock hay mujeres y eso se agradece. Y hay muchas chicas que nos escriben preguntándonos, “¿qué tengo que estudiar para llegar a esto? ¿Cómo lo hiciste tú?”. Hay mucha cantera todavía, y cada vez seremos más. Desafortunadamente es un mundo muy machista todavía, no en su gran mayoría, el paddock te acoge muy bien. Pero es verdad que todavía quedan algunas personas con esa mentalidad antigua que creen que las mujeres estamos aquí para ponerte delante de una cámara y sonreír, y no. Supongo que poco a poco nosotras estamos ahí para romper barreras y es lo que estamos intentando hacer. Y desde luego vamos a intentar abrir camino a todas las que quieran venir detrás.
P. ¿Cuál ha sido tu mejor experiencia trabajando en el paddock? ¿Y la peor? R. La mejor creo que fue el Gran Premio de Qatar de 2019, ese o el primer GG.PP que fue Jerez 2014. Pero en el de Qatar del año pasado, como hice tantas cosas nuevas, me lo pasé muy bien. Se me pasó muy rápido y a pesar de que estaba nerviosa porque fue todo a última hora con muchos cambios que no dio tiempo a prepararlo como quería. Pero fue como un parque de atracciones, y me lo pasé muy bien.
Y el peor seguramente el fin de semana que murió Luis Salom, que fue muy duro y además era un piloto con el que teníamos mucho trato. Un piloto super cariñoso, le queríamos mucho, a su madre también… Las cosas pasan de repente y te quedas frío y es tan grave, es complicado. Le tenemos mucho cariño y ojalá María vuelva algún día al paddock que estamos deseando recibirla.
P. ¿Podrías contar alguna anécdota? (Reacciones a tu trabajo realizado que hayan sorprendido positivamente o algún momento en el que te hayan hecho sentir menos de alguna forma) R. Positivamente al final a todos nos gusta cuando un compañero o un jefe nos dice “buen trabajo”, o “esto lo has hecho muy bien” o “me ha gustado cómo has salido del paso o has hecho este directo”. Pero creo que la gente a través de las redes sociales, aunque suene a tópico, el típico día que no estás contenta con cómo te han salido las cosas, te vas con la espinita esa porque además creo que somos todos muy autoexigentes. De repente recibes tres mensajes de alguien que te dice “te he visto hoy y me ha encantado la conexión de tal” o “me gusta mucho lo que transmites a través de la pantalla”, al final dices pues mira, yo estoy aquí para comunicar cosas a la gente. Si a la gente le gusta cómo lo hago, creo que es lo más importante.
Y malo pues siempre hay algo. El mundo todavía hay gente que no te trata tan en serio o que a lo mejor ellos normalizan ese comportamiento y no se dan cuenta de que es un comportamiento machista y que no es lo normal. Hubo una vez en la que fui a preguntar qué tipo de neumáticos estaba utilizando un piloto a su jefe técnico y me respondió: “Ese dato no se lo doy a las mujeres”. Luego me dijo que era una broma pero estas bromas se pueden ahorrar.
P. Por último, ¿qué consejos le darías a una chica que quiere trabajar en el mundo del motor ya sea como piloto, mecánica, periodista, etc.? R. Que trabaje mucho. Al final, todos los que trabajamos en el paddock sabemos que esta es una vida muy complicada, y que hay que trabajar mucho en el día a día. Que tenga mucha fuerza y paciencia en algunos casos para mantenerse porque es una forma de vida muy distinta a lo que estamos acostumbrados, pero que te engancha. Es precioso, o sea que todas las que quieran venir aquí que lo intenten todo lo que puedan porque merece la pena cualquier esfuerzo que hagan; tanto los sacrificios profesionales como los personales.
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