El piloto del LCR Honda reivindica sus aspiraciones para pilotar una moto oficial en una entrevista para Sport Bikes, afirmando que ha hecho méritos suficientes para ocupar ese rol. Crutchlow también habló sobre Zarco, los pilotos que suben de Moto2 y de la Honda, entre otros temas.
Cal Crutchlow es uno de esos pilotos a los que merece la pena escuchar en el Paddock de MotoGP. Sin pelos en la lengua, honesto en sus declaraciones, cada vez que habla deja varios titulares. Su nombre ha estado en boca de muchos para ocupar un puesto en una moto de fábrica en un futuro cercano. En una entrevista para la revista francesa Sport Bikes, el británico, lejos de evitar el tema, reivindica su rol en MotoGP. En su opinión, por resultados, merece un puesto oficial. Además de este tema, Crutchlow también repasa la actualidad de MotoGP. Nombres como Johann Zarco, marcas como Yamaha o las virtudes de su montura son algunos de los temas que el británico trata en esta entrevista.
“Si miras las estadísticas y los resultados, creo que merezco una moto de fábrica. ¿Cuántas hay? ¿Diez? En los tres últimos años he terminado en el Top-10 del campeonato, o sea que me la merezco”. Así de contundente se muestra Crutchlow al ser preguntado por un posible asiento de fábrica. A pesar de que en el LCR goza de un rango de piloto oficial –tiene contrato con HRC–, el británico quiere más.
“Zarco no se adaptaría a la Honda”
En el presente, Crutchlow pugna con Johann Zarco por ser el mejor piloto independiente del Mundial. 12 puntos le separan del francés, cuyo nombre ha sonado y mucho en el Paddock. Los rumores, en su momento le acercaron a Honda. Existió alguna conversación, aunque informal, entre Honda y él, como confirmó Alberto Puig recientemente. Ahora bien, Crutchlow no es muy optimista respecto a como habría sido la relación entre el francés y la RC213V, aunque reconoce que el francés es uno de los mejores pilotos de la parrilla. “Zarco no se adaptaría a la Honda. Con esto no quiero desmerecer su nivel, es uno de los mejores pilotos. He pilotado para Yamaha, Ducati y Honda, y sé como funcionan. Él ha dicho que quiere tener un estilo similar al de Lorenzo para hacer funcionar la M1, y le doy la razón. Pero la Honda es muy exigente físicamente”, reconoce Crutchlow.
El británico ahonda más en las virtudes de su montura, y la compara con la Yamaha, señalando los puntos fuertes de cada una. “La Yamaha y la Honda son la noche y el día. Un piloto de Honda tendría problemas con la Yamaha. Nuestro punto fuerte es la frenada, que es mil veces mejor que la de Yamaha, pero en paso por curva ellos son mejores”, describe el piloto del LCR Honda, que reconoce que la RCV es “difícil de entender, pero cuando la comprendes es increíble”.
Escepticismo respecto a los pilotos que suben de Moto2
En las últimas semanas, varios nombres de la categoría intermedia del Mundial han sonado para subir a MotoGP. Joan Mir y Álex Márquez, entre muchos otros, aspiran a dar el salto, como ya han hecho Morbidelli y Luthi esta temporada. Ahora bien, Crutchlow duda respecto al nivel que estos pilotos puedan tener en comparación a los que ya llevan varios años en MotoGP. “Actualmente, no creo que los jóvenes pilotos que suben puedan quitarnos el sitio. No veo a Morbidelli ocupando mi puesto, ni a Álex Márquez el de Lorenzo, por ejemplo. Creo que nuestra experiencia pesa más que su juventud”, afirma con la rotundidad que le caracteriza el británico.
Crutchlow pone de ejemplo de piloto que sí que merecía tener un asiento top a pesar de subir de Moto2 a Marc Márquez, que ascendió directamente con una moto de fábrica en el Repsol Honda en 2013. “Cuando veías a Márquez en Moto2 ya te dabas cuenta de que es un piloto excelente, muy, muy fuerte. Se suponía que iba a tener un asiento top en MotoGP”, reconoce. Por último, y como compañero de fábrica, Cal reconoce que el nivel de Márquez es colosal, aunque no quiere revelar sus secretos para ir tan rápido. “No voy a revelar los secretos de un compañero de trabajo, pero sí que puedo decir que yo jamás podré copiar lo que hace él”, concluye Crutchlow.
