A través del documental Inside Inside Criville, Alex Crivillé recuerda la figura de Ángel Nieto tanto dentro como fuera de los circuitos.
Ángel Nieto, pasión y corazón. Así se titula el capítulo del documental Inside Crivillé en el que se recuerda la figura del 12+1 veces campeón del mundo. Álex Crivillé relata momentos vividos con Nieto en los años de amistad que les unieron. Recuerda la primera vez que se conocieron, las hazañas de Nieto y las cualidades que le hacían destacar de entre la multitud del mundo de las motos.
A través del documental de AMV Seguros, Crivillé ensalza la figura de Ángel Nieto, uno de los ídolos de la infancia del piloto dos veces campeón del mundo en 125 y 500cc. Álex Crivillé: “Cuando era pequeño, mis ídolos eran Ángel Nieto y Ricardo Tormo. También me gustaban mucho Freddie Spencer y Kenny Roberts, pero Ángel era un piloto especial y ya había sumado sus 12+1 títulos. A Ángel lo tenía en los pósteres de mi habitación y era una pasada. Recuerdo que cuando Ángel se retiró en Derbi en 1986, coincidió que yo entré en la misma marca en 1987″.
El año 1986 marcaría las vidas de Ángel Nieto y Álex Crivillé, el circuito de Calafat fue el escenario donde se conocieron y se fue forjando la amistad. Crivillé: “A Ángel lo conocí en el circuito de Calafat, donde yo justamente estaba corriendo el Critérium Solo Moto. Ellos estaban haciendo una prueba del Superprestigio y él corría con Derbi. Me acuerdo que fue en 1986 y tuvo una caída muy fea, un highside, en las eses de Calafat. Yo estaba ahí. Fue una de sus últimas carreras; me acuerdo perfectamente. A partir de ahí, ya nos fuimos conociendo”.
Cuando Ángel Nieto se retira de las motos, Álex Crivillé empieza su andadura en el Mundial, relata en el documental de AMV. Crivillé: “Él se retiró y yo empecé a entrar en el Mundial. Cuando empecé a competir en el Campeonato del Mundo, él hizo un equipo en 250cc con Alberto Puig y el patrocinador era Julio Iglesias; era un macro equipo. Cuando conocí a Ángel de verdad fue cuando trabajamos juntos en Televisión Española. Ahí es cuando realmente conocí a Ángel como persona”.
Las cualidades del 12+1
Además de un gran piloto, Ángel Nieto ha sido una de las personas más queridas en el paddock de MotoGP. Crivillé: “Era una gran persona, un amigo de verdad en el paddock y siempre intentaba darte consejos. Era uno de los tipos más queridos de todo el paddock”.
Según relata Crivillé siempre estaba dispuesto a ayudar. Álex Crivillé: “Él siempre me ayudó. Él estaba de comentarista en Televisión Española y yo estaba en mi mejor época como piloto, desde 1995 hasta 2000 ó 2001. Fueron de mis mejores años. Estuvo comentado la carrera en Brasil el año que gané el título y lo celebramos a lo loco, con todos los periodistas. Él era piloto. Yo siempre lo he visto como un piloto, como un héroe. Posteriormente, cuando me retiré y pasé a ser comentarista en Televisión Española, él me daba consejos. Me acuerdo que siempre me decía ‘Álex, tienes que dejarte ir. No te preocupes, tú di y déjate llevar’. Al principio me costaba un poco y tenía miedo a decir alguna locura. Ángel se dejaba llevar siempre. Él era el 12+1, el campeón, y no pasaba nada”.
De piloto a persona
Para Álex Crivillé, Ángel Nieto fue uno de los pilotos más listos de su época. Quizá por ello llegó a conseguir tantos títulos mundialistas. Crivillé: “Él era muy fino e incluso llegó a probar las 500cc. Probó todas las categorías, pero se centró más en 50cc, 80cc y 125cc. Era muy listo y hábil. Sabía leer muy bien la carrera y guardar mucho. Al resto de pilotos los tenía un poco engañados porque se guardaba mucho y en los momentos clave de la carrera sabía cuándo tenía que pasar. Era el más listo de todos, por eso consiguió tantos títulos mundiales. Era un gran estratega en carrera. Hablando con Pablo y Gelete, sus hijos, siempre hablamos de su padre que era un crack”.
Una de las figuras que siempre ha estado unido al mundo de las motos ha sido sin duda Ángel Nieto. Además, de piloto ha estado dentro del paddock formando parte de algunos equipos o como comentarista. Crivillé: “Fuera de la pista, Ángel era un caballero. En este aspecto era envidiable. Sabía manejarse y moverse muy bien por todo el mundo. Tenía un don. Le gustaban tanto las carreras, que a los grandes premios no iba a trabajar sino a pasárselo bien. Luego, trabajaba. Le gustaba muchísimo. Por eso él no se retiraba y seguía activo siempre. Ángel iba a las carreras porque se divertía y le motivaba el hecho de seguir en la pomada de las carreras. Un poco como Valentino Rossi ahora, que sigue corriendo porque se divierte”.
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