Tras completar sus primeros test, vamos a analizar tanto lo que ocurrió en pista como lo que se puede leer más allá de las declaraciones de Marc Márquez.
Marc Márquez con Ducati, algo que parecía imposible justo hace un año pero que tras un larguísimo culebrón en 2023, sucedió finalmente. Desde entonces la gran pregunta es, ¿Qué será capaz de hacer? Hay voces autorizadas que por un lado aseguraban que arrasaría a sus rivales, así como otras que indicarían que no lo tendrá nada fácil con esta nueva generación de talentos, encabezada por Quartararo, Bagnaia o Jorge Martín.
Marc Márquez completó en Sepang su primer test completo con Ducati. Y no, no arrasó. Si nos fijamos en el tiempo a una vuelta, acabó en 6º lugar a 0,588 del campeón Bagnaia, que pulverizó el récord del circuito. Si analizamos los ritmos del último día, como os contamos ayer aquí de forma amplia, Marc tendría el 8º mejor ritmo, lo cuál es muy positivo al enfrentarse con una situación totalmente nueva para él.
Hay un factor determinante a tener en cuenta que demuestra que Marc Márquez aún no ha mostrado todo su potencial: en cuatro día de entrenamientos con Ducati aún no se ha caído. Estamos hablando del piloto con más caídas en MotoGP 2023, que históricamente siempre ha estado arriba en esta estadística. Su manera de competir es buscar el límite, donde sobre todo en entrenamientos, lo encuentra de forma constante en forma de caída.
Está enfocando esta pretemporada y su adaptación de una forma distinta, yendo paso a paso y construyendo cimientos fuertes desde abajo. Quiere llegar a la primera carrera de Qatar en perfecto estado físico, sin lesiones, conociendo su GP23 que es tan diferente a lo que ha vivido estos últimos 11 años en Honda, toda su carrera deportiva en MotoGP.
Mientras que otros campeones, como Jorge Lorenzo, necesitaron más de un año para explotar todo su potencial en Ducati, Marc Márquez tiene un estilo radicalmente distinto, más parecido a Casey Stoner, capaz de adaptarse y pilotar al límite lo que le den. La Honda la llevó al límite, e incluso a veces más allá, es sólo cuestión de tiempo (y será poco) para que le veamos incomodar a los pilotos oficiales.
Porque hay que reconocer que eso juega en su contra. Marc Márquez no va a tener el material más evolucionado, tendrá una GP23 del año pasado, mientras que Bagnaia, Martín o Bastianini, firmes candidatos al título, contarán con todo el músculo de Ducati, una GP24 con todas sus evoluciones. Lo positivo al inicio de año, es que ya sabemos que la GP23 es fiable y de hecho, Di Giannantonio con una GP23 igual a Marc Márquez, mostró el mejor ritmo durante el último día de test de Sepang.
El discurso de Marc Márquez es humilde, sin grandes pretensiones de cara al público y hace bien. Menos presión. También le pasó a Valentino cuando en 2013 regresó de Ducati a Yamaha, donde bajó todas las expectativas y se puso a trabajar a tope para llegar a su mejor nivel, pese a tener ya 34 años. Marc se enfrenta a la historia, ningún piloto en la historia de 500cc/MotoGP ha ganado el Mundial tras llevar 4 años sin ganar. Ningún piloto ha ganado desde un equipo satélite sin material oficial. Lawson y Rossi ganaron en 1989 y 2001 respectivamente, pero con todo el apoyo de la fábrica.
“Lo dije en la presentación del equipo; la expectación está claro que es muy alta pero yo en todo momento soy realista“ – Decía Marc tras el segundo día en Sepang. “Estoy en una situación donde vengo de 3, 4 años los más difíciles de mi carrera deportiva donde yo tampoco he rendido al máximo nivel. Tengo que reencontrar otra vez esa confianza y los que hablan de arrasar que se olviden“
Su mente está en llegar a lo más alto aunque declare con ese perfil bajo tan necesario en estos momentos: “Veremos si soy capaz de llegar o no al nivel de ellos, de momento no estoy al nivel de los de delante, de los tres rápidos o cuatro que eran Martín, Bagnaia, Bastianini y mi hermano Alex aquí en Malasia” – Aseguró el último día en el que acabó sexto.
El mensaje oculto de Marc Márquez es que su potencial es mucho más alto de lo que muestran los tiempos. Pese a contar con una GP23 en un equipo satélite, se está adaptando bien y aún no ha buscado los límites. Cuando empiecen a llegar las caídas sabremos que está forzando para saber hasta donde puede retorcer la Ducati. No es la mejor arma en pista, pero es mucho mejor que la que tuvo el año pasado.
Es un piloto de carreras, donde muestra sus mejores cualidades no es en entrenamientos. Entre sus mejores virtudes cabe destacara su capacidad de adaptación, de pilotar al límite en las situaciones más difíciles, así como “echar el lazo” al piloto de delante y con la referencia mejorar mucho. Cuando en carrera pueda seguir a Bagnaia o a Martín, aprenderá muchísimo cada vuelta. Aún no sabemos hasta donde podrá llegar y si podrá luchar por un Mundial que sería histórico, pero está clarísimo que va a hacer sufrir mucho a los que por moto, deben ganar en MotoGP 2024.
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