A lo largo de su carrera Jorge Lorenzo ha sufrido lesiones complicadas que le han hecho plantearse si merecía la pena y sentir miedo.
Uno de los grandes handicap contra los que puede luchar un piloto de MotoGP es el miedo. En un deporte en el que te juegas todo, hasta la vida, la cabeza y la actitud juega un papel fundamental. El peligro es parte de juego, sin embargo, saber gestionarlo es obra de aquellos que son capaces de subirse a una moto a más de 200 km/h y sentir que no pasa nada, que la caídas son parte del juego y que hay que aprender a levantarse.
Una de las personas que conoce bien la parte negra de este deporte es Jorge Lorenzo. A lo largo de su carrera el balear se ha visto envuelto en numerosas lesiones que le han hecho replantearse muchas cosas. El miedo aterriza para decir que pares, sin embargo, solo aquellos que están hechos para este deporte son capaces de respirar y volver a subirse a la bestia por la que ha luchado tanto a lo largo de su vida.
Los momentos complicados para Jorge Lorenzo
“Yo en ese sentido he sido de los valientes, no tenia pavor de expresar lo que sentía desde 2008. Cuando tenia miedo que tuve esas caídas de China, Le Mans o Montmeló que me golpeé la cabeza llegué a decir que tenía miedo de ir en moto pero luego poco a poco lo superé, fui el primero en admitir eso“, comenzaba expresando el pentacampeón en el último documental de Dazn ‘Yo, piloto: almas de metal’.
A lo largo de su carrera, con lesiones y caídas Lorenzo ha sido consciente de todo lo que se jugaba. Sin embargo, la pasión siempre ha podido con el miedo. “Vuelves a ser consciente del riesgo que implica este deporte en donde a veces no lo ves porque vas muy protegido, en la moto tienes mucho control, porque lo haces desde que eres pequeño… No eres consciente de que si algo va mal o tienes mala suerte puedes tener un handicap para toda tu vida físico o incluso perder la vida“.
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