Marco Simoncelli perdía la vida el 23 de octubre hace ocho años. A pesar de ello el recuerdo de ‘Sic’ permanece intacto gracias a las muchas obras que ha ido haciendo a lo largo de estos años su padre Paolo.
Era el 23 de octubre de 2011 cuando Marco Simoncelli perdía la vida en el circuito de Sepang en Malasia. La última vuelta montando su Honda, antes de finalmente dejar las huellas bajo los ojos de su padre Paolo y su novia Kate Fretti. Un golpe al corazón del Campeonato Mundial, un golpe en el estómago para muchos fanáticos italianos que se levantaron temprano para ver la carrera.
La pérdida de Simoncelli fue una de esas injusticias de la vida cuyo peso aún lleva su padre Paolo en el alma. En cada momento de silencio, de descanso, antes de partir hacia un nuevo viaje. La mente vuelve a Marco, a la memoria indeleble, a las muchas obras realizadas en su honor. Por ello, tan sólo unos años después de perder a su hijo decidió seguir con el sueño de ‘SuperSic‘ ser campeón del mundo, creando el SIC58 Squadra Corse.
“Marco sigue siguiéndonos desde allí, es algo que nos gusta”
2019 ha brindado muchas satisfacciones a quienes siguen teniendo a ‘Sic‘ en sus corazones. Comenzando con la inauguración de Casa Simoncelli , que en los próximos días comenzará a operar a plena capacidad. Una señal del cielo llegó con la victoria de Tatsuki Suzuki en Misano, en el circuito dedicado a Marco Simoncelli. Hace unos días se inauguró Via Simoncelli cerca del hipódromo.
El sábado pasado en Motegi se celebraba el undécimo aniversario de la victoria del título del piloto siciliano de 250, con Nicolò Antonelli partiendo desde la pole. ” Otra coincidencia de los extraños“ , comentó Paolo Simoncelli. ” Marco sigue siguiéndonos desde allí, es algo que nos gusta “. Un bonito homenaje para el piloto italiano a quien su defensor, Antonelli, recuerda siempre con orgullo en sus logros.
Difícil contener las lágrimas pensando en el triste epílogo de la carrera del joven campeón de Coriano. Es igualmente difícil sostenerlos cuando el Padre Paul abre las puertas del alma a través de sus ojos brillantes. Ocho años después de su muerte, Marco Simoncelli continúa viviendo en la memoria de muchos fanáticos. Todo lo que queda es pensar en su simpatía, su simplicidad, su cabello enmarañado y sonreír. Todo lo que queda es tener en cuenta su determinación, de modo que siempre sea un estímulo para su equipo, continuar paso a paso hacia el surgimiento de un sueño que ciertamente no es imposible: el segundo título mundial.
Lee el articulo original en italiano en corsedimoto.
Más noticias de MotoGP y SBK en Motosan.es… ? Suscríbete en la campana, ¡es gratis!
