Maverick Viñales, piloto del Monster Energy Yamaha, participió en el podcast oficial del Mundial de MotoGP donde repasó su trayectoria con su actual equipo, donde asegura lo llegó a pasar mal en los primeros años con la marca japonesa
No se arrepiente de ninguna decisión. Maverick Viñales lo ha dejado claro en el último podcast oficial del Mundial de MotoGP. El piloto de Yamaha ha sido uno de los últimos protagonistas del programa “Last on the brakes”, donde ha podido hacer un repaso de su trayectoria deportiva en el mundial de motociclismo. Y es que el de Roses ha comentado cómo fue su fichaje por el equipo oficial de la fábrica de Iwata, justo en los años donde la marca se vio inmerso en un problema difícil de afrontar.
Viñales llegó al box azul del Monster Energy Yamaha el pasado 2017, como compañero de Valentino Rossi y dejando atrás su etapa en Suzuki, marca que le ayudó a dar el salto definitivo a la máxima categoría. El catalán admite que ese momento fue el “perfecto” y es que ese fichaje era “lo que quería” para seguir avanzando hacia su objetivo: un título mundial. La aventura en Yamaha empezó de la mejor manera, siendo el piloto más rápido en los test de pretemporada, ante el asombro de todos, y ganando las carreras de Qatar, Argentina y, meses más tarde, en Le Mans.
“Me veía como un potencial campeón, fue difícil para mi”
“Cuando corro, sólo quiero ganar, y sobre todo luchar por el título. Me fui a Yamaha y desde el primer día pensé ‘ahora tenemos una oportunidad, debo luchar por el título’“, comentaba Viñales en el podcast. Sin embargo, la situación se torció con la llegada de unas nuevas gomas en Montmeló que mermó la competitividad que la marca había demostrado a principio de ese 2017. “Lo demostramos en las seis primeras carreras, iba líder con 36 puntos de ventaja… pero las cosas cambiaron. ¿Qué fue mal? Empezamos a cambiar muchísimo la moto. Y nos perdimos, ¡durante dos años!”, confesó Maverick.
“No fue fácil para mí. Imagina, dominando las primeras carreras como yo quería… la moto y yo eramos sólo uno. Y entonces cambiaron el neumático, el problema llegó en Montmeló. Allí cometimos un error con la elección del neumático y acabé muy atrás”, añadió Viñales, quien admite que Yamah cogió el rumbo equivocado en el desarrollo de la moto. “Después de eso Yamaha empezó a cambiarlo todo. Recuerdo que en Assen llevaron tres chasis distintos y yo me estaba volviendo loco. Perdí el feeling con la moto por completo y también con el equipo. Fue muy difícil para mí entenderlo y decir ‘vale, así están las cosas ahora’ mientras yo me veía como un potencial campeón. Fue muy difícil para mí”, explicó.
“No estaba en mi lugar, siempre pensaba que podía hacer mucho más”
“En 2017 y 2018 pasé por un momento complicado porque no estaba en mi lugar, siempre pensaba que podía hacer mucho más, y todavía lo pienso, como el último año, no demostramos todo el potencial todavía. Por eso el desarrollo que está haciendo Yamaha es tan importante, y sobre todo la confianza que han puesto en mí en este momento”, insistía Maverick Viñales, explicando lo mal que lo había pasado en los primeros años con Yamaha, sin embargo, en el último año la situación fue mejorando.
Además, el piloto de Yamaha también recordó el año 2012, cuando decidió romper el contrato con Blusens Avintia durante la gira asiática y a falta de tres carreras para el final de la temporada. El de Roses se negó a correr en Sepang, aunque con un acuerdo con el equipo disputó las citas de Australia y Valencia. En ese mismo año, durante la segunda parte de la temporada, el rendimiento de la moto bajó estrepitosamente después de ganar cinco carreras en principios de año. Viñales fichó por el Team Calvo de cara a la siguiente temporada, otra decisión de la que, según explica, no se arrepiente aunque lo haría de otra manera:
“Soy de esa clase de pilotos que creen mucho en sí mismo. Necesito seguir mi propio destino, mis propias cosas. No me guío por lo que dice la gente, normalmente sigo mis propias decisiones porque creo que es lo mejor para mí. En ese momento tengo que decir que en 2012, si ahora me encontrara en esa situación, haría las cosas de un modo muy diferente, pero lo haría, iría donde tengo que ir. En ese momento me criticó mucha gente, pero creo en mí, y sabía de lo que era capaz, así que fui y lo demostré. Sinceramente no me arrepiento, porque creo que esa decisión cambió muchas cosas en mi vida“.
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