Maverick Viñales recapitula y recuerda cómo ha sido su 2021, un año más que movido en su carrera deportiva.
El año pasado fue una locura en la vida de Maverick Viñales, que ha tenido de todo; tanto subidas como bajadas. Su temporada comenzó como piloto en Yamaha, pero una mezcla de cosas sucedieron como ser padre, su suspensión en la firma de los diapasones, la desafortunada muerte de su primo Dean Berta en Jerez y el cambio a Aprilia. Con todos estos cambios en su vida, admite en una entrevista a The Race que sus prioridades han cambiado, así como que tiene ganas de volver a ganar.
Acerca de la Yamaha. “Sólo quiero decir buenas palabras sobre ellos, porque no tengo nada malo que decir. Al final se ve que la moto está a un gran nivel, y siempre he dicho que la moto era fantástica. No sabíamos exactamente por qué no podíamos hacerla funcionar, porque a veces me sentía imbatible y otras era el último. Me volvía loco. Pero la moto estaba a un nivel increíble. Eso se nota enseguida, era fantástica. Pero de todos modos, no era mi reto, así que acepté el verdadero reto”.
Maverick ha sido padre el pasado año, por eso dice que tiene otras prioridades. “He cambiado mucho mis prioridades. Cuando tienes una familia, no piensas en el mañana, sino en el largo plazo. No puedes pensar sólo en el día a día. Antes pensaba mucho en esto, en vivir la vida tal y como era, sin pensar demasiado en el futuro o en cómo iba a realizar mi realidad”.
“Es bonito ganar, pero quiero sentir algo más”
Hace tiempo que Viñales no gana, y quiere volver a hacerlo. “Es ganar, pero quiero sentir algo más. Quiero sentir un equipo a mi alrededor, y por eso me mudé. Me mudé para tener todo ese ambiente, esa pasión, y sobre todo porque creo que cuando vas a un sitio donde todo el mundo tiene hambre, te hace ir aún más fuerte”.
El contraste de Yamaha a Aprilia. “Un equipo italiano es muy diferente a un equipo japonés. Sinceramente, siempre he tenido una gran relación con el equipo japonés, porque me encanta la comida, la cultura, los lugares, cómo son: tranquilos, sistemáticos. Te hace lo mismo. Pero aparte de eso, necesitaba un poco más de fuego a mi alrededor. Un poco más de apoyo sobre la moto y fuera de ella. Al final, quiero mostrar muchas cosas y era difícil allí”.
Viñales atribuye mucho mérito a Aleix Espargaró. “Aleix fue importante para hacerlo realidad, porque tengo una buena relación con él y hablamos bastante cuando volamos juntos. Pero creo que lo que me hizo decidirme fue más el ambiente y la pasión. Es una marca que es bastante nueva, no es nueva en la historia de las carreras, pero sí en mejorar en MotoGP. De alguna manera, quiero tener este proceso, para llevar de nuevo una fábrica a la cima, como hicimos en el pasado. Me motiva mucho. Es un reto diferente pero que me motiva. Quiero ser campeón, pero también quiero hacer algo especial, no hacer lo que hacen los demás”.
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