Johann Zarco ha recibido un aluvión de críticas tras el accidente del domingo en Austria. Las más duras han partido de Valentino Rossi, con quien el piloto francés ha tenido la oportunidad de hablar y aclarar lo sucedido.
Johann Zarco está siendo uno de los grandes protagonistas tras el Gran Premio de Austria. Su actuación durante la carrera del domingo ha provocado un aluvión de críticas sobre el piloto francés. Franco Morbidelli, Dani Pedrosa, Maverick Viñales, Valentino Rossi… han criticado duramente el comportamiento del piloto del Esponsorama Racing en la última cita de MotoGP. De hecho, Valentino Rossi ha sido uno de los más duros a la hora de atacar a Zarco.
Y no es para menos. Después de que Zarco y Morbidelli se fuesen al suelo, sus motos salieron proyectadas de vuelta a la pista y a punto estuvieron de golpear a Rossi y Maverick Viñales. Este no ha sido el primer encontronazo del nueve veces Campeón del Mundo con el piloto galo, al que acusó de estar loco tras la carrera del domingo. Johann Zarco tuvo la oportunidad de hablar con ‘Il Dottore’ algunas horas después. “En el momento de las entrevistas con la televisión italiana, Franco y Valentino estaban muy enfadados conmigo. Valentino vio la moto, se asustó y pensó ‘si la moto me da, se acabó‘”, ha dicho el francés en declaraciones recogidas por Motorsport. “Franco se fue, pero al menos pude hablar con Valentino para calmarlo todo y explicarle que no fue una maniobra intencionada. Creo que nuestra conversación fue muy sincera”.
El piloto de Cannes explicó que, tras la conversación, la situación entre ambos se relajó. “Estuvimos solos 10 minutos. Todo está mucho mejor ahora. Hablé con Vale para hacerle entender que no estoy loco. Me dijo que cuando vio el accidente por televisión, me abrí mucho para bloquear a Morbidelli. Así que le expliqué que no fue mi idea. No lo hice voluntariamente”, ha comentado Zarco.
Además, ha aprovechado para dar su versión de los hechos y defenderse de las duras acusaciones que ha recibido en los últimos días. “Pude adelantarle en la recta porque había una gran diferencia de motor entre él y yo. Cuando estaba delante, al frenar no me abrí más que de costumbre y no lo hice a propósito. A casi 300 km/h no puedes cambiar de trazada en el último momento“, ha explicado. “Por eso me dijo que tuviera cuidado, y le dije: ‘Vale, tengo cuidado y realmente traté de mantener mi línea, pero por la forma en que iba no podía cambiar’. Tal vez eso fue lo que sorprendió a Franco”.
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