A sus 56 años, Becci Ellis rompió el récord mundial de velocidad máxima de una mujer sobre una moto alcanzando casi 400 km/h
La hazaña la realizó sobre una Suzuki Hayabusa de 1999. Esta antigua profesora de autoescuela, llegó a los 372 km/h en su Suzuki Hayabusa de 1999 que modificó para dejarla preparada para batir el récord y eso sin tener en cuenta los dos años de mano de obra que empleó. El momento en el que llegó a esa velocidad, se dio en una famosa pista de 2 kilómetros donde otros como Guy Martin ya han batido otras marcas: Elvington, que es un pueblo que se encuentra en la ciudad de York en Inglaterra. En concreto, el récord que sucedió a finales del mes pasado, se realizó en el Royal Air Force Elvington, o simplemente RAF Elvington que se trata de un antiguo aeródromo de la Royal Air Force que operó desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial hasta 1992 y que, ahora, además tiene el Museo del Aire de Yorkshire.
Suzuki Hayabusa Naked turboalimentada con 355 cv
A la Suzuki Hayabusa se le quitaron todos los plásticos y elementos innecesarios para la prueba, es decir, se trata de una naked de verdad. La moto está literalmente desnuda. Sin embargo, despejarla de materiales no fue lo único que hizo que realice esta hazaña. La moto o “la bestia” es una superdeportiva muy conocida: una Suzuki Hayabusca de las primeras, de las de 1999 que lejos de jubilarla Ellis encontró la vuelta para sacarle el mejor provecho. Tiene instalado un turboalimentador que hace que la moto rinda la friolera de 355 CV de potencia. Además la cúpula adopta un gigantesco “intercooler”.
De todas formas, no era la primera vez que Ellis se enfrentaba a un reto de estas dimensiones. En el 2014, en el mismo lugar, había alcanzado los 264,1 mph en una milla desde parado, lo que le había valido para ser la piloto femenina más rápida del mundo. Pero ahora buscaba otro récord y sobre una naked.
En palabras de la recientemente galardonada
Tras haber alcanzado un nuevo récord en su “Odyssey”, así le puso a la moto, Ellis habló de lo que sentía: “Durante la carrera real, mi cabeza está literalmente situada a la altura de la línea de los ojos. Además, la presión sobre los hombros era bastante grande. No sé si es porque soy una vieja loca. La verdad no lo sé, pero todavía lo siento. Incluso cuando estás totalmente satisfecha, la adrenalina que tienes te mantiene, te empuja hacia adelante y no notás ningún dolor hasta que se termina. Quería ir lo más rápido posible sin restricciones”.
Por último explicó que: “la aceleración al principio es similar a la que tenía. No se siente nada hasta que la máquina está a pleno funcionamiento. De hecho sentí que tal vez mi cabeza no había estado lo suficientemente baja. Al final deseaba que terminara la prueba porque mi cuello estaba siendo empujado hacia atrás con demasiada fuerza”.
¿Te SUSCRIBES GRATIS a Motosan.es en la campana 🔔? ¡SIGUE HACIA ABAJO para ver las ÚLTIMAS NOTICIAS!
