El piloto británico ha finalizado los test de Jerez con malas sensaciones y considera que BMW necesita dar un gran salto para cumplir con las expectativas.
Scott Redding dejó Ducati en 2021 para unirse a los alemanes de BMW en busca de un futuro lleno de éxitos. Por desgracia para él, ese futuro no sólo no ha llegado, sino que parece alejarse cada vez más. Después de un 2022 complicado sin muy buenos resultados, el británico se muestra poco confiado con la moto tras los test de Jerez. Desde GPOne.com destacan las impresiones de Scott tras los dos días de pruebas en el trazado andaluz.
Desde el comienzo de los entrenamientos Redding sintió que la moto no llegaba hasta donde el creía que podía hacerlo. “Sigue siendo la misma moto del año pasado“, arrancaba. “El problema es que tienes unas expectativas pero luego no se reflejan en su rendimiento. En términos de aceleración, frenada y manejo, la moto sigue siendo igual“, añadía con resignación.
Además, el británico de 30 años expone que la complejidad que la BMW desentraña en sí misma, es un problema a la hora de hacerla competitiva. “La electrónica no es mala, pero si usásemos la misma que el resto de equipos, nos olvidaríamos de las dudas que a veces nos genera. Nuestro sistema es muy complejo, quizás demasiado para nuestro propio bien. Más no siempre significa mejor“, sentenciaba Redding.
“Hay algunas cosas que nunca cambiarán y hay que aceptarlo”
Scott se ha mostrado perplejo ante la situación que está viviendo en BMW. Tal vez no esperase su manera de trabajar, pero de lo que no cabe duda es que el inglés no se muerde la lengua a la hora de dar su opinión sobre los métodos de trabajo de los alemanes. A corto plazo no siente que haya posibilidades de tener una moto competitiva.
“Firmé el contrato porque quería ganar y me dijeron que harían lo que yo quisiera para ganar“, afirmaba Scott. “Deberíamos tratar de mantener las cosas más simples, como hacen los demás, y centrarnos en un par de puntos para mejorar. Pero en cambio lo tenemos todo prácticamente diferente a los otros equipos“, aseguraba.
“Supongo que hay algunas cosas que nunca cambiarán y hay que aceptarlo, pero no sé por qué“, se preguntaba el piloto británico. “Tal vez sea una cuestión de marketing. Yo quiero ganar el Mundial y ellos también, aunque quizás les interese más vender motos que ganar el campeonato“, sugería el británico de 30 años.
“Esperaba más potencial del que realmente tenemos”
En la misma línea de sus anteriores declaraciones, Redding trataba de mirar al futuro con cierta esperanza, aunque era más una mera intención que la dura realidad de la que el piloto de BMW no es capaz de huir. “No estamos en buena forma, pero tampoco es tan terrible como el año pasado“, declaraba. “Jerez no se nos ha dado bien otros años así que las sensaciones de estos días hay que cogerlas con pinzas“, añadía.
Sin embargo, la resignación se apoderaba de un Redding incapaz de disimular su frustración. “Espero que podamos tener un mejor arranque cuando viajemos a Australia, pero lo cierto es que los demás equipos nos sacarán más tiempo en cuanto a evolución se refiere. Esperaba más potencial del que realmente tenemos“, y finalizaba diciendo que “sé que este no es el lugar en que debemos estar”. (Fuente: Danielle Plaza, GPOne.com, 27/01/2023)
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