El mallorquín estuvo hace días en una tertulia con periodistas italianos hablando sobre Rossi, Márquez o Bagnaia.
Jorge Lorenzo terminó la temporada en DAZN como comentarista, pero ha seguido implicado en la actualidad de MotoGP en otros medios o tertulias. El mallorquín siempre es una figura esencial para analizar cualquier tema que tenga que ver con el Mundial, siendo él un claro referente en el deporte y una voz más que autorizada. En una de esas últimas entrevistas que realizó, habló, entre otras cosas, de su relación con Valentino Rossi. Sus temporadas en Yamaha la mermaron, pero una vez separaron sus caminos la relación ha mejorado.
“Mi relación con Rossi ha mejorado mucho, antes éramos dos gallos en el mismo corral. Cuando él se fue a Ducati la relación era mejor, cuando volvió Yamaha, otra vez mal. Con años ha ido mejorando e incluso me invitó al Rancho, así que ahora es diferente“, explicaba el mallorquín; que añadía lo siguiente al ser preguntado si en algún momento coincidirían de nuevo en un circuito pilotando coches diferentes: “De momento corremos en diferentes campeonatos. Él está progresando muy rápido. Sería un sueño. Todo es posible en la vida“.
Sobre MotoGP también habló, apuntando algo que se ha remarcado mucho durante esta temporada. La amistad de los pilotos del Mundial no termina de gustar a los aficionados, que echan de menos las guerras entre pilotos. Para Lorenzo, hay una combinación de factores que hacer que la MotoGP actual sea diferente a la de hace algunos años. “Poco a poco se han retirado pilotos dominantes, con personalidad muy marcada. Evidentemente Valentino Rossi es uno de esos, pero los demás no estábamos muy lejos”.
“La gente se tiene que habituar a estos nuevos pilotos. Fabio Quartararo y Pecco Bagnaia no tienen la personalidad tan marcada como teníamos nosotros hace años. La MotoGP actual es sana, y con carreras emocionantes. Aprilia, Yamaha, Honda y Ducati son todas muy competitivas”, reflexiona el mallorquín. Sobre Ducati, añade: “Este año ha sido la mejor moto, y también sus pilotos. Bagnaia, Martin y Bastianini darán más alegrías a Ducati”. Aún así, a nivel de pilotos, Lorenzo lo tiene muy claro: “El más fuerte es Marc Márquez; y en segundo lugar diría que Fabio Quartararo”.
La otra cara del éxito
Dejando lo puramente deportivo al margen, Lorenzo termina reflexionando poniendo su ejemplo personal. El cómo, poco a poco, fue ascendiendo en el mundo del motociclismo. “La gente ve champán y celebraciones; nos ve pilotando las mejores motos del mundo, pero detrás hay trabajo y sacrificio”, dice acorándose de su padre Chicho: “Yo tuve suerte de tener a mi padre que me inculcó disciplina de pequeño: artes marciales, gimnasia y eso lo apliqué mis entrenos. Siempre estábamos con el cronometro, siempre estábamos intentando mejorar para ser un piloto completo. En vez de comprarme una Nintendo, me compraba una moto”.
“Llegué punto mi vida era muy estresante y tenía poco tiempo libre. Los entrenos eran cosa mecánica y era como robot. Volví a trabajar con mi padre en 2013 y los resultados llegaron, pero no era feliz. Ahora tengo vida tranquila pero gracias sacrificio durante 30 años“, zanja.
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