Dani Pedrosa. Un piloto retirado de la competición, que se ha convertido en una pieza clave de KTM como piloto probador.
Cuando hablamos de Dani Pedrosa Ramal (Castellar del Vallés, Barcelona, 29 de septiembre de 1985), lo hacemos de uno de los pilotos que más seguidores aglutina en la actualidad. Admirado por la afición, incluso por los que siguen a otro piloto principalmente, también se ganó el respeto como uno de los más grandes, entre sus rivales en pista.
Pedrosa tiene un palmarés envidiable al que sólo le falta la guinda, el título en MotoGP. Sus números hablan por sí solos para poder afirmar, que se trata del mejor piloto de la historia que nunca fue campeón en la categoría reina. Tres subcampeonatos (2007, 2010 y 2012) y muchas temporadas donde tanto la mala suerte, como las lesiones que ahora repasaremos, se cruzaron en su camino.
Pedrosa es el piloto sin título en MotoGP con más victorias en la categoría, un total de 31. Muy lejos de él están Dovizioso con 14 o Mamola y Biaggi con 13. Además de ser el tercer piloto de la historia con más podios (112), detrás de Lorenzo (114) y Rossi (198). La mayoría de los campeones no tienen sus cifras, así que podemos asegurar que nos encontramos ante un caso único.
Pedrosa empezó a competir a los 11 años en el campeonato de España de minimotos, donde estuvo entre los primeros hasta que en 1998 (en su tercera temporada) conseguía el título. Entonces, por falta de recursos, se planteó dejar las motos y pasarse al “mountain bike” pero entonces se convocó la Movistar Activa Cup, que cambiaría su vida.
Alberto Puig, una figura clave en su carrera deportiva, lo elige entre la multitud pese a no ser el piloto más rápido. Así Pedrosa pudo participar en el campeonato de España, donde de nuevo Puig confía en él plenamente pese a no ganar, para llegar hasta el Mundial. En 2001, con 15 años, debuta en Suzuka en la categoría de 125cc. Desde la segunda cita en Sudáfrica empieza a puntuar con regularidad, devolviendo la confianza puesta en él.
En el Circuito de Valencia, en su 12º salida en el Mundial, conseguiría su primer podio. Un gran resultado que repetiría en la siguiente carrera, en Motegi, para acabar 8º en su primer campeonato. Con la salida de Toni Elías del equipo, Pedrosa se quedaba como claro número 1 del equipo, para en 2002 dar un paso adelante.
En la “Catedral” de Assen llegaría su primera victoria. Pedrosa estuvo optando al título casi hasta el final, pero se vio muy perjudicado en las carreras con lluvia, donde sufría mucho. Acabaría tercero en la clasificación final y con el objetivo claro en 2003 de ganar el título de 125cc. Algo que conseguiría, siendo líder prácticamente desde el principio hasta el final.
Aún estaba celebrando tras lo logrado en Sepang, cuando en la siguiente cita en Phillip Island se rompía los dos tobillos en entrenamientos. Aquella desgracia hizo que se perdiera toda la pretemporada de 2004, en la que saltaba a 250cc también con Honda bajo la protección de Puig. En la primera carrera del año en Sudáfrica, conseguiría ganar, dejando claro el talento que atesoraba.
La categoría de 250cc fue un cuento de Hadas para Pedrosa, que se llevó dos títulos Mundiales consecutivos en 2004 y 2005. De esa forma saltaba a MotoGP en 2006 como tricampeón del mundo, con el equipo Honda Repsol. La pregunta entonces entre los aficionados era, “¿Cuántos títulos conseguirá?” Nadie hubiese creído entonces que Dani se retiraría sin ser campeón en la categoría reina.
Más aún cuando era segundo en su debut en Jerez y ganaba su cuarta carrera, disputada en el Gran Premio de China. Pedrosa optó al título ya en su primer año, aunque finalmente acabaría en 5ª posición. Echando una ojeada a sus temporadas, cuesta encontrar una sola en la que no tuviera lesiones. Y cuando no lo estuvo, la mala suerte se encargó del resto. Nunca tuvo la suerte del campeón tan necesaria.
En 2007 su Honda RC212V no estuvo a la altura, así como sus neumáticos Michelin, del trío Stoner/Bridgestone/Ducati. En 2008 cuando encabezaba el campeonato, se cayó en Sachsenring para lesionarse cuando iba lanzado hacia su primera victoria sobre mojado. En 2009 se lesionó ya desde la pretemporada, tras facturarse el brazo en una caída en Catar.
En 2010, cuando intentaba recortar puntos en el liderato a Lorenzo, sufrió un problema mecánico en su Honda en los entrenamientos de Motegi, que le ocasionó una fractura en la clavícula izquierda. En 2011, llegaba a Le Mans también como líder de MotoGP, pero en un incidente con Marco Simoncelli durante la carrera, se fracturaría la clavícula derecha, diciendo otras vez adiós a sus opciones de título.
En 2012 vimos seguramente al Pedrosa más fuerte, que ganó en 7 de las últimas 11 carreras de la temporada. La cita de San Marino unió el surrealismo con la mala suerte a medias. Salía desde la pole, pero entonces el calentador de su neumático se quedó atascado. Jamás ha pasado algo así a nadie antes de una carrera en MotoGP.
Cuando solucionó el problema, tuvo que salir último cuando su rival por el título (Lorenzo) salía en cabeza. Pedrosa empezó una vertiginosa remontada que seguro le hubiese llevado al podio, pero Héctor Barberá lo tiró al golpearle la rueda trasera. Allí perdió casi todas sus opciones, porque aunque siguió ganando, Lorenzo supo gestionar bien su ventaja, haciendo segundas posiciones.
En 2013, de nuevo cuando era líder del Mundial, sufriría un “highside” en los entrenamientos de Sachsenring donde se rompería la clavícula izquierda, aparte de sufrir un duro golpe en la cabeza. En 2014 estuvo a un gran nivel, siendo durante la primera mitad de la temporada segundo en la clasificación general tras un intratable Marc Márquez. A final de año fue bajando su rendimiento y no nos enteramos del por qué hasta que llegó Catar 2015.
Allí Pedrosa, tras la carrera, anunciaba que paraba para operarse los antebrazos. Un síndrome compartimental muy desarrollado estaba impidiendo que pilotara sin dolor. Volvería a partir de Le Mans y acabaría el año ganando carreras en Motegi y Sepang. Justamente en el circuito japonés, en 2016, Dani sufrió una doble rotura y una fisura, fracturándose la clavícula derecha, el peroné derecho y una fisura en el cuarto metatarso del pie derecho.
En 2017… ¡No se lesionó! Así lograría conseguir sus últimas victorias en MotoGP, en Jerez y en Valencia, dos circuitos especiales para él que siempre se habían adaptado a la perfección con su estilo. En 2018, empezaba el año con ganas, pero Zarco lo tiró en la segunda carrera, fracturándole la muñeca derecha. Pese a todo, volvió a levantarse pero con su caída en Jerez, Dani supo que ya todo había acabado. Ya nunca volvió a ser él mismo hasta su retirada a final de año. Curiosamente la curva que ahora lleva su nombre.
Tras su retirada, Pedrosa ha encontrado un nuevo proyecto que le ha motivado para seguir en el Mundial. Lleva más de tres años como piloto probador de KTM, para trasladar sus conocimientos y experiencia. La marca austriaca sólo tiene buenas palabras hacia el catalán, ya que juntos quieren construir una moto ganadora, que sea capaz de aspirar al título de MotoGP. Pedrosa, el rey sin la corona en la categoría reina.
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