En un documental de DAZN, Ramón Forcada ha tratado diversos aspectos del campeonato. Desde su trayectoria como jefe técnico, su evolución y malos recuerdos de caídas con Jorge Lorenzo.
Los jefes técnicos de cada estructura en el Campeonato del Mundo de MotoGP se corresponden con una de las figuras más destacadas por los propios pilotos. Con una labor de bastante importancia, los protagonistas en pista no podrían rendir al máximo sin ellos, puesto que de sus decisiones pueden depender incluso muchos de sus resultados. Experiencia, conocimiento y cercanía, podrían definirse como los factores más imprescindibles que presentan entre jefe técnico-piloto.
Varios jefes técnicos de pilotos de la categoría reina se reunieron para charlar en un documental “Los amos del BOX“ producido por la plataforma de DAZN. Entre ellos fue partícipe del encuentro el veterano Ramón Forcada. Una vez colocados en sus respectivos asientos para comenzar, fue él mismo quien dio inicio con sus palabras. “Empecé en el mundial en 1989 de la mano de Eduardo Giró, cuando Crivillé empezó en JJ, necesitaban a un mecánico. Bueno, yo ya le había pedido consejos para hacer motos en el campeonato de Cataluña, y un día me llamó y me dijo que si quería había un sitio de pruebas en JJ. Hablé con Antonio Cobas“. Por ello, como anécdota relató como sucedió todo, y cómo afirmó no poder en ese momento. Sin embargo, en un día liquidó el asunto y se personó en JJ, a trabajar.
El papel del técnico en el interior de un box es de gran importancia. Ramón Forcada, se trata del jefe de mecánicos de Franco Morbidelli en la actualidad. Así, asegura que “ser técnico ahora es un poco diferente de lo que era antes. Antes era ser técnico, conductor de camión, hacer las ruedas. Antes era hacerlo absolutamente todo“. Haciendo mención al día de hoy, asevera que ha habido una gran evolución de la moto y del propio trabajo. “Antes los tiempos daban muchos problemas, el tema de carburación y puesta a punto era complicado. Cuando eran artesanales era rehacerlos porque se rompían cada día.”
Por esta misma razón, la evolución de las motos ha sido fundamental para que los técnicos pudieran centrarse más en la puesta a punto. La electrónica fue bastante diferente en relación a las 2T que las 4T. “Cuando empezamos a tener sensores de cambio era distinto a antes, porque primero te lo decía el piloto“, aseguró entre risas Forcada. “Luego se empezó con las suspensiones, el chasis, trabajar más en conjunto. Se empezó a hacer la moto para el piloto“.
A su vez, es importante destacar cómo con el paso del tiempo se han reducido bastante las labores del técnico. Antes tenían que desempeñar funciones para todo y a día de hoy, siguen variando. Sin embargo, “ahora somos más psicólogos, hay una mayor relación con el piloto a todos los niveles. Él antes no sabía lo que era la electrónica y nadie se lo enseñaba“.
De este modo, en relación al capítulo concurrente en el documental ligado al piloto, se pueden apreciar malos momentos, resultados, al tiempo que recuerdos que mejor apartarlos en el olvido. Ramón Forcada no dudó en tener presente una mala experiencia con un piloto muy allegado a él, el ya retirado Jorge Lorenzo. “Cuando se cayó en Montmeló y perdió la memoria. Se recuperó y lo primero que dijo fue ‘lo dejo’. Pero le duró cinco segundos“.
Por ello el catalán puso el acento en las caídas, donde el piloto al irse al suelo su principal pretensión es subirse a la moto enseguida sin ningún tipo de freno. En el caso del pentacampeón del mundo tras sus malos recuerdos con lesiones: “Piensas, este tío es invencible, es a prueba de bombas“. Así es como hace mención a la ocasión en la que sufrió una dura caída en Assen y se fracturó la clavícula, se sometió a una intervención quirúrgica de manera inmediata y al día siguiente compitió en carrera. “Nadie pensó, ¿qué puede pasar si corre? ¿estamos haciendo el indio aquí con todo esto?“.
Sin embargo, Forcada asegura que ante una situación así las cosas pueden salir bien, o pueden salir mal. Pero en la carrera de Sachsenring las cosas no fueron como se esperaban. “Otra vez caída, tornillos arrancados. El problema vino en Sachsenring, yo que se creyó invencible“. Al fin y al cabo, los jefes técnicos se configuran como una de las personas más cercanas y más directas con el piloto, por lo que ellos mismos también sufren en momentos como estos. El rol de la personalidad del técnico es más importante de lo que muchos podrían imaginarse.
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