Le Mans acoge la quinta cita del calendario de MotoGP con Marc Márquez como líder, con 12 puntos sobre Zarco y 20 sobre Viñales. Sin embargo, Francia no le trae buenos recuerdos al 93: no sube al podio desde 2014.
La carrera de Jerez, disputada hace 10 días, dejó varias conclusiones en MotoGP. La primera es que Marc Márquez y Honda están tan fuertes como en 2014. Así lo atestigua su cómoda victoria en un trazado en el que el 93 no acostumbra a ganar. La segunda, tan o más importante que la anterior, es que sus rivales se están dejando demasiados puntos, y contra esta versión de Márquez eso es imperdonable. El incidente de las Ducati y Pedrosa dejó a Dovizioso sin liderato del campeonato y a Dani con ínfimas opciones de título, pese a haber realizado una grandísima pretemporada.
Ahora el Mundial aterriza en Le Mans, un trazado tan histórico como peculiar. Suele ser reconocido como ‘trazado stop and go‘, por sus constantes rectas y frenadas, que hacen de él un trazado que exige una buena aceleración, pero también una gran estabilidad en la frenada. Por no hablar de la meteorología, que aunque no se espera que haya lluvia durante el fin de semana, la región en la que se encuentra el circuito destaca por su imprevisibilidad en el tiempo. De hecho, son habituales las carreras en mojado en Le Mans: en los último 15 años, el agua ha aparecido hasta cinco veces en la carrera de MotoGP.
Por ello, es un trazado en el que es complicado hacer predicciones. En los últimos años, la marca dominadora en Francia ha sido Yamaha, que ha ganado las tres últimas ediciones, consiguiendo en las tres el doblete (Lorenzo-Rossi en 2015 y 2016 y Viñales-Zarco en 2017, que hubiese sido triplete de no haberse caído Valentino a tres curvas para el final). Pero ahora las cosas son distintas: Yamaha está sumida en su mayor crisis de la última década y el gran favorito para ganar es Marc Márquez.
El piloto de Honda lleva dos victorias consecutivas, en Austin y en Jerez, que serían tres si la normalidad hubiese hecho acto de presencia en Argentina. La cita andaluza mostró que la superioridad del tándem que forman Márquez y Honda es real, recordando a las carreras de 2014. En ese año, Márquez hacía lo que quería con su moto, pilotándola a gusto y sin pensar en no cometer errores, como ocurrió en ciertas fases de 2016 y 2017.
Márquez logró ganar en Jerez, un circuito en el que apenas había logrado una victoria en toda su trayectoria, y ahora llega a otro de sus circuitos malditos. Desde que ganara en Le Mans en 2014, el ilerdense no ha subido al podio en Francia, algo que sólo le sucede en Silverstone y Sepang. Fue cuarto en 2015, en una carrera en la que se desnudaron las carencias de su moto, y se fue al suelo en 2016 -cuando rodaba tercero- y 2017 -cuando era cuarto-. Por tanto, desde 2014, Márquez nunca ha tenido opciones reales de ganar en suelo francés.
Ya se sabe que los pilotos no miran mucho las estadísticas. O al menos no lo declaran. Pero esta carrera es clave, por los antecedentes del de Honda, para el devenir de la temporada. Es una oportunidad para sus rivales de frenar su marcha, lo cual se puede convertir en una motivación o en una presión, pues saben que una victoria de Márquez en Francia lanzaría al piloto español en busca de su quinto campeonato de MotoGP.
Y si en uno de los garajes de Honda todo es felicidad, en el otro se está viviendo un auténtico calvario. Dani Pedrosa había realizado una extraordinaria pretemporada, pero desde el Gran Premio de Argentina todo le sale mal: tuvo una caída en Termas de Río Hondo, provocada por una dura acción de Zarco, tuvo que correr con la muñeca recién operada en Austin -donde logró un excelente séptimo puesto- y en Jerez, cuando peleaba por el podio, el infortunio se volvió a cruzar en su camino: fue el peor parado del incidente entre Dovizioso, Lorenzo y el propio Dani.
Según el 26, sus posibilidades del campeonato son prácticamente mínimas, pues se encuentra ya a 52 puntos del líder. Así que Pedrosa planteará estas próximas carreras con poca presión, sabiendo que tiene ritmo, moto y estado de forma para luchar por las victorias. Le Mans no es su mejor circuito histórico -sólo ha ganado una vez en 12 participaciones en MotoGP-, aunque el año pasado completó una gran carrera: partía 13º y acabó llegando al podio.
Con Márquez destacado como gran favorito y Pedrosa como posible alternativa, Ducati aparece como el segundo equipo. La marca de Borgo Panigale fue la gran perdedora de Jerez, al acabar sus dos pilotos en el suelo, cediendo Dovizioso el liderato del Mundial. Y no parece Le Mans el circuito más propicio para una reacción, pues Ducati nunca ha ganado en Francia y Dovi sólo ha subido al podio una vez en los últimos seis años -fue tercero en 2015, tras las dos Yamaha-.
Dovizioso, cuarto del campeonato a 24 puntos de Márquez, sabe que la próxima cita del calendario, Mugello, puede ser una gran ocasión para atacar a Honda, pero antes debe sacar algo positivo de Francia. También buscará redimirse Jorge Lorenzo, que está teniendo el arranque de temporada más complicado de su carrera deportiva. Apenas suma 6 puntos y viene del mazazo de Jerez, cuando el famoso incidente le envió al suelo cuando estaba haciendo la mejor actuación del año. Eso sí, el historial del balear en Le Mans es simplemente espectacular: cinco victorias en MotoGP en diez participaciones.
En Ducati vienen de un golpe, pero en Yamaha están directamente en crisis. Aunque por diversas circunstancias sean líderes del Mundial de equipos -favorecidos por la doble caída de Ducati y el infortunio de Pedrosa-, ni Viñales ni Rossi entienden a la M1. Y por ello los antecedentes de Yamaha en Francia no valen mucho en esta ocasión. Han arrasado en los tres últimos años, pero las sensaciones son malas en el equipo oficial, que combinan buenas sesiones con otras desastrosas, sin entender exactamente por qué.
Y lo peor para Viñales -ganador del año pasado en Le Mans- y Rossi es que Zarco sí está yendo rápido. El francés, recientemente fichado por KTM para 2019, afronta su GP de casa como segundo clasificado del Mundial, a 12 puntos de Márquez, y buscando su primer triunfo en MotoGP. No sería una sorpresa que ocurriese el domingo, pues su estado de forma es espectacular y ya el año pasado completó una gran actuación, logrando la pole y acabando segundo en carrera, tras pelear con los dos pilotos oficiales gran parte de la misma.
Si Zarco es el líder de los outsiders, por detrás le siguen las Suzuki. Especialmente la de Iannone, que viene de dos podios consecutivos -primera vez que lo logra en MotoGP- y que en cuanto ha visto amenazada su renovación ha elevado sus prestaciones. Dos podios de Suzuki que son tres si sumamos el de Rins en Argentina, el cual no ha tenido continuidad en las siguientes pruebas, con sendas caídas del 42 en EEUU y Jerez.
Máxima igualdad en Moto2
La carrera de la cilindrada intermedia en Jerez no destacó por su emoción, volviendo a lo que era Moto2 en años anteriores, pero el campeonato se está poniendo precioso: los cuatro primeros de la clasificación (Francesco Bagnaia, Lorenzo Baldassarri, Miguel Oliveira y Mattia Pasini) están separados por apenas 15 puntos, con Márquez quinto a 26 y Vierge sexto a 32.
Por tanto, la carrera de Francia es vital para todos ellos pero especialmente para Álex Márquez. Aún no ha ganado en 2018 y está viendo cómo el título, algo clave para él de cara a conseguir un manillar en MotoGP, se le puede estar escapando. También será importante observar cómo evoluciona la lesión de Joan Mir, que vio cómo su progresión se vio frenada en seco en Jerez. El balear, en un mar de rumores con MotoGP como destino, es séptimo del campeonato a 41 puntos de Bagnaia.
Sorprendente líder en Moto3
Marco Bezzecchi está siendo la gran revelación de la categoría. Todos daban por hecho que el campeonato se lo jugarían Jorge Martín y Arón Canet, con Enea Bastianini como tercer espada, pero el joven italiano se ha ganado que se le tenga en cuenta. Desde su victoria en Argentina no se ha bajado del podio y aprovechó la caótica carrera de Jerez para colocarse en cabeza del campeonato.
El incidente de Dry Sack, en el que Canet se llevó por delante a Martín, Bastianini y Arbolino, aún trae cola, provocando que el valenciano sea sancionado y obligado a partir último en Le Mans. Martín, líder hasta ese choque, no parece sufrir ninguna lesión, como sí parecía en los instantes posteriores a la caída, y puede tener una buena oportunidad en Francia para endosarle un buen puñado de puntos a su máximo rival por el cetro de Moto3.