A Maverick Viñales le resulta complicada la espera ante la inusual temporada 2020. El piloto es consciente de su importancia en Yamaha y quiere afianzar su posición en la fábrica.
El arranque de la temporada 2020 de la categoría reina de MotoGP parece que ya tendría una posible fecha de inauguración, el 19 de julio en el Circuito de Jerez-Ángel Nieto. Hace unos meses, dado que la acción en pista todavía no había comenzado, a excepción de los entrenamientos oficiales de invierno, lo que sí dio luz verde era el movimiento de fichajes de cara a las próximas temporadas. Fue Maverick Viñales el primer protagonista de ello al revelar su renovación hasta 2022.
Desde Yamaha han apostado por el de Figueres como el piloto a punta de lanza para un futuro muy cercano. Si bien es cierto que los resultados de Viñales han ido mejorando poco a poco, hasta convertirse en un rival bastante fuerte. Lo que podía ser difícil de imaginar era la marcha de Valentino Rossi de las filas de la estructura oficial, legando su posición de piloto protagonista al propio Maverick Viñales. El español pasaría a ser el veterano del equipo.
Por tanto, de cara a 2021 tendrá que hacer frente a un nuevo compañero de equipo como Fabio Quartararo, con sed de victoria y con muchas ganas de arrasarlo todo en MotoGP. Aun así, el hecho de compartir box con el francés en su primer año en el equipo de fábrica no le supone ninguna preocupación, más bien al contrario. “Fabio es un piloto excepcional, tengo muchas ganas de trabajar con él. Quiero ver cómo trabaja porque siempre es importante cuando tratas de entender a tus rivales. Siempre miramos a todos los pilotos, en el equipo y fuera de él“, sostiene Viñales en unas declaraciones recogidas por Corsedimoto.
En referencia a 2020, ya durante los entrenamientos invernales la fábrica diapasona se despidió como la fábrica más puntera para afrontar la temporada. Del pasado curso se arrastraban numerosas complicaciones que impedían una gran evolución de la M1. Sin embargo, parece que el progreso está abriendo su camino. “Estoy tranquilo porque sé que la moto ha mejorado mucho, pero aún nos queda. Hemos hecho los deberes”, asegura Viñales. De este modo, tanto el de Figueres como Rossi tendrán que afrontar este año un inusual inicio de temporada como consecuencia del coronavirus.
Aún queda esperar, pues la situación se mantiene a pesar de noticias favorables como la de una posible primera cita en Jerez. “Saber que la moto es buena, que somos rápidos y consistentes de nuevo hace la espera aún más difícil“. De este modo, con este período prolongado sin acción, Viñales tiene que sacar el máximo partido de la situación. “Hay más oportunidades para que Yamaha trabaje, hablo mucho con el equipo”.
De este modo, Viñales sabe de buena tinta que la temporada se aleja de la normalidad y que tendrá que abordarlo de manera distinta. A pesar de ello, tiene una principal motivación y es el papel que le han atribuido en las puertas del box de Yamaha. “Siento que soy un punto fuerte para Yamaha y tengo que asegurarme de que siga siendo así. Sabemos que tenemos que correr grandes riesgos este año porque tenemos que estar preparados del primer día“.
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